El uso de la bicicleta creció de manera exponencial en las principales ciudades del país, incluso entre personas que nunca se habían animado a pedalear, o que lo hacían solo de manera ocasional. Ya sea por deporte, necesidad o como alternativa sustentable, la preferencia por estos rodados vive un boom considerable. A ese escenario se sumó el año pasado la irrupción de la pandemia de Covid-19 con las consecuentes restricciones a la movilidad y al transporte público.
El ciclista urbano
Luciano Canaglia es propietario de Bicicleterías Canaglia, una empresa familiar que cuenta con cuatro sucursales, incluyendo una de más de 80 años, ubicada en Liniers. En diálogo con ámbito, Canaglia celebra el furor por las bicicletas, aunque advierte que no será eterno y detalla las dificultades que el sector atraviesa como consecuencia de la pandemia y la crisis.
«Tenemos la suerte de estar en una ciudad que se está preparando desde hace 10 años para la bicicleta, y que es relativamente chica en cuanto a distancias. Cualquier traslado se puede hacer en bici. A raíz de eso, y de la inhabilitación del transporte público, que usaba mucha gente que no se puede comprar un auto, la bici quedó como un camino natural. Si la comparás con una moto, la bici no tiene gastos de patente, seguro, nafta. Es otro tipo de economía», analiza.
Si bien reconoce que existe incertidumbre por el contexto y que el boom de la bici no se sostendrá para siempre, Canaglia destaca que «hoy el sector se reacomodó» y explica: «Hay que entender que el boom fue global también, no solo local. El hecho de que Argentina haya cerrado mucho antes que el resto del mundo, y que lo haya mantenido por tanto tiempo, hizo que cuando la gente empezó a necesitar bicis, la fábrica de China ya no tenga stock, porque Europa y EEUU, principales jugadores del mercado, lo habían acaparado todo. Llegó a haber demoras de 12 y 15 meses, cuando lo habitual es que tarden entre dos o tres meses».
Con respecto al perfil del usuario porteño, el empresario analiza: «El ciclista urbano, en Capital, se mueve mucho en bici plegable, que tiene el beneficio de ocupar poco espacio, sobre todo si vivís en un departamento. Las bicicletas siguen siendo un bien barato para el uso que se les da. Incluso si lo comparás contra el transporte público, con la cantidad de plata que gastás por mes yendo y viniendo en colectivo, contra lo que puede salir una cuota de una bicicleta, seguro me parece barato”.
Pero más allá de la practicidad de las plegables, las estrellas porteñas son otras: las mountain bike, bicicletas con cuadro de aluminio, 21 velocidades y freno a disco. «Se venden mucho por su versatilidad. Arrancan en un precio público de $55.000 y de ahí para arriba. Nosotros trabajamos con bicis de hasta $600 mil. Hay muchos viajes con amigos, Argentina es un país muy grande, con un montón de lugares que se pueden recorrer en bici. La primera compra por ahí no es 100% urbana, por una cuestión que el día de mañana una mountain te permite hacer cualquier otro tipo de viaje que surja. Muchos ciclistas urbanos terminan migrando a ser deportistas novatos».
Sobre los precios, Canaglia dice que no solo hay que tener en cuenta la devaluación del peso argentino con respecto al dólar, sino también la del dólar con respecto a la moneda china, es decir, una doble devaluación. Según apunta, a eso se le suma la falta de stock que generó la crisis: “Al tener poco, muchos proveedores y distribuidores tuvieron que aumentar los precios para regular un poco el mercado».
Consultado acerca de la actualidad del rubro y del perfil de los clientes, Canaglia dice: «Apuntamos a darle una solución a las personas que les cerró el gimnasio y quieren hacer un poco de ejercicio, a aquel que no se puede subir al transporte público y necesita moverse. Apostamos a dar una solución en ese tipo de sentido».
Volver a la bici
Por su parte, Romina Ruiz Diez, gerenta de New Bikes, comenta: «Hubo un boom entre agosto y noviembre del año pasado. Esos meses experimentamos ventas que nunca hubiésemos esperado, la verdad fue enorme. En diciembre se tranquilizó un poco por falta de mercadería. Yo creo que se hubiera podido sostener un par de meses más si hubiera estado la mercadería, porque la demanda existía».
«El boom de la bicicleta acompañó a la pandemia, fue eso. Hay mucha gente que viajaba en transporte público y que ahora no se anima, o gente que iba en auto y le cerraron el gimnasio y ya no hace actividad física, entonces recurre a la bici. Creemos que esa es la causa», reflexionan desde la firma que cuenta con locales en Belgrano y Palermo.
Al igual que en muchas otras ramas, la mayoría de la industria de la bicicletería trabaja con bienes importados -el 95% de los componentes, según Ruiz Diez-, por eso el tipo de cambio es un factor clave: «A algunos importadores se les hizo un desfasaje. Vendían con el dólar a $80 y tenían que comprar por arriba de los $100. No llegaban a completar los giros al exterior. Además, se incrementaron un 1.000% los costos de flete de oriente. Muchos esperamos a que eso se acomodara para poder embarcar mercadería allá. Esos meses hubo mucha falta de stock».
En sintonía con Canaglia, Ruiz Diez explica que la bicicleta más demandada «es una de 21 velocidades, con cuadro de aluminio y suspensión delantera, de un rango de precio de entre $60 mil y $70 mil», y afirma que el éxito de las bicis plegables es un fenómeno urbano que reside, principalmente, en su capacidad para combinarse con otros medios, ya que se puede subir al tren, al colectivo o al subte.
Más allá de la baja estacional en las ventas en invierno, la ejecutiva es optimista de cara al futuro: «Tenemos una buena perspectiva a partir de agosto, cuando es el Día del Niño. Creemos que esta tendencia va a quedar más allá de la pandemia. La gente cuenta que volvió a la bici después de un montón y que encuentran mucha motivación. Creo que gran parte de los que se hicieron ciclistas en esta etapa van a permanecer, porque de repente, a la fuerza, entendieron los beneficios que tiene el uso de la bici».
Impulso
En el informe «¿Hacia una movilidad sustentable y segura?», presentado en febrero, el Ministerio de Transporte de la Nación profundiza sobre los puntales para conocer y fomentar el uso de la bicicleta en la Argentina, teniendo en cuenta los cambios que trajo la irrupción del coronavirus. De allí se desprende que, en 2018, la mayoría de ciclistas pertenecía a la región pampeana (49%), seguido por el NOA y NEA con 18,2% y 10,1% respectivamente.
El estudio también aborda las políticas públicas aplicadas por distintas ciudades de la Argentina. Entre ellas se destacan a Buenos Aires, Rosario y Mendoza, por sus programas de fomento al uso de bicicletas y de transportes sustentables. De la Ciudad, además de las ciclovías y de las Ecobicis, se remarca la construcción de 5.000 espacios para el estacionamiento de estos rodados en la vía pública.
En tanto, en Rosario, los viajes en bicicleta alcanzan el 5,3% del total de viajes realizados, y si se incluye el Área Metropolitana, ascienden al 8,4%. Las ciclovías de la ciudad comprenden actualmente 139 km y fueron instalados más de 1.000 bicicleteros públicos seguros. También se implementó el programa «Mi bici tu bici», que incluye 52 estaciones en zonas centrales del conglomerado urbano.
Mendoza, por su parte, también impulsa la movilidad sostenible. Para ello, cuenta dentro del Área Metropolitana con una extensión de 170 kilómetros de ciclovías y planea la construcción de más tramos, ampliando su cantidad e integrándolas a las ya existentes. Además, las municipalidades de Mendoza y Godoy Cruz implementaron el programa “En la Bici”, basado en el uso compartido de la bicicleta, que puede ser tomada gratuitamente en una estación del programa y devuelta en otro punto.
A modo de conclusión, el documento plantea una serie de puntos para promover la movilidad sustentable y segura en el país: la construcción de infraestructura para mayor seguridad; la formalización e integración a los y las ciclistas como actores en el tránsito, ya que sienten que no son percibidos como parte del entramado vial; el fomento al aumento del uso de elementos de seguridad entre ciclistas y el otorgamiento de facilidades económicas.
Fuente: Ámbito