La tendencia de precarización del mercado laboral observada durante el Gobierno de Mauricio Macri se mantuvo durante el primer trimestre de 2020, según lo informado este martes por el INDEC. Mientras se redujo el empleo asalariado registrado, en comparación con el mismo período de 2019, aumentó la cantidad de asalariados no registrados y de trabajadores independientes.
En el mismo sentido, también se produjo un salto del 4,5% en el empleo no asalariado, que incluye a los trabajadores por cuenta propia.
En conjunto, los asalariados no registrados y los cuentapropistas componen el 49% de la estructura laboral en Argentina. Sin embargo, cabe aclarar que esta cifra no puede tomarse completamente como informalidad debido a que dentro de los trabajadores independientes se encuentran individuos con ocupaciones de alta estabilidad.
El informe del INDEC también reflejó que la «remuneración al trabajo asalariado» total significó el 49,8% del producto generado en el país, medido por el método de valor agregado (distinto al del PBI tradicional). Paralelamente, el 15,2% correspondió al «ingreso mixto bruto», categoría mayoritariamente ocupada por los monotributistas. El ingreso restante estuvo vinculado al «excedente bruto de explotación» (alquileres, rentas, dividendos, etc) y «impuestos netos de subsidios a la producción».
A nivel sectorial, los porcentajes más altos de trabajo asalariado no registrado fueron exhibidos en agricultura, ganadería, caza y silvicultura, en servicios sociales y de salud privados y en el trabajo doméstico. Por su parte, los indicadores más altos de empleo independiente estuvieron en la construcción y el comercio.
Mientras tanto, los sectores con mayores niveles relativos de formalidad, dentro de aquellos que contribuyen de manera importante al empleo total, fueron la industria manufacturera, el transporte y las comunicaciones, actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, y la enseñanza, tanto pública como privada.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) resaltó el aumento de la informalidad que se observó en el informe del INDEC, un comportamiento que ya se viene observando hace algunos años.
«El Estado pierde recaudación por las contribuciones patronales, los aportes personales y el impuesto a las ganancias correspondientes a cada uno de estos trabajadores. La alta carga tributaria destruye empleo registrado y genera incentivos a la creación de empleo en negro», concluyeron desde el IARAF.
Fuente: Ámbito