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En el aniversario del nacimiento de Evita, análisis de LA RAZÓN DE MI VIDA…

Por Aida “Marisa” Toscani  –   

Tarde de cuarentena que invita a ordenar la biblioteca donde se acumulan desordenadamente libros, apuntes y carpetas. Así descubro viejos cuadernos de mi madre, donde ella escribía, con cuidada caligrafía, lo que enseñaría a sus alumnos de cuarto y quinto año sobre literatura española y argentina. Repaso, la Oda al Paraná, Salvador Joaquín Ezpeleta,  Garcilazo de la Vega, no hay un orden, se mezcla lo nacional, lo español. El Modernismo.  Entre ese fárrago de temas descubro un análisis de “La Razón de mi Vida”  de María Eva Duarte de Perón. ¿Por qué esta obra se incluía en los análisis de una profesora de Lengua y Literatura de la Escuela Normal de Concepción del Uruguay? La respuesta estaba en la política de adoctrinamiento que caracterizó al peronismo.

El gobierno de Perón, que abarcó desde 1946 hasta 1955, cuando fuera derrocado por un golpe militar, se ocupó de dar respuestas a les trabajadores, reconociendo derechos reclamados largamente. Fue esa razón, por lo que se identificaron políticamente con el peronismo.

Para hacer sustentable el gobierno, era preciso difundir las ideas doctrinarias que daban sustancia a las políticas que se instrumentaban. El pueblo fue el destinatario y a su vez el hacedor de trasmitir  ese pensamiento.

Los espacios que en primer lugar, eran los encargados de difundir la Doctrina peronista y las acciones de gobierno, eran las Unidades Básicas masculinas y femeninas. Éstas, cual finas nervaduras extendieron la doctrina peronista hasta los últimos rincones del país. También las instituciones como los Bancos oficiales, las escuelas, las sociedades de fomento, entidades todas, responsables de  explicar los alcances, por ejemplo, del Primero  y Segundo Plan Quinquenal. Así se informaba cómo esas medidas incidían en mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y las trabajadoras, a través de qué acciones se estimulaba la producción industrial, la rural,  la planificación educativa, la salud y todos los temas abarcativos del funcionamiento del país. Pero la herramienta que con más eficacia enseñó sobre el peronismo fue “La Razón de mi Vida” de Eva Perón.

Así lo analizaba la profesora Aída Martinetti de Toscani:

Análisis de “La Razón de mi Vida”
Género: narrativa, especie autobiográfico

Fines: 

explícito: confidencias de la autora

implícito: propósito doctrinal

Idea central: profundo sentimiento de amor al pueblo argentino y admiración al hombre que desde el gobierno encarna las reivindicaciones populares.

El fondo del libro lo constituye el sentimiento de amor de Eva por el pueblo al que están destinadas todas sus páginas.

Las ideas se expresan con una sencillez imposible de lograr si no estuvieran abonadas por una legítima fidelidad a la verdad.

Eva perón ha escrito “La Razón de mi Vida” para que el pueblo sepa como siente y cómo piensa quien llegó a los más grandes sacrificios para hacer efectiva la felicidad de los humildes: el general Perón.

Es una autobiografía a través de cuyas páginas se percibe la fina sensibilidad de la autora, capaz de entablar una sustantiva comunicación con el lector y de adentrarlo a un mundo animado de los más nobles ideales: conquistas cívicas y redenciones sociales.

El profundo sentimiento de amor que Eva Perón profesa al pueblo argentino y la admiración al hombre que desde el gobierno, encarna las reivindicaciones populares, constituye el fondo de la obra. Y ese mismo sentimiento de amor al pueblo, al que están destinadas sus páginas, es el que lleva a Eva a expresar sus ideas con una sencillez que tiene su raíz en una legítima fidelidad a su verdad interior.

No desdeña sin embargo el uso de originales y bellas metáforas, para la mejor comprensión de ciertas ideas demasiado abstractas.

Tal como ella lo dice “Este libro ha brotado de los más íntimo de mi corazón” Domina en consecuencia, en su escritura, un tono confidencial y emocional que le da belleza a su estilo y lo impregna de un humanismo sentido a todo lo que quiere expresar, que no es otra cosa que la doctrina, armazón sobre la que se construye el peronismo.

El libro consta de un prólogo y está dividido en tres partes:

1° Parte Las causas de mi misión

2° Parte Los obreros y mi misión

3° Parte Las mujeres y mi misión

En el capítulo inicial de la obra, la autora explica la causa y algunos aspectos de la misión que le toca cumplir en la Nueva Argentina de Perón. Para ello necesita remontarse a los años de su niñez, para justificar su posterior actuación, es decir aquellas primeras meditaciones infantiles, sobre la injusticia social. La existencia de los pobres  y de los ricos, realidad que siempre le preocupó. “Hasta los once años creí que había pobres, como había pasto y que había ricos como había árboles” realidades que engendraron sus primeros sentimientos de piedad y que la habrán de conducir más tarde a una vida de enormes sacrificios  que detalla en los capítulos 1, 2 y 3.

En el capítulo 4 explica cómo trata de evadirse de sí misma entregándose de lleno a su extraña y profunda vocación artística. Pero será la lectura de los diarios de su país lo que le permite agudizar sus observaciones sobre los problemas sociales argentinos vislumbrando una pronta solución nacional (cap. 5)

En los capítulos 6 y 7, se explaya en lo que ella llama “su día maravilloso, es decir el día en que su vida coincide con Perón, su augusta comunión de ideales que nada ni nadie podrá destruir”

En el capítulo 8° continúa el relato con los episodios dramáticos ocurridos el 17 de Octubre de 1945 en que sus días fueron jornadas “de dolor y fiebre” llegando a la conclusión que no ha de ser difícil morir de amor.

En el capítulo  9°, se refiere a su felicidad al comprobar que la mujer humilde y pequeña que ella es, fue la elegida por el más grande de los líderes. Su deber de gratitud para con él y los descamisados es ofrecerse por ellos en holocausto, si llegara el momento.

La última parte referida a la mujer Eva enfatiza el valor de la primera conquista del peronismo, como es el voto femenino, a partir del cual puede decidir los destinos del país y la posibilidad de que sus sentimientos generosos y llenos de bondad contribuyan a mejorar las condiciones de la política,  atravesada por conflictos y luchas de poder que caracterizaba la conducta de muchos hombres.

“A partir de ahora las mujeres podremos trazar nuestros propios caminos, dentro del cauce vibrante de todo un pueblo que marcha por la senda de superación de los problemas colectivos.” Y continúa Eva “Hemos superado el período de las tutorías civiles y nuestros derechos cívicos conquistados con nuestros esfuerzos y mediante el apoyo del General Perón, han puesto punto final al tutelaje que las leyes  ejercían sobre las mujeres argentinas”

La profesora ha leído las palabras de Eva y la fuerza y energía que contienen, quizás dejaron el aula en silencio.

Esta clase es mi homenaje a Eva en su cumpleaños, y a mi madre, las dos apasionadas mujeres, nacidas en mayo.

Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 7/5/2020

 

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