Ella era menudita, tenía apenas veintidós años de edad cuando unió su vida a él, un hombre enorme y gordo de cuarenta y tres años, divorciado, y comunista.
La fiesta se llevó a cabo en una casa en Coyoacán propiedad de una gran amiga de los novios: Tina Modotti.
Para sorpresa de todos el platillo fuerte del banquete: mole negro de Oaxaca fué preparado por Lupe Marín quien era la ex esposa de Diego, la misma que había protagonizado varios escándalos debido a sus celos.
Además del mole negro hubo una serie de platillos mexicanos para deleite del paladar de los invitados: chiles rellenos, pozole, arroz, capirotada y pastel de bodas, para beber: pulque y tequila, o en su defecto agua de frutas.
La mamá de la novia estaba desconsolada, había hecho todo lo posible para evitar esa boda, ella que se había esmerado tanto en la educación de su hija, ella que era tan católica y el novio que era tan ateo y tan comunista ¡Dios bendito! ¡El demonio había entrado a su casa! El papá de la novia consolaba a su esposa haciéndole ver que no era tan malo.
Juntos se retiraron temprano de la fiesta. Entrada la noche, Lupe Marín se acercó a la novia, le levantó la falda y señaló sus piernas mientras gritaba llamando la atención de los invitados: ¡Miren! ¿Ven estos palos? ¡Esto es lo que tiene Diego ahora en lugar de mis piernas!
La pobre novia se soltó como pudo y corrió a esconderse de las risitas burlonas y las exclamaciones incómodas de los invitados que habían visto su pierna derecha adelgazada por la poliomielitis
Así fue la celebración matrimonial de Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón y Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, un día como hoy hace ya, 94 años.
(Fuente: página de Facebook Academia Iberoamericana de poesía El Colibrí)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 1/11/2023