La energía será un sector clave para la macroeconomía argentina, porque el salto exportador podría tener un impacto positivo en el siempre complicado balance de pagos. En este contexto, el próximo gobierno deberá encarar una serie de agendas urgentes.
Autoabastecimiento y potencia exportadora
Por un lado, la infraestructura. Pese a contar con recursos de sobra en Vaca Muerta, para lograr el autoabastecimiento energético el país deberá avanzar en obras prioritarias. La reversión del gasoducto para llevar gas al norte del país ya fue licitada y cuenta con el financiamiento, por lo que las obras deben ejecutarse.
Naftas y tarifas
El próximo gobierno deberá determinar el futuro de precios clave para el bolsillo. Los combustibles se encuentran en el marco de un acuerdo de precios con refinadoras y petroleras, que finaliza a fines de noviembre. El futuro dependerá del valor del tipo de cambio y el precio del barril criollo, que debido a la suba del precio internacional, se encuentra con un gap importante con el precio de exportación. Además, el impuesto a los combustibles líquidos fue prorrogado nuevamente hasta febrero, momento en el cual deberá definirse cómo sigue ese tributo.
En cuanto a las tarifas, en el caso de la electricidad ya quedó definido cómo quedarán los precios durante el verano. En la actualidad hay alrededor de un tercio de las familias, que en conjunto con industrias y comercios, pagan la totalidad del costo de generación y no reciben subsidios. Para Juan Jose Carbajales, director de la consultora Paspartú, el foco del próximo gobierno estará en los llamados N3: son los usuarios de ingresos medios que quedaron subsidiados en el marco de la segmentación, y que con aumentos muy por debajo de la inflación, pagan menos del 20% del costo de generación de la energía. Para los N2, que son las familias con tarifa social, no se esperan cambios debido a que son quienes tuvieron los ingresos más vulnerados.
Energía eléctrica
Una agenda urgente será también la de la energía eléctrica. Por un lado, el futuro de los entes reguladores, como el ENRE, que actualmente están intervenidos. Por otro lado, la conclusión de la revisión tarifaria integral (RTI). En junio arrancó el proceso, pero no culminó. allí se van a determinar, a través de una evaluación técnica económica, los distintos parámetros de calidad de servicio que se le van a imponer a las distribuidoras Edenor y Edesur para el quinquenio 2024-2028.
En cuanto a la generación, el próximo gobierno deberá definir en manos de quién queda la generación hidroeléctrica. En agosto comenzaron a vencer las concesiones de las represas del Comahue, y el Ministerio de Economía definió su prórroga, hasta el próximo enero. Pero, desde diciembre y también en 2024 continúan venciendo otras 17 concesiones, luego de su privatización hace 30 años. Las represas explican hoy casi un tercio de la generación eléctrica.
Fuente: Ámbito