Por Alfredo Guillermo Bevacqua –
El silencio de las calles sin personas ni autos, se nos hizo estridente, cuando desde el celular escuchamos “Falleció Pedrito Bernardi”. Es cierto que hace mucho nos habíamos quedado sin su presencia serena, sin ampulosidades; hace mucho la Cooperativa se había quedado, imprevistamente, sin un caudal de conocimientos acumulados en tres décadas de una entrega total, sin retaceos, a la que hoy es la empresa mas importante de la ciudad y seguramente una de las principales de la actividad aseguradora.
Fue siempre “Pedrito” para sus compañeros, tal vez por su baja estatura física, por su bajo perfil, pero grande en el afecto de todos y muy importante desde su Jefatura, por el dominio de todos los ramos que comercializaba Río Uruguay.
Una intervención quirúrgica, de esas que parecen sencillas, derivó en situaciones que pusieron en serio riesgo su vida y que lo llevaron a que ya no pudiera reintegrarse a su lugar de trabajo, generando el dolor que provocan aquellas ausencias que no pueden explicarse.
A su laboriosidad, responsabilidad, seriedad y capacidad, agregaba calidad humana y manifestarse siempre como un buen compañero. Quienes lo conocieron fuera de su ámbito laboral supieron también de su integridad.
El profesional que semanalmente lo acompañaba en la esperanza de una recuperación, nos relataba que mencionarle el nombre o el apellido de un compañero de Río Uruguay, era siempre una buena excusa para arrancarle una sonrisa y demostrar que su memoria estaba intacta –al menos- en ese punto.
Ayer, en estos días de angustia y dolor, fue trasladado a su definitiva morada en el Jardín de Paz. Tenía 71 años.-