Por Prof. Angel Harman –
Gonzalo de Doblas calculaba en 1785 que entre 8 a 10.000 indígenas andaban fugitivos de sus pueblos de las Misiones de guaraníes. Estaban “dispersos en las jurisdicciones de Buenos Aires, Montevideo, Santa Fe, Bajada, Gualeguay, Arroyo de la China, terrenos de Yapeyú, Corrientes y Paraguay, cuyos parajes aseguran todos están llenos de indios tapes…”
Para la formación de las tres villas en 1783, Tomás de Rocamora reunió a los pobladores dispersos en la campaña; entre éstos, fueron convocados algunos indígenas que trabajaban en las estancias para que poblaran las villas y se les dieron terrenos a fin de que construyeran sus ranchos.
Las primeras familias criollas que se establecieron entre los arroyos de la China y Tala, también dedicadas a la cría de ganado, a la labranza y a la explotación de los montes circundantes, comenzaron a emplear la mano de obra que proporcionaban los guaraníes misioneros.
La importancia de la mano de obra indígena está demostrada por diversas órdenes que las autoridades virreinales emitieron entre los años 1776 y 1781 para que se hiciese una redada o “recogida” de los indios y chinas de los pueblos misioneros que estaban dispersos en los partidos de la campaña bonaerense y santafesina.
Esas órdenes no tenían por objetivo devolverlos a sus respectivos pueblos, sino el de enviarlos a trabajar en las “obras del Rey”. Julián Colman, alcalde de la villa de Concepción del Uruguay, recibió órdenes del Comandante de Entre Ríos para que censara a los indígenas misioneros que vivían en las villas de Gualeguay, Gualeguaychú y Arroyo de la China. Además, a fin de cumplimentar con la repatriación de estos indígenas, debía procurarse carretas, bueyes y personal. Colman respondió acerca de las dificultades que tenía para dar cumplimiento a esas órdenes y porque la salida de los guaraníes provocaría graves perjuicios a la villa,
“pues para los trabajos de estancias, labranzas, para sementeras de trigos y chácaras con diferencia de muy pocos españoles y tal qual mulato, no hai otros peones mas que yndios, con mas diez o doce tropas que están fundadas en estas yslas para carvón y madera, para el abasto de Bs. Ayres, que no tienen otra peonada sino asimismo yndios. (…)”
En otro informe fechado el 26 de abril de 1790, se agregaron más datos sobre este asunto, en los que se hacía saber que en la villa de Concepción del Uruguay y en su entorno había un total de 215 varones indígenas de las Misiones, a los que se sumaban 58 mujeres que vivían con ellos. En esa fecha, el Comandante de Concepción del Uruguay, José de Urquiza remitió una carta en la cual informaba que en su jurisdicción se habían establecido guaraníes fugados de sus pueblos, que se mantenían asalariados o trabajando sus propias sementeras.
Aún más, la emigración o fuga de indígenas de los pueblos de las Misiones continuó en los años siguientes, ya que en 1803 el gobernador de Misiones, Santiago de Liniers, manifestó con relación al Arroyo de la China –Concepción del Uruguay- que
“en todo su distrito existen según me han asegurado personas fidedignas empleados en las islas del Uruguay y Estancias adyacentes, cerca de 3.000 yndios fugitivos de todos los Pueblos”.
Respecto de las causas que indujeron a los indígenas a abandonar sus pueblos, se han proporcionado diversas explicaciones: en parte, se debió a que los administradores que en cada pueblo reemplazaron a los jesuitas era gente carente, por lo general, de escrúpulos y a las desavenencias que se producían entre los seglares y los religiosos. Otra explicación está dada porque fuera de los pueblos, en las ciudades españolas y en las regiones que se estaban poblando, se les ofrecían nuevas oportunidades de acceso a la tierra o de trabajo asalariado.
Fuentes:
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DOBLAS, Gonzalo de, “Memoria Histórica, Geográfica, Política y Económica de la Provincia de Misiones de Indios Guaraníes”, en Pedro de Ángelis, Colección de Obras y Documentos relativos a la historia antigua y moderna de las Provincias del Río de la Plata. Tomo V, Buenos Aires, Plus Ultra, 1970
HARMAN, Ángel J., “Guaraníes misioneros en Entre Ríos”, en Revista Ser nº 19. Cursos del Profesorado de la Escuela Normal “Mariano Moreno”, Concepción del Uruguay, 1977, p.p. 207-220 HERNÁNDEZ, Juan Luís, “Desobediencia y fuga. Estrategias guaraníes tras la expulsión de los jesuitas (1768-1799), en VII Jornadas Internacionales sobre las Misiones Jesuíticas, Resistencia, 1998. Instituto de Investigaciones Geohistóricas. Conicet. Facultad de Humanidades, UNNE, p.p.281-297
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