Por Pablo Stein –
La historia argentina, para quienes investigan, nunca resulta un coto cerrado, ni tiene alambrados. Más bien es como un campo abierto, con sorpresas a cada paso.
Fermín Chávez
Vamos a abordar un episodio muy delicado y de mucha significancia para la comunidad uruguayense: La verdad histórica sobre la muerte de Pancho Ramírez.
HISTORIA Y LEYENDA
Fue Heródoto nacido en el año 485 antes de cristo quien puso los rudimentos de lo que significa tratar los hechos del pasado de acuerdo a un razonamiento que permita acercarnos a la verdad del tema tratado. Hasta entonces eran los mitos y leyendas los que se empleaban en los relatos.
Significado de leyenda
La leyenda está relacionada con la cultura y la tradición que acepta como reales historias vinculadas a un momento histórico determinado o a un personaje en particular.
En este sentido la Doctora en letras Gloria Beatriz Chicote, profesora en la Universidad Nacional de la Plata y miembro del CONICET, asegura que “Romance del Río Seco” de Leopoldo Lugones, “Sombras de Romances” de Ricardo Molinari en poesía y la novela histórica “Delfina” de Leoncio Gianello contribuyeron a la elaboración de los motivos legendarios de la tradición oral que atribuye la muerte de Ramírez a su intento de rescate de la mujer que había sido hecha prisionera.
¿Quién fue Delfina?
José María Fernández Saldaña, nacido en Salto, República Oriental del Uruguay, autor del “Diccionario Uruguayo de biografías” publicado en 1945, nos acerca su apellido Menchaca y Leandro Ruiz Moreno asegura que su primer nombre era María. Y nuestro conocido Bourband T dejo escrito que “De los antecedentes que he logrado acumular, podría establecerse con algún viso de verdad, que Ramírez conoció a su divino tormento en las proximidades de Paysandú, en una de sus andanzas por la Banda Oriental en su calidad de teniente de Artigas, al final de la campaña asoladora de 1818” Continua su relato Bourband T afirmando que estaba en casa de un matrimonio de brasileños de apellido Souza y Delfina tenía en ese momento unos 19 años. De ahí que se la mencione como portuguesa.
¿Qué dice la historia?
Encontramos que los relatos que nos hicieron conocer Mitre y Vicente Fidel López se hacen eco de la leyenda no de la historia y esto tiene un significado político que queda explicito cuando leemos: “Los fines de la Convención del Pilar no han sido otros que confabularse con los enemigos de los pueblos libres”. Palabras de Artigas, y quienes conocemos los planes revolucionarios complementarios a la declaración de Independencia el 28 de junio de 1815 y que contemplaba la entrega de tierras a los desposeídos, estamos en condiciones de afirmar que a la oligarquía, a quien siempre sirvieron estos personajes encontró en la figura del entrerriano y en su muerte un motivo para congraciarse con las masas.
Las memorias de Anacleto Medina
Las memorias de un guerrero que murió en el campo de batalla a los 90 años (Batalla de Los Manantiales” en el Uruguay y peleando en las tropas federales (Blancos) del General Aparicio, no pueden ponerse en dudas. así cuenta Medina los sucesos de Río Seco: “Yo no podía saber cuál había sido la suerte del general, la persecución de los enemigos sobre mí, cesó y me interné en un algarrobal. En seguida aparecieron cuatro soldados más de los nuestros, que traían a la mujer que acompañaba al general, a la que habían salvado de entre los enemigos”
Conclusiones
1-Mienten quienes afirman como Mitre que conocen los hechos por haber sido relatados por Anacleto Medina ya que este no presenció la muerte del caudillo y nada prueba que Delfina estuviese prisionera, solo rezagada y en medio de las fuerzas enemigas.
2-Ramírez murió en combate y la confusión e interpretación de los relatos de los autores son tan disimiles que se ignoran las reales circunstancias.
3· -Con seguridad la leyenda seguirá vigente en el pueblo, pero el rigor histórico nos impulsa a relatar los hechos que conocemos.
Bibliografía consultada:
Miguel Unamuno: “La muerte de Ramírez y las olvidadas memorias del general Anacleto Medina; A Peña Editor S.R.L; Bs. Aires; 1980
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 8/6/2022