Por Ángel Harman –
En estos días se están cumpliendo un nuevo aniversario (mas de 45 años) desde que inicié la investigación sobre los indígenas que vivieron en Concepción del Uruguay. Comencé por los registros existentes en el Archivo de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, a lo que sumé los datos extraídos del Censo de 1820. Varios años más tarde, pude incluir a los africanos esclavizados y a los afrodescendientes, con información extraída del mismo archivo, de los censos y de la bibliografía que -en forma ocasional- hacía mención a este grupo social. Por diversas razones, sólo pude obtener escasa información de personas que conocieron a algunos afrodescendientes.
Debo aclarar que al comenzar esas investigaciones lo hice en completa soledad, sin la orientación de los especialistas locales; al contrario, alguno trató de desalentarme con el argumento de que –el de los indígenas- “es un tema que en Entre Ríos no tuvo importancia; por lo tanto, no interesa”. Del mismo modo, la presencia histórica de los africanos y afrodescendientes, tampoco era significativa. Pero pudieron más las ansias por desentrañar “la otra Historia”.
Ha pasado demasiado tiempo y se continuó con la temática tradicional: el accionar de los caudillos locales, las genealogías de las élites y los temas relacionados con lo político-institucional, con preferencia sobre el siglo XIX. Pareciera que abordar la crítica al accionar de los próceres locales fuese una transgresión imperdonable. Además, pasó el siglo XX y poco se avanzó sobre diversos temas relacionados con ese tiempo histórico en el que la provincia fue perdiendo representatividad económica y política, mientras se convertía en un territorio que expulsaba población.
Han sido los historiadores no entrerrianos (Roberto Schmit, Julio Djenderedjian; Raúl Fradkin, etc.) quienes fijaron su atención en otras temáticas menos trilladas para tratar de explicar cómo emergió la provincia de Entre Ríos en el territorio rioplatense; cómo se formaron las elites –los “notables”-; cómo se conformó la identidad entrerriana, qué obstáculos se le presentó a la colonización agrícola en esta provincia, que la diferencian con las experiencias y resultados de las otras provincias pampeanas.
En fin, desde hace mucho tiempo me he guiado por la idea de que hay otras historias, que deben ser exploradas y explicadas.
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«No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?»
(Francisco de Quevedo)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 22/9/2021