
La imagen de Nuestra Señora de Luján acompañó a los soldados argentinos en 1982. Estuvo 37 años en Gran Bretaña y fue recuperada por un intercambio acordado por los obispados castrenses de ambos países, en una ceremonia en el Vaticano presidida por el Papa Francisco.
Concepción del Uruguay recibió ayer a Nuestra Señora de Luján, que estuviera en Malvinas durante el conflicto bélico del Atlántico Sur y que luego fuera llevada hasta el Reino Unido. Treinta y siete años después, tras las gestiones del papa Francisco, fue recuperada y devuelta a la Argentina.
Como parte de una recorrida por el territorio nacional, la imagen, llegó desde Gualeguaychú, en viaje por la ruta nacional 14, para ingresar a las 8:30 a la Histórica, escoltada por una importante caravana de vehículos, entre ellos el del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, que, al sonar la sirena, convocó a numerosos vecinos, y el de la Gendarmería Nacional Argentina, que trasladó a la Virgen Malvinera, como se la conoce, desde el acceso hasta el microcentro.
A su arribo fue saludada con los pañuelos en alto por una multitud. También por el presbítero Mariana Maio y la Banda del Batallón de Ingenieros Blindado 2, encargados de dar las cálidas palabras de bienvenida y del respetuoso recibimiento musical, respectivamente. Por su parte, los veteranos de Malvinas fueron los encargados de portar a María, subirla por la escalinata del templo, mostrarla a la comunidad y efectuar un repaso de cómo se recuperó esta imagen tan cara a los sentimientos de los argentinos. Minutos después, la Virgen de Luján hizo su entrada al templo para la realización del acto evocativo al que asistieron los veteranos de la guerra y los familiares de ex combatientes, representantes de las fuerzas vivas de la comunidad, feligreses y vecinos.
El homenaje se inició con el Himno Nacional Argentina y la Marcha de Entre Ríos seguido por el emotivo discurso de Omar Tavarez, dueño de la trompeta que un oficial británico se llevó como trofeo de guerra y que, después de 35 años, recuperó tras la decisión del soldado de entregarla a su legítimo dueño y en sus propias manos. El músico trajo consigo el histórico instrumento que usara en las islas y que le fuera sacado por un soldado escocés y que, pasado los años, éste se la devolviera con el estuche en la que la guardaba. Tabarez lució, además, con orgullo la medalla, que lleva en su pecho, con las Malvinas y las dos incrustaciones de piedras del Cementerio de Darwin, sacadas a escondidas de los ingleses y que, para él, representan a los verdaderos héroes, que son los caídos en combate. Concluida el ceremonia se dio paso a la celebración de la Eucaristía, presidida por el obispo de la Diócesis de Gualeguaychú, monseñor Héctor Luis Zordán, acompañado por el cura párroco de la Basílica, presbítero Oscar Menescardi, y el padre Mariano Maio.
A la tarde, la Virgen Malvinera se despidió de Concepción del Uruguay para retomar el periplo rumbo a Concordia, siendo la imagen subida y trasladada en su salida por un móvil de la Prefectura Naval Argentina.
(fuente: La Calle)