Las mujeres suelen estar asociadas con tareas de crianza, enseñanza y cuidado. Claro que hay excepciones, las cuales han logrado trascendencia y nos invitan a hacer una revisión de la historia con una perspectiva de género. Ser mujer y emprendedora en América Latina no siempre es una elección, a veces surge como una necesidad y las menos, como una oportunidad. Sea cuál sea el primer motivador, se evidencia que su intención es encontrar un modo de superar las barreras culturales, económicas y sociales que etiquetan y limitan su desarrollo personal y profesional.
Mujeres en el mercado laboral: ¿Dónde estamos hoy?
En Argentina y Chile la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral es del 45%, en Bolivia del 66%, en Colombia del 50%, en México el 39%, Perú 51% y Uruguay 55%. Esta subrepresentación está asociada a que casi la mitad de las mujeres no tiene ni busca empleo y no estudia porque se dedica a tareas no remuneradas vinculadas al cuidado y la crianza. Pero también encontramos que hay sectores como el comercio que concentran la mayor cantidad de mujeres que sí trabajan, o como el caso de la educación y la salud que son los más feminizados (70%).
En cambio, en Latinoamérica encontramos a los países que registran la mayor participación emprendedora femenina. Por ejemplo, 3 de cada 10 guatemaltecas de entre 18 y 64 años se encuentran en la etapa inicial de establecer su propia empresa, es decir, en los primeros 3,5 años de vida de su negocio. Esta proporción asciende a más del 26% en el caso de Colombia y al 25% en Chile.
Un camino hacia un futuro con equidad
En América Latina hay más de 1500 empresas en el mercado EdTech, un sector clave que se propone incorporar tecnología para transformar la educación, pero también desarrollar las habilidades para desenvolverse en un mundo cambiante. Debemos trabajar sobre el escenario actual para diseñar y crear un futuro más justo para todas las personas.
Emprender con tecnología y en educación, es un camino fundamental para que más mujeres educadoras encuentren oportunidades de desarrollo profesional y personal, pero también para potenciar a las nuevas generaciones para que sean productoras de soluciones que impacten positivamente en la sociedad. Tenemos la convicción de que las mujeres educadoras son agentes de cambio clave para lograrlo.
Para que América Latina se convierta en un líder mundial en emprendimiento femenino y educativo, y para que esas iniciativas sean sostenibles, es fundamental crear, junto con organismos internacionales, Estados, Empresas y organizaciones de la sociedad civil, un ecosistema capaz de potenciar iniciativas impulsadas por docentes.
Todo desafío puede ser tomado como obstáculo o como motor. Nuestra región y su población han demostrado en innumerables ocasiones que cuentan con una gran capacidad de resiliencia y de reinvención. Aquí es donde encontramos una oportunidad para cambiarlo todo.
Co-Founder de Enki, tecnóloga educativa y emprendedora.
Fuente: Ámbito