Por Ángel J. Harman –
Derribando mitos La leyenda del diario de Yrigoyen, la mentira que perdura en el tiempo.
Si quieren criticar a un gobierno, no usen información mentirosa. El «diario de Yrigoyen» nunca existió. Fue una mentira inventada por los golpistas que derrocaron al presidente en 1930 con la intención de justificar el Golpe.
El embuste golpista sobre el “diario de Yrigoyen”
Durante el segundo mandato del ex presidente radical Hipólito Yrigoyen (1928-1930), se habría creado un diario ficticio en el que el presidente de turno pudiera leer aquellas “buenas noticias” redactadas por su entorno. Desde luego, aquella información que se le proporcionaba no correspondían a la realidad. La leyenda del “Diario de Yrigoyen” continúa vigente.
Existe infinidad de medios que no profundizan las noticias, evitan hablar sobre determinados temas y se encargan de llevar a cabo una agenda bastante ligera.*
Esto de la “leyenda del diario de Yrigoyen” es casualmente porque de eso se trata, de una leyenda, ya que nunca se probó puesto que siempre fue una absoluta mentira, una falsedad inventada por los golpistas del año 1930 (el teniente general torturador José Félix Uriburu y sus amigos, entre ellos, Natalio F. Botana, el golpista dueño del diario “Critica”.) para apoyar con tales sucias mentiras de que el Presidente Yrigoyen estaba tan viejo y senil que era necesario sacarlo del gobierno.
No existe, ni se ha encontrado prueba histórica alguna que pueda dar asidero a tamaña mentira, por lo tanto a los fines de no inventar la historia ni volver verdades a las mentiras ni de contribuir a la obra justificatoria de los primeros torturadores golpistas del 1930. En la inauguración de la Cátedra Libre “Hipólito Yrigoyen” de la Universidad Nacional de La Plata, Hipólito Solari Yrigoyen derribó cuatro mitos que la historia construyó en torno al prócer radical: uno de ellos es el referido al “Diario de Yrigoyen”.
Al respecto, Hipólito Solari Yrigoyen expresó: “Sus adversarios lo han inventado, han pasado años y esa patraña se sigue permitiendo. Hace poco nomás vi que la repitió (Felipe) Pigna, Mirtha Legrand, y tal vez otros personajes de la frivolidad porteña. El diario de Yrigoyen jamás existió. Se dice que le hacían una edición especial de “La Prensa”. Por empezar, Yrigoyen nunca fue lector de “La Prensa”, sino que leía “La Nación”. Y segundo, técnicamente era absolutamente imposible, porque los diarios de aquel entonces se hacían con tipografía, y era absolutamente imposible que dos diarios tuvieran la misma tipografía.
Por otro lado nadie jamás vio ni conoció ningún relator de ese diario de Yrigoyen, o nadie jamás vio un ejemplar, porque directamente no existió y es una infamia que los adversarios de la memoria de Yrigoyen sigue repitiendo”, sostuvo.
Por otra parte, los historiadores han demostrado que Hipólito Yrigoyen estaba en uso de la plenitud de sus facultades intelectuales. Esto puede comprobarse de la lectura de su propia defensa que él hizo desde su cautiverio en la isla Martín García. (*)
El Yrigoyen senil, manipulado por sus secretarios es una de las tantas leyendas para calumniarlo y justificar el golpe conservador de 1930. Mientras los filofascistas, los conservadores y la izquierda confundida, lo atacaban con alevosía, los rivales honestos y leales, como el Dr. Lisandro de La Torre, que lo habían combatido con tenacidad, supieron reconocer los aciertos de Hipólito Yrigoyen.
En la actualidad, Mariano Grondona (1) es uno de los que ha recreado el antiguo embuste del “diario de Yrigoyen”; esta vez con la aviesa intención de adjudicarle al actual gobierno nacional las mismas infamias que le achacaron a don Hipólito Yrigoyen. Los tiempos son diferentes, pero los propagadores del desprecio y de las mentiras operan con formas similares. (*)
Ver: (1) Mariano Grondona: «El diario de Yrigoyen», en diario La Nación, miércoles 14 de abril de 2010.