NacionalesOpiniónPolíticaSociedad

Miserias y grandezas en el adiós a Francisco

Por Sara Liponezky.   –

Milei no llegó a la despedida del Papa porque se demoró en la escuela de Benegas Lynch. Así lo informa entre otros, el portal La Política on line. 
Si bien esto podría considerarse una presunción, parece muy razonable. Con solo considerar las cuestiones de tiempo y más en personas tan aficionadas al turismo internacional como el presidente, es posible arribar a tal conclusión.

Lo cierto y evidente es que el máximo representante institucional de su país natal, cuyo pueblo lloró intensa y sinceramente la partida de Francisco, priorizó un placer personal – acompañar a su amigo libertario- antes que asegurar su presencia en la ceremonia.

Un desaire que potencia nuestra infinita tristeza y orfandad, instalada desde que nos falta ese Papa lúcido, comprometido con las causas más nobles, transgresor por la equidad, magnánimo, empático, llamativamente perceptivo y terrenal, estudioso y desafiante. Una referencia insoslayable en tiempos de desolación.
 La ausencia de Milei es un agravio que confirma casi como un acto fallido (una manifestación consciente del inconsciente) su posición totalmente adversa al pensamiento y la acción de Bergoglio .
El mismo desprecio que expresó claramente durante la campaña electoral. Con la diferencia, para vergüenza nacional, de que hoy actúa como presidente del país donde nació el Papa.
A pesar de todas las maniobras distractivas y mentirosas esgrimidas desde la profusa prensa oficialista, las imágenes son incontrastables. No hay un solo registro que muestre al presidente libertario en la ceremonia final.
 Lo que resulta más evidente ante la destacada presencia de otras y otros mandatarios como Lula, la presidenta de Honduras, de la India, Macron, los reyes de España y hasta el mismo Trump.
Tampoco en la logística del Vaticano hubo la menor intención de disimular lo indisimulable. Así surge nítida otra vez la abismal distancia mental y espiritual entre ese líder mundial, que hizo caso omiso (o pperdonó) las ofensas verbales del presidente a quien recibió en el Vaticano y este gesto de Milei.
Quizás ingenuamente o porque era deseable, pudimos pensar por un instante que ese encuentro demostrativo de la grandeza franciscana impactaría favorablemente en el visitante. Pero está claro que fue una foto más, para su colección de indicios que permiten -mas ahora con la IA- armar noticias convenientes a su imagen.
Información nunca veraz que niega sus propios dichos, o les resta importancia. Como dijo hace tres días el Jefe de gabinete frente a un requerimiento periodístico acerca de si “el Papa le había perdonado al presidente sus insultos”, respondió “eso es cosa del pasado…”.

 La inconsistencia e impunidad de su jefe no soporta un archivo, aunque sea de ayer. Pero bueno, no le pidamos peras al olmo. Aunque nos estalle la indignación como argentinos, la deliberada ausencia de quien preside nuestro país ya es irrelevante.

Es que la gigantesca obra de Francisco ha quedado registrada en nuestros oídos, nuestra memoria y nuestros corazones. Y es lo trascendente, lo que nos interpela a reparar en su legado y sostener su potente vigencia. Desde mi condición de mujer que creo en Dios, de familia judía, aunque sin práctica religiosa, madre, ciudadana interesada en la Política como un quehacer por el Bien común, identificada con el pensamiento nacional y la Justicia social, siempre lo admiré y sentí un legítimo orgullo por el compatriota que hoy nos deja.
Quién no solo asumió la conducción universal de un culto, sino que se enredó con increíble coraje y convicción en la agenda pública sin restricciones, oportunismos ni especulaciones.
 Que “se metió en el barro “de las miserias mundanas, poniendo luz en la oscuridad de tabúes, mitos y atavismos mezquinos.
 Se atrevió a incorporar un sujeto invisible, las mujeres, , en la estructura hermética de una institución milenaria.

 Y como condenó la “cultura del descarte”, en un Estado que se ausenta frente la vulnerabilidad y las asimetrías sociales, – visible y descarnada en la Argentina actual – predicó la práctica del abrazo interviniendo para superar conflictos y enfrentamientos, aun en los escenarios más desgarradores.

Tal vez por eso en su último adiós una gama multifacética y contradictoria de personajes, portadores de la más diversa ideología y concepción política (algunos en las antípodas de Francisco) como de distintas representaciones de la comunidad internacional, acompañaron su tránsito final.
 El Papa latinoamericano impregnó al mundo de grandeza, porque también fue un estadista notable. Quiera Dios que la fuerza del legado impida un retroceso, que no merece esta humanidad.

Clima

El clima en la ciudad
8°
nubes dispersas
Humedad: 94%
Viento: 3m/s S
Máx: 10 • Mín: 9
16°
Mie
18°
Jue
19°
Vie
16°
Sab
Weather from OpenWeatherMap

Related Articles

NacionalesEconomiaPolíticaSociedad

El desprecio de Milei a los que pagan impuestos: «No tuvieron talento o no tuvieron agallas»

A contramano de cualquier recomendación básica de lucha contra el lavado de...

NacionalesAgroEconomiaIndustriaPolítica

La agroindustria argentina aportó el 92% de las divisas netas entre 2020 y 2024

Sin embargo, según la Bolsa de Comercio de Rosario, , enfrenta políticas...

NacionalesPolítica

El bastión de la derecha tiene un nuevo dueño

Milei y Adorni se enfocaron tras la elección en posicionarse como la...