Es una expresión que suele usarse ante los hechos consumados. Al oírla, el oyente comprende que no hay esperanza de cambio. Pero, ¿qué tiene que ver una tía de en todo este asunto?
Ocurre que “tu tía” viene de la mala interpretación de atutía o tutía, término con el que se designaba a “la costra que queda en la chimenea del horno después de procesar ciertos minerales”.
Con esta mezcla, se preparaba (en tiempos en los que no había una farmacia en cada calle, abierta las 24 hs, un unguento que, como contenía óxido de cinc, favorecía la cicatrización.
Así que toda herida o problema donde apareciera sangre visible, se trataba con dicha preparación.
Cuando esta no daba resultado, ya no había posibilidades de curación.
Por eso la expresión de que “no hay tutía”, se usó como sinónimo de “no tiene remedio o solución”.
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 4/5/2017