Por Ana María González –
Para la muerte
quiero la luz,
el color de las llamas
para que el calor de la lucha
marche con mis cenizas.
Quiero seguir sintiendo esa lucha sobre mí,
y la lluvia,
y los fríos,
y la sombra del árbol,
y la Revolución
y todo lo que hoy me tiene junto a ti.
Puede parecer extraño que un militante sea poeta. Pero no hay contradicción, ya que la poesía es el espacio del riesgo y la resistencia, el lugar donde todo cabe y puede decirse. Antecedentes recientes sobrarían entre españoles anti franquistas, chilenos opositores a Pinochet o cubanos defensores de la Revolución (sólo para mencionar a los que escriben en lengua española). Podemos decir que hubo una lista importante de poetas entre los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar argentina. Hace unos días leímos poemas publicados en este medio de Ana María Ponce, ahora damos voz a Carlos Tito Godoy Almada quien había nacido en C. del Uruguay en 1951, hijo de un ferroviario y una costurera, su familia se fue a Córdoba en 1962, donde el joven estudiaba cine en la Escuela de Arte de la Universidad Nacional de Córdoba, realizando posteriormente dos cortos . Fue militante del Peronismo de Base hasta su disolución; luego se incorporó a la JUP (Juventud Universitaria Peronista), participaba del Centro de Estudiantes. Sobrevivientes lo vieron en el Centro Clandestino de Detención (CCD) La Perla antes de su asesinato. Tenía 25 años. La denuncia fue realizada en 1984 ( Conadep:6645).
Los datos biográficos de Carlos Tito Godoy (brindados por quien fuera su novia Ana Mohahed) y el análisis de sus poemas van componiendo la imagen de un estudiante flacucho, lleno de sueños, enamorado de Ana y de la lucha por la libertad. Carlos era alguien que no pensaba claudicar en ningún frente; sus armas eran la palabra y la militancia, su lucha estaba en el centro de estudiantes. Algunos de sus textos según quien fuera su novia estaban en poder de su hermanas, a ella (Ana) le quedaba el papel que parecía garabateado que Oscar le entregó al descuido en su último encuentro, quizás presintiendo su destino fatal o tal vez ya amenazado y advertido. Al poema lo publicó la SEA (Sociedad de escritores y escritoras de Argentina) en su página digital y los imprimió en la Antología Palabra Viva , que lleva dos ediciones y recopila poemas de escritores víctimas del terrorismo de estado. De su poética el blog El Decidor, afirma que “Godoy es un poeta que supo amalgamar el sentimiento del amor íntimo y personal con el amplio y abarcativo de la poesía de denuncia social” (1).
La SEA (2)publica el testimonio de su novia Ana Mohaded y el poema, presentamos fragmento de ambos:
«Hizo al menos dos cortos. Pero ese material ya es casi imposible de encontrar. Tengo una foto, y tengo otros poemas, ahora mando este que tengo en unos papeles garabateados antes de que lo secuestraran. Lo levantaron en la Ciudad Universitaria, la hermana conservó estos papeles y algunas fotos que se salvaron de los allanamientos, y etc., etcétera.».
[Poemas sin título]
Para la muerte
quiero la luz,
el color de las llamas
para que el calor de la lucha
marche con mis cenizas.
Quiero seguir sintiendo esa lucha sobre mí,
y la lluvia,
y los fríos,
y la sombra de un árbol,
y la Revolución
y todo lo que hoy me tiene junto a ti.
Me cuesta saber
que estás detrás de cada deseo mío
arrugando la carne de tus muslos
y la piel de tus senos.
Me cuesta saber
que estás creciendo a mi lado,
quizás acortando todo lo que para la vida
y nuestra lucha tenés dentro de vos.
Me cuesta mirarte de noche
dormir en mi pecho,
rozarte los brazos,
y la boca,
y sentir que te quiero.
Hoy, he medido los huesos
de mi cuerpo flaco,
y he calculado la fuerza
de mis músculos tensos.
Quería saber si aguantan el peso de tu amor
Me cuesta saber que seguiré queriéndote,
hasta que la lucha entregue
la roja mancha de la muerte
o el blanco jazmín de la revolución.
Me cuesta saber que quizás nunca apriete
el fruto de tu vientre
(…)
Hoy he medido la fuerza de mi lucha
la seguiré por mi pueblo
y por ti.
(1974)
Se puede advertir un poema pleno de lirismo, de amor por su compañera, un amor que se desperdiga en la lucha política. El poeta espera la mancha roja de la muerte o el blanco jazmín de la revolución, también desea un hijo de ella que no sabe podrá abrazar, mide su cuerpo escuálido y su posibilidad de sobrevivir pero tiene dos certezas: que no dejará de amarla ni de luchar por la libertad.
El día 24 de marzo de 2021 como parte del acto oficial por el Día de la Memoria, en la plazoleta de los DDHH, se agregó la placa con los tres militantes de la ciudad que aún no estaban en la lista a saber Guillermo Pedro Rubio Cidale, secuestrado el 24 de marzo de 1976 en San Miguel de Tucumán (Tucumán) y asesinado el 5 de abril de 1976 y Emil Carlos Vidal Chandler secuestrado el 19 de agosto de 1976 en La Matanza (BS. AS.) y nuestro mencionado poeta, sumando así 18 desaparecidos en nuestra ciudad. Detrás de los fríos nombres hay historias truncas por la violencia de estado que no puede volver a repetirse, relatos que se empeñan en trascender, vienen desde el pasado para hacerse vivas, tal es la voz poética de Oscar Tito Godoy.
Fuentes:
Datos del personaje: https://www.facebook.com/567701926713579/photos/carlos-oscar-tito-godoy-almada-naci%C3%B3-el-25-de-abril-de-1951-en-concepci%C3%B3n-del-ur/1320260484791049/
(1) El Decidor, lugar de los poetas comprometidos con su tiempo -blog 13/06/2009
(2)Testimonio y obra:
http://www.lasea.org.ar/godoy-carlos-oscar/
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 26/3/2021

