El acto de manejar definitivamente marca un antes y un después en la vida de cualquier persona, la seguridad vial no solo se trata de cumplir con la ley, sino de cultivar una cultura de responsabilidad compartida.
- Habilidades cognitivas: la capacidad de atender a los estímulos de la calle es esencial a la hora de “subirse al auto”.
- Coordinación de la percepción, la memoria y la anticipación junto con una constante evaluación del entorno.
- Responsabilidad sobre el acto de manejar.
En vista de estos datos, se recomienda que los adultos evalúen varios puntos antes de decidir si el adolescente puede o no manejar: cada persona es diferente y hay que evaluar si está preparada para tomar esa responsabilidad; es recomendable que asistan a una escuela de conducir y acompañar al menor en el auto durante el proceso de aprendizaje.
Es importantes destacar que la seguridad vial no solo se trata de cumplir con la ley, sino de cultivar una cultura de responsabilidad compartida que convierta el conducir en una experiencia segura para todas las personas intervinientes en el tránsito, sin importar su edad.
Gerente del Centro de Comando y Control de Ituran Argentina
(Fuente: ambito.com)