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LULA SERÁ CANDIDATO

lula ene 2018Por Dr. Ricardo G. Rodríguez     –   

Lula y sus gobiernos significaron un avance notable en la distribución del ingreso nacional a favor de los desposeídos del Brasil, un combate efectivo y duradero contra el hambre y el olvido de sus pobres; una mejora permanente del nivel de vida y del consumo de sus asalariados en todos los ámbitos y un fortalecimiento de su industria y comercio, en consecuencia. Todo ello, sin perjuicio de la colocación del país hermano en el primer estrato mundial del desarrollo. Desde la época del gran Getulio Vargas, el padre de la modernización brasileña, ningún político había logrado su nivel de popularidad y legitimidad en el gobierno. Salió de él sin buscar su re –reelección (pudiendo hacerlo con facilidad), mostrando de esa manera, gran respeto por las Instituciones y la Constitución  Esta conducta del ex -obrero y dirigente metalúrgico – que redundara en beneficios generales indudables en un análisis de buena fe –  generó por el contrario,  un odio inconmensurable en las elites brasileñas de la industria, vinculada con el capital extranjero, en el gran comercio parásito dominante y desde luego, en las altas clases medias alineadas a ellos. La actitud de la rosca anti Lula, no tiene nada de particular. Defienden sus intereses y ganancias a costa de los ingresos populares. Pero la gran prensa y los medios de comunicación monopólicos (Red O Globo; Diarios Asociados etc.) usan de carne de cañón a amplios sectores de la pequeña y gran burguesía de donde se nutre el poder Judicial, en una campaña de moralina relativamente justificada por la corrupción generalizada en legisladores de todos los partidos. Son éstos los que derrocaron a Dilma Roussef (bien que, con la colaboración de ésta, que había abandonado las políticas populares y pactado con los sectores económicos que terminaron derribándola mediante un golpe “blando “). Todo, nada más ni nada menos que para entronizar al traidor Temer, la envidia de los corruptos del mundo entero.

Pero Dilma no es Lula.

El ex dirigente metalúrgico, consciente de su indudable arraigo en las masas castigadas, dará una batalla enérgica y sólida en todos los frentes: en los estrados judiciales que le armaron una causa irrisoria y sin pruebas concluyentes y en la calle, con el calor y el afecto del pueblo: “os populares”.

Lula inscribirá su candidatura. Y seguramente será impugnado, en una postrer y desesperada maniobra para proscribirlo. Pero, con la ayuda de sus fieles militantes y el evidente desprestigio y decadencia de sus oponentes, ganará las elecciones y será presidente por tercera vez, todas las encuestas lo concluyen. Su victoria dará impulso y esperanza a todos los pueblos de América Latina.

Con la mira puesta en el porvenir.