José Benjamín Zubiaur, un ilustre entrerriano, falleció en Buenos Aires el 6 de setiembre de 1921. Fue un educador y promotor del deporte, la educación física y el olimpismo moderno. Había nacido en Paraná el 31 de marzo de 1856.
Descendiente de la noble y recia estirpe vasca, nació en Paraná, donde realizó sus estudios primarios y los secundarios en el único colegio existente por entonces en la Provincia. Nos referimos al Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”.
Al crearse la Asociación Educacionista “La Fraternidad” el 14 de mayo de 1877, José B. Zubiaur, alumno aún de cuarto año del Colegio, es elegido por sus compañeros como presidente de la misma. En calidad de tal, se encargó de redactar el primer reglamento interno y estatutos sociales que regirán la Sociedad protectora.
Terminando Zubiaur sus estudios secundarios ingresó a la Segunda Escuela de Derecho que funcionaba anexa al histórico Colegio, la cual cerró sus puertas en 1880, debiendo continuar su carrera jurídica en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la “Universidad Nacional de Buenos Aires”, donde logró su título de Abogado primero y doctor en jurisprudencia después.
Luego de esto obtiene un trabajo como escribiente en el Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública de la Nación, donde desarrolla una meritoria labor que le significó reiterados ascensos en la jerarquía administrativa y docente del mismo. Debido a su inclinación hacia la docencia funda en 1886, junto con otros profesores, la revista pedagógica “La Educación”, en la cual tuvo una activa participación escribiendo numerosos artículos.
En el año 1889 viajó a Europa en compañía del Dr. Alejo Peyret, en representación del Gobierno Argentino, a la “Gran Exposición Universal de París”. Simultáneamente con la misma se realizaron dos congresos: el primero fue el “Congreso Internacional para la propagación de los ejercicios físicos en la Educación” y el segundo, el “Congreso Pedagógico Internacional de Instrucción Primaria”.
Zubiaur asistió al primero de los Congresos, cuyo Secretario General era el barón Pierre de Couberten, difusor de los juegos atléticos y del deporte, siendo restaurador pocos años después, de los primeros Juegos Olímpicos de los tiempos modernos. Precisamente allí se conocen Zubiaur y el Barón de Couberten y cuando éste último decidió constituir el Primer Comité Olímpico Internacional, con miras a recuperar los Juegos Olímpicos, allá por el año 1894, entre sus integrantes figura un solo latinoamericano y ese fue José B. Zubiaur, quien se desempeñó a lo largo de trece años en el COI, hasta mayo de 1907.
José Zubiaur fue, además, Rector del Colegio del Uruguay de 1892 a 1899.
EXCURSIONES ESCOLARES
Presentamos “Excursiones escolares”, conferencia dictada por José Benjamín Zubiaur en la Escuela Normal de Paraná, el 19 de junio de 1897.
Aprender allí donde las cosas suceden
“La excursión escolar {es} el paseo en común realizado por un grupo de alumnos acompañado de uno ó más profesores con el objetivo de estudiar uno ó varios objetos naturales ó artificiales ó hechos ó fenómenos emergentes de la naturaleza, del hombre ó de la sociedad, teniendo á la vista tales objetos, hechos ó fenómenos, para aplicar uno de los principios en que se basa la pedagogía moderna: estudiar la naturaleza en la naturaleza misma…”
El maestro que se necesita
“… con los viejos moldes y sus anticuados ó accidentales servidores, no se impondrá nuestra tendencia, ni se creará el maestro que vaya a realizarla”
Las nuevas propuestas no podrán surgir desde ministerios, direcciones escolares o maestros rutinarios, no comprometidos con la profesión del magisterio.
Sólo serán posibles con figuras con entusiasmo patriótico como el de Berra, Vergara en Mendoza, Victoria en Tucumán, Ferreira en Corrientes, Mercante en Mercedes y otros que impulsan planes escolares en oposición a resoluciones anacrónicas y textos que operan sobre la libertad del maestro y sobre sus iniciativas, convirtiendo al libro en mercancía.
La excursión como recurso didáctico
“… el profesor llama la atención de los alumnos sobre todo lo que ofrezca algún interés se refiera ó no al objeto propio de la excursión, puesto que despertar el espíritu de observación debe ser preocupación constante del educador, quien (…) después de agotar el método de Sócrates, debe explicar las dificultades, aclarar las dudas, satisfacer la curiosidad de los alumnos”
Profesores y alumnos tomarán apuntes, recogerán datos, harán dibujos, coleccionarán objetos, redactarán relaciones entre lo visto, lo oído y lo que más les haya llamado la atención. Estos materiales, seguramente darán tema a varias clases.
Estos señalamientos serían suficientes para destacar la importancia de las excursiones escolares. Pero si fuera necesaria mayor fundamentación, bastaría recordar “lo que los pedagogos europeos, que practican el nuevo procedimiento manifiestan de sus bondades” respecto de la disciplina, de la libertad y del compromiso con las futuras acciones políticas y sociales.
Contra la escuela encerrada
“La verdadera escuela está en la sociedad, fuera, muy lejos de las áridas y lúgubres celdas de lo que equivocadamente se llama casa de educación, debiéndose decir más bien, casa donde se forman teóricos…”
Cambiar la escuela es, sin dudas apostar al cambio social, es transformar la acumulación de nociones, palabras y términos científicos en destacar la actividad de la naturaleza y la humana, la importancia de las máquinas y del trabajo, de la alegría y de la paz, de la relación equilibrada entre los brazos y de la cabeza.
Cambiar la escuela es también abrir el abanico de oportunidades, y las excursiones permiten que los niños de las ciudades conozcan la campaña y que los del campo vayan a la ciudad, que los maestros de ciudad den sus clases con el fondo de un río, un valle o una montaña y que los del campo lo hagan frente a un monumento, que todos puedan participar de acciones cívicas como una audiencia en los tribunales o una sesión de un concejo deliberante.
Las descripciones, las sensaciones, las evocaciones son temas para ejercicios orales y escritos, incentivos para la reflexión.
Observar el funcionamiento de un telar, la evolución de una plantación, la marcha de un ferrocarril son formas de aproximarse y entender el progreso.
(fuentes: http://www.bnm.me.gov.ar, https://www.ucu.edu.ar y otros)
Nota publicada por revista La Ciudad el 8/9/2019