El océano acumula la mayor parte del calentamiento derivado de las actividades humanas.
El año pasado ha sido uno de los más calurosos de la historia y el año más cálido registrado en los océanos de la Tierra, anuncian los científicos.
La NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) han recogido sus estimaciones anuales, que, junto con un análisis oceanográfico del Instituto de Física Atmosférica / Academia China de Ciencias (IAP/CAS), han sido publicadas por la revista Science, y en ellas destaca una temperatura récord en los océanos.
Según la NASA, 2017 fue el segundo más cálido registrado, con temperaturas globales de 0,90 grados centígrados por encima del promedio en el periodo 1951-1980. Por su parte, la NOAA lo clasificó en tercer lugar, con temperaturas de 0,84 grados centígrados por encima del promedio de todo el siglo XX.
Pero, ¿por qué las estimaciones de ambos organismos son diferentes?
Las discrepancias en los rankings de la NASA y la NOAA se deben a las diferencias en la forma en que los investigadores interpretan las lecturas de temperatura de las estaciones meteorológicas limitadas del Ártico, que ha experimentado un rápido calentamiento en las últimas décadas.
17 de los 18 años más cálidos desde 1880 se produjeron a partir de 2001.
Esa tendencia está en consonancia con el continuo cambio climático, impulsado por los seres humanos. En general, 17 de los 18 años más cálidos desde 1880 se produjeron a partir de 2001, y los últimos tres fueron notablemente más cálidos que los de la década anterior.
No obstante, los científicos apuntan que las temperaturas de 2015 y 2016 se incrementaron debido a la presencia de El Niño, fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Pacífico.
El océano acumula la mayor parte del calentamiento derivado de las actividades humanas; concretamente, más del 90% del calor residual de la Tierra relacionado con el calentamiento global es absorbido por el océano.
Según el análisis del océano del IAP, los últimos cinco años han sido los más cálidos en para el océano. Por lo tanto, la tendencia de calentamiento a largo plazo impulsada por las actividades humanas continuó creciendo, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos para reducir el calentamiento global.
Las consecuencias de un océano más cálido
Un océano más caliente también afecta al nivel del mar: los aumentos de la temperatura del océano causan la expansión del volumen oceánico.
Otras consecuencias incluyen la disminución del oxígeno del océano, el blanqueamiento de los arrecifes de coral y la fusión del hielo marino y las plataformas de hielo.
Cabe mencionar que, en su primer año bajo el presidente Donald Trump, la NASA y la NOAA publicaron sus estimaciones sin censura, a pesar de la visión crítica de la Casa Blanca de las regulaciones y acuerdos internacionales destinados a frenar el calentamiento global.
Por: Laura Marcos
(fuente: https://www.muyinteresante.es)