Fue docente, investigador y por más de 32 años rector del Colegio.
Profundo dolor causó en la comunidad uruguayense y, especialmente, en la educativa y académica la noticia del fallecimiento del profesor Eduardo Julio Giqueaux, quien fuera rector del Colegio del Uruguay Justo José de Urquiza por más de 32 años, además de ser un reconocido docente e investigador de las importantes casas de estudio. Sus restos, velados en la Cochería Scolamieri, fueron sepultados por la tarde en el Cementerio de nuestra ciudad.
Su nieto, Lucas Giqueaux, le dedicó en las redes sociales estas sentidas palabras. “Introducir en el campo del lenguaje el terreno de la muerte es tan imposible como intentar homenajearte en unas palabras.
Te fuiste, querido Maestro, el ocaso de los héroes deja un sabor angustiante y triste, pero también la certeza de que el legado que construirse echó raíces firmes y será continuado. Tan solo tengo que agradecerte por hacerme amar apasionadamente la Psicología. Conservaré hasta mis últimos días los dos volúmenes de Freud que me regalaste cuando comencé a estudiar y que vos ya habías leído, como está firmado en la primera página, en 1972.
“Mi corazón cuidará también celosamente tu biblioteca, tan rica, tan tuya, ésta que te dejaba exhorto en cada ocasión que me detenía a mirarla. No puedo olvidar la primera vez que te acompañé a una biblioteca a buscar libros. Se te veía tan mimetizado en la tarea que las dos horas, que estuvimos, parecieron un breve instante. Cuánto pesarán las marcas de los significantes que, a igual misma tarea, me aboco de vez en tanto. Ahora vas a poder cumplir tu sueño de charlar un rato con Descartes sobre El discurso del método, tu libro favorito.
También vas a poder decirle al Barba lo que me dijiste en nuestra gran última charla. Hasta siempre querido abuelo, hasta siempre querido Pipa”.
Su legado
A su vez, el profesor Celomar Argachá escribió estos emotivos conceptos: “En 1958 un grupo de egresados de la Escuela Normal y del Colegio del Uruguay decidimos estudiar distintas carreras docentes en el Instituto del Profesorado de Paraná, ya que hasta 1960 no existía en nuestra ciudad, ningún estudio terciario ni universitario. Allí conocimos a Eduardo Julio Giqueaux y comenzamos a desarrollar una larga amistad que se fue consolidando cuando volvimos con nuestro título a trabajar en los institutos secundarios de nuestra comunidad.
“Cuando se jubiló el rector del Colegio del Uruguay, profesor Miguel Ángel Gregori, Eduardo logró el traslado como rector desde un establecimiento de Villa Elisa al Histórico, formando parte de un joven equipo directivo que comenzó bajo su conducción a trabajar en favor de la recuperación del prestigio histórico del viejo Colegio.
“El profesor Eduardo Julio Giqueaux comenzó a golpear puertas, contactarse con exalumnos y autoridades educacionales y políticas, buscando devolver a la institución el carácter terciario de sus estudios que había, lamentablemente perdido, en 1880.
“El impulso y el motor de todas las gestiones fueron suyas y, finalmente, en 1983 logró la apertura de la primera carrera de nivel superior: Analista de Sistemas. Sin duda un paso extraordinario que colocaba al ‘Histórico’ a tono con los nuevos tiempos, aprendiendo lo que se denominaba entonces ‘tecnología de punta’, manejando la computación y sus complejos sistemas de memoria, incorporándose de esta forma, decididamente, a la revolución tecnológica del siglo XX, recuperando de algún modo la vanguardia que lo había caracterizado desde sus inicios históricos.
“Bajo la ‘batuta’ de Eduardo, con el apoyo de su equipo directivo, de amigos, de funcionarios, de viejos y nuevos egresados, de docentes, viajando a donde fuera necesario, se presentaron nuevos proyectos con distintas alternativas de estudios terciarios a crearse.
“La presión, las influencias y el peso de su historia dieron resultados. A la creación inicial le siguieron otras dos más en 1985. Ellas fueron Técnico y Guía de Turismo en primer lugar y Bibliotecología luego. Finalmente, en 1988, una nueva carrera fue incorporada al Instituto Histórico: Museología.
“Todas ellas tuvieron el carácter de no ser tradicionales, permitiendo a nuestros jóvenes y no tan jóvenes obtener nuevas herramientas que los ayuden a ingresar, con posibilidades de éxito, en un mercado laboral cada vez más competitivo y exigente.
“Pero el rectorado de Eduardo Julio Giqueaux no se detuvo en la recuperación de los estudios terciarios solamente. Estableció una imprenta como en los viejos tiempos del establecimiento. No sólo se la utilizó para realizar la papelería administrativa del Colegio sino también para editar anualmente la revista ‘El Mirador’, publicación que facilitó a los docentes e intelectuales publicar sus trabajos de investigación, sus poemas y sus poesías, de creación o divulgación, permitiendo a “Numerosos estudiosos de Concepción del Uruguay, de la provincia y del país para hacer conocer sus trabajos, imprimiendo además libros que de otra manera resultaban casi imposible realizar. Pero la labor desarrollada no quedó solamente allí. Podemos citar a manera de ejemplo, a vuelo de pájaro, las siguientes: 1) Apertura de una nueva carrera secundaria: Bachiller en Computación; 2) una Sala de Computación, que fue una de las primeras en nuestra ciudad; 3) La incorporación de un ómnibus que permitió a nuestros jóvenes estudiantes hacer viajes de estudio y recorrer parte de este enorme país; 4) Teatro de Mimos, con cantidad de funciones en nuestra ciudad y hasta en algunas provincias; 5) Inicio y terminación del formidable Anexo en la vieja casa de los rectores, que, calle de por medio, alzó sus tres pisos y gimnasio cerrado, un desahogo de las múltiple tareas que se desarrollaban en el Histórico; 6) Importantes Jornadas sobre Educación en el Mercosur, con la participación de delegaciones de distintas ciudades sobre el río Uruguay, con participación de delegaciones de distintas comunidades sobre el Río Uruguay tanto argentinas como uruguayas; 7) La ”hermanación» entre los dos colegios más antiguos del país: el Colegio de Monserrat en Córdoba y nuestro Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza; 8) Remodelación y embellecimiento del edificio ante la proximidad de su sesquicentenario; 9) Organizar y preparar el doloroso y difícil traspaso educativo de la Nación a la provincia y numerosos otros emprendimientos que sería largo enumerar.
“Además debemos recordar a Eduardo Julio Giqueaux como maestro y docente. Fue un profesor lúcido, inteligente, respetado e influyente. Se desempeñó en el Profesorado de nuestra ciudad y además en las cuatro universidades de Concepción del Uruguay: Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), Universidad Tecnológica Nacional (UTN) – filial Concepción del Uruguay y Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y también en otros establecimientos educativos de la ciudad y la provincia.
“Podemos decir, casi sin temor equivocarnos, que su trayectoria quedará grabada en la memoria colectiva uruguayense”.
(fuente: La Calle)