Pensar de forma crítica demanda claridad en la comunicación, capacidad de análisis, saber escuchar y argumentar. Conoce en esta lectura cómo agudizar esta técnica.
En un mundo inundado de información, noticias falsas y opiniones encontradas, la habilidad de discernir, analizar y tomar decisiones conscientes es una competencia esencial. Aquí es donde el pensamiento crítico entra en juego. Pero ¿qué es con exactitud?
Ante todo, se trata de una habilidad que nos permite pensar con claridad y lógica, para evaluar la información que recibimos. Esta aptitud va más allá de la mera memorización o repetición de datos; consiste en entender, cuestionar y, en última instancia, tomar decisiones bien fundamentadas.
A lo largo de este artículo, indagaremos cómo es esta forma de pensar, su importancia y de qué modo llevarla a la práctica en nuestra vida diaria. ¡Acompáñanos!
¿Qué es el pensamiento crítico?
El pensamiento crítico es la habilidad de analizar información y situaciones de manera objetiva, reflexiva y sistemática. No se trata solo de recopilar datos, sino de interpretarlos, de encontrar patrones, inconsistencias o posibles soluciones.
Como explica un artículo de la revista Propósitos y Representaciones, para el influyente filósofo estadounidense John Dewey, «el eje del concepto es la actitud de no aceptar las intuiciones, creencias, o ‘verdades’ de forma a priori, sino solo después de haberlas hecho pasar por un filtro crítico».
Asimismo, dicho artículo señala que tampoco es «recibir ideas, almacenarlas, recuperarlas y comunicarlas, sino un proceso en el cual uno piensa por sí mismo, formula preguntas uno mismo, encuentra información relevante uno mismo y llega a sus propias conclusiones uno mismo».
Características
Cuando todas las características de esta manera de pensar están presentes, el beneficio no es solo individual: hay un impacto positivo en la sociedad. Se convierte en una herramienta para enfrentar los desafíos de nuestra época y construir un futuro más preparado, consciente y equitativo. ¿Qué particularidades definen tal pensamiento? A continuación, desglosamos algunas:
· Solución de problemas: la base de este pensamiento es utilizar la lógica y la razón para identificar, analizar y resolver situaciones.
· Análisis objetivo: es la capacidad de valorar información desde diferentes perspectivas, sin dejarte llevar por prejuicios o emociones personales.
· Evaluación de evidencia: reconocer la diferencia entre hechos, opiniones y suposiciones. Es vital saber cuándo la información es creíble y cuándo no.
· Comunicación clara: es la habilidad necesaria para que puedas expresar tus ideas de manera clara y estructurada, facilitando el entendimiento a otros.
· Autorreflexión: destaca por la capacidad de reconocer y analizar las propias creencias, argumentos y acciones, identificando posibles áreas de mejora o reconsideración.
Claves para desarrollar el pensamiento crítico
La adopción del pensamiento crítico no es un acto espontáneo, sino un proceso que requiere intención, práctica y una mentalidad abierta. Aquí se presentan los pasos esenciales para cultivarlo en la cotidianidad.
1. Cuestiona
No des nada por sentado. Al enfrentarte a una afirmación o idea, pregúntate lo siguiente: «¿Por qué es así? ¿Hay evidencia que lo respalde? ¿Cuál es la fuente de esta información?».
2. Amplía tus fuentes informativas
Consume información de diversas fuentes y perspectivas. Esto enriquecerá tu comprensión y te permitirá ver un tema desde múltiples ángulos.
3. Desarrolla la empatía
Trata de comprender y apreciar las perspectivas de otras personas, incluso si no estás de acuerdo con ellas. Esto contribuirá para que entiendas mejor los argumentos e identifiques sesgos.
4. Practica la autorreflexión
Dedica tiempo para reflexionar sobre tus propias creencias, valores y opiniones. Intenta reconocer cuando tus emociones o prejuicios influyan en tu juicio.
5. Escribe y argumenta
Al escribir o discutir un tema, te verás en la obligación de estructurar tus pensamientos y presentar argumentos de manera coherente. Esta técnica es bastante efectiva.
6. Evita las falacias lógicas
Estudia y familiarízate con las falacias comunes en argumentación, pues es una estrategia que previene caer en ellas y ayuda a reconocerlas cuando otros las utilicen.
7. Practica la escucha activa
Al escuchar activamente a alguien, no solo te preparas para responder, sino que en realidad estás intentas comprender su punto de vista.
8. Solicita retroalimentación
Permite que otros evalúen y critiquen tus ideas. Esta retroalimentación es factible para ver puntos ciegos en tu razonamiento. Funciona como método constructivo.
9. Reserva el juicio
Antes de formar una opinión o tomar una decisión, asegúrate de recopilar y evaluar suficiente información. A veces, es prudente reservar el juicio hasta que tengas una imagen más completa.
10. Aplica la curiosidad
Mantener una actitud de curiosidad es muy importante. Hazte preguntas, busca aprender más y disponte a modificar tu comprensión de las cosas.
Recuerda que el pensamiento crítico es una habilidad que se desarrolla con el tiempo. A medida que te familiarices con estos desafíos y trabajes para abordarlos, encontrarás que tu capacidad para pensar de manera crítica y objetiva se fortalecerá significativamente.
Pensar de modo crítico, una inversión a futuro
Ser críticos desde el pensamiento es una de las habilidades más valiosas del siglo XXI, como herramienta académica o profesional y como guía para navegar en un mundo complejo y en constante cambio. No obstante, para llegar a él hay que superar desafíos que van desde sesgos cognitivos hasta la influencia de las emociones.
Ya sea que tomemos decisiones personales, profesionales o cívicas, cultivemos tal modalidad de pensar como una inversión en nuestro futuro y en el bienestar colectivo. Y recuerda, la maestría en este tipo de pensamiento requiere un compromiso con la autorreflexión, la educación y la práctica.
Fuente: La Mente es Maravillosa.-
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 4/11/2023