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INVAP: ¿cómo trabaja la empresa estatal que posiciona a Argentina como exportador de radares?

 

 

Durante 2023 la empresa estatal rionegrina de tecnología de alta complejidad INVAP (Investigaciones Aplicadas) realizó con éxito su primera exportación de radares a Nigeria para el control de aeropuertos y seguridad con tecnologías de punta diseñadas y construidas en el país. Con ese hito cerró un ciclo que se inició a comienzos de siglo, cuando fue contratada por el Estado para comenzar a fabricar estos instrumentos, y abrió una nueva etapa en la cual busca expandirse a nuevos mercados.

 

Somos el principal referente de América Latina en la materia. Tenemos capacidades de desarrollo, fabricación, integración, puesta en marcha y mantenimiento. Sin dudas, estamos en condiciones de salir a competir al mundo”, afirma Micaela Rodrigo, subgerenta de Gobierno, Defensa, Seguridad y Ambiente de INVAP.

En estos años se instalaron numerosos sistemas en aeropuertos argentinos para controlar el tráfico aéreo comercial, radares de seguridad en la frontera norte del país, y se desarrollaron 10 radares dentro del territorio nacional.

Control argentino

Actualmente se apunta a seguir radarizando el país y para ello se instalarán nuevos equipos en los aeropuertos internacionales de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Además, hay otros 10 radares meteorológicos para el Ministerio de Obras Públicas que se pondrán en marcha entre 2023 y 2024.

Asimismo, trabajaron en la modernización de 40 radares terrestres del Ejército, que datan de la década de 1970 y que no estaban operativos, así como de radares de la Fuerza Aérea que se usaron en la guerra de Malvinas. En ambos casos eran artefactos analógicos que se pasaron a digital, entre otros beneficios que le agregaron, a los cuales se les extendió la vida útil.

Además, la compañía firmó un contrato con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) para el mantenimiento de todos los equipos que se entregaron hasta ahora y para modernizar los radares secundarios bajo estándares internacionales, agregándoles un nuevo modo de uso, llamado “S”, que constituye un requisito en Europa y Estados Unidos.

Según Rodrigo, algo importante a tener en cuenta “es que el país no tenía radares hasta hace relativamente poco tiempo. Desde INVAP colaboramos con la radarización de Argentina. Hemos desarrollado y fabricado radares, los cuales pueden ser mantenidos en el país, atendiendo todo el ciclo de vida del producto”.

Apuntar al exterior

Una vez que la empresa se hizo fuerte en el mercado argentino, logró la primera exportación de un radar de uso civil a Nigeria. Se trata de un equipo móvil con un sistema que incluye un radar secundario y uno primario 3D para uso civil. La operación comercial abrió las puertas del mercado africano y mejoró las perspectivas para ampliar las exportaciones de este tipo a otras naciones.

La apuesta de la empresa es seguir creciendo en sus contratos internacionales. A comienzos de junio se conoció que Argentina exportará tecnología nuclear a China a partir del trabajo conjunto entre INVAP y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), mediante el diseño y la construcción de plantas de producción de radioisótopos y generadores de tecnecio para la medicina nuclear.

Además, India inauguró en mayo otra planta de producción de radioisótopos, diseñada y fabricada por la empresa estatal argentina. El proyecto tiene por objeto la producción de Molibdeno-99, una herramienta esencial para la atención médica que se utiliza con fines diagnósticos en medicina nuclear.

En el presente, el área de Gobierno, Defensa, Seguridad y Ambiente de la empresa involucra a 100 profesionales e integra un ecosistema de 150 pymes nacionales de base tecnológica, que colaboran como proveedores. “Desde 2005 el área tuvo un crecimiento muy importante. Hoy no sólo tenemos proyectos en ejecución para el desarrollo de sistemas nuevos, sino que además tenemos iniciativas recurrentes de fabricación de radares”, asegura la ejecutiva.

Crecimiento exponencial

El proyecto de fabricación de radares de INVAP nació de la mano de una misión espacial: la constelación de satélites argentinos SAOCOM. La empresa de Río Negro participó como principal contratista de todas las misiones de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que comenzaron con la serie de cuatro satélites SAC y se extendieron con la constelación SAOCOM, completada en 2020 y actualmente operativa.

Para esta misión, la empresa tuvo a su cargo el desarrollo de un Radar de Apertura Sintética en banda L, que es inédito en el país y casi en todo el mundo. Este desafío sirvió para que INVAP fuera contratada por el Estado nacional para el diseño y fabricación de otras tecnologías.

Hace 20 años que la compañía trabaja en conjunto con la Fuerza Aérea para radarizar el país. Así, desarrollaron 23 radares secundarios para el control civil del espacio aéreo, que se instalaron en diferentes aeropuertos del país. Más adelante realizaron radares primarios 3D que, a diferencia de los segundos -que permiten establecer comunicación con los aviones que poseen un equipo receptor-, pueden observar todo lo que vuela. Esta tecnología se usa en la vigilancia de fronteras para detectar aquellos aviones que no quieren colaborar. Para ser competitivos a nivel mundial, la empresa fabricó nuevos instrumentos más chicos y económicos.

Círculo virtuoso

Para avanzar en sus proyectos, la firma impulsa el desarrollo de pymes nacionales de base tecnológica para que participen como proveedores de sus proyectos. Con esta visión responde a la misma lógica con la cual la CONAE acompañó el crecimiento de INVAP, que a partir de los proyectos de la agencia espacial comenzó a trabajar en el sector satelital e impulsó una nueva área de negocios para la fabricación de radares.

“El proyecto SAOCOM fue muy importante. Gracias al desarrollo de un radar para el espacio aprovechamos esas capacidades y el conocimiento adquirido para abrir una gerencia nueva dentro de la empresa. Nuestros saberes sobre instrumentos con tecnología digital podrían volver a confluir en el proyecto de un satélite meteorológico«, resalta.

Fuente: Página/12