Por Ángel J. Harman –
Las guerras, en particular las guerras civiles que ocurrieron en nuestro territorio, provocaron la devastación y desestructuraron las actividades habituales de las poblaciones. En el caso particular de Entre Ríos, no existen estudios sobre las vicisitudes que padecieron las familias en donde acontecía la contienda.
Sospechamos que en estos casos se utilizó la coacción para obligar a numerosas familias para que abandonaran sus hogares y siguieran la suerte de los ejércitos en campaña. Este breve artículo tratara de ilustrar al respecto.
Como consecuencia de los ataques lusobrasileños y de los enfrentamientos con las fuerzas enviadas desde Buenos Aires, se produjo la desorganización y disolución de los pueblos misioneros occidentales. Una gran parte de la población guaraní misionera pasó en 1828 a las Misiones Orientales, incorporándose a la expedición de Fructuoso Rivera, en tanto que otros emigraron particularmente a la zona de Mandisoví, en distintas oportunidades.
Arroyo Grande y las desventuras de las familias
Luego de la batalla de Arroyo Grande (6 de diciembre de 1842), Rivera, acompañado de algunos oficiales y soldados, abandonó el campo y emprendió el desbande hacia el Estado Oriental.
El jefe derrotado estaba decidido a dejar un desierto detrás de él, por lo que el 12 de diciembre hizo poner fuego a una parte del caserío del Salto. Advertido el incendio, Urquiza que se encontraba en Concordia, despachó a unos piquetes que, cruzando el río, pusieron en fuga a los incendiarios. Por otra parte, después de la derrota riverista en Arroyo Grande, éste ordenó el incendio de las casas de Paysandú; en consecuencia, la mayoría de los pobladores prefirió trasladarse a Entre Ríos y el comandante militar de Concepción del Uruguay los trajo a su sede en carretas.
En el censo levantado en 1849 en Concepción del Uruguay, fueron registradas numerosas personas, identificadas como pertenecientes al “convoy oriental”. Las identificadas con esa procedencia, sumaban alrededor de 125 personas y fueron registradas en el 3er. Cuartel de la ciudad.
Aunque en el censo no hay más información ni en otros documentos, podemos inferir que la mayor parte de estos emigrados serían los que entre 1843 y 1845, durante las luchas entre unitarios (riveristas) y federales (oribistas-urquicistas), se vieron obligados a trasladarse en carretas desde Paysandú y otras poblaciones de la República Oriental del Uruguay.
Otros grupos familiares fueron registrados como parte del “convoy de Alcaraz”; “convoy de Paraná”; “convoy de Victoria”, “convoy de Nogoyá”. En el cuartel Nº 3 sumaban alrededor de 186 personas y en el Nº 4, eran 12 individuo.
– Del “convoy oriental”, en el cuartel Nº 3: 121 personas.
– Emigrados “del Estado Oriental”, en el cuartel Nº 1: 5 personas; en el cuartel Nº 3: una persona.
– Emigrados de Montevideo, en el cuartel Nº 4: 12 personas
– Del “convoy de Alcaraz”, en el cuartel Nº 3: 27 personas
– Del “convoy de Paraná”, en el cuartel Nº 3: 15 personas
– Del “convoy de Victoria”, en el cuartel Nº 3: 17 personas
– Del “convoy de Nogoyá”, en el cuartel Nº 3: 3 personas
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* ARCHIVO HISTORICO DE ENTRE RÍOS: Censo provincial de 1849
* MUÑOZ, Pablo Santos, Años de lucha (1841-1845). Urquiza y la política del litoral rioplatense, Buenos Aires, Ediciones Cabargón, 1973
* PADRÓN FAVRE, Oscar, “Los indios misioneros y el Primer Ejército del Uruguay”, en Desmemoria, Revista de Historia, Nº 12, Setiembre/Noviembre de 1996, Buenos Aires, 1996, pp. 126-135
* TEIJEIRO MARTÍNEZ, Benigno, Historia de Entre Ríos, t. II, Buenos Aires, 1910