El economista, ex legislador y presidente del partido Unidad Popular, Claudio Lozano, habló con LA NUEVA MAÑANA y dijo que las reformas son viejas y fundadas en enfoques equivocados.
En medio de la discusión sobre las leyes que modificarán aspectos fundamentales de la realidad nacional, Claudio Lozano sostuvo que, desde que asumió el presidente Mauricio Macri, el déficit fiscal subió y con la política tributaria que se está promoviendo se perderán casi 500 mil millones de pesos.
Para el economista no hay ninguna estrategia de reducción del déficit y lo que se está haciendo es desgravar a las empresas, desfinanciando al Estado y poniendo en ajuste permanente las condiciones de vida de la población. “Este cóctel es un cóctel que no ha dado resultado nunca y que no hay razones para que lo dé ahora”, remarcó.
Para Lozano, el punto clave para resolver los problemas del país pasa por asumir que “el mal argentino no es económico, es político”, y plantear una propuesta nueva y distinta “que le abra a los argentinos un horizonte”. “Se pueden hacer las cosas muchísimo mejor y con una orientación que tenga el criterio de la igualdad y la emancipación como claves principales”, aseguró.
Más de lo mismo
Lozano sostuvo que las reformas propuestas son viejas y fundadas en enfoques equivocados, expresando el interés de un conjunto de corporaciones que buscan a través de estas políticas incrementar sus niveles de ganancias y su estrategia de negocios. Admitiendo que Argentina necesita discutir cambios en materia impositiva, previsional y laboral, el economista señaló: “Tenemos un esquema impositivo sumamente injusto, que penaliza la producción y el trabajo a favor de las finanzas, que ciertamente merece ser reformado. Ahora lamentablemente la propuesta está dirigida casi exclusivamente a desgravar impositivamente a las empresas y ampliar la presión tributaria sobre los hogares”.
En un país en el que hay 114 mil personas que tienen un patrimonio neto superior al millón de dólares, de los cuales hay mil personas que tienen un patrimonio neto superior a los 30 millones de dólares y hay 11 fortunas que tienen un patrimonio superior a los mil millones de dólares, Lozano sostiene que “con cobrarles a esta gente la alícuota vigente de Bienes Personales recaudaríamos lo necesario para garantizar un subsidio para todos los hogares que están en situación de indigencia para que no pasen hambre. Por lo tanto, en lo impositivo van para atrás”.
Reforma laboral
La modificación de leyes laborales es el núcleo de la estrategia gubernamental, ya que se considera que el eje del problema de la Argentina es el costo laboral y consecuentemente todo se orienta a bajarlo. Para uno de los fundadores de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la reforma laboral en vez de discutir cómo modificar las relaciones laborales en un mundo signado por el cambio tecnológico, la necesidad de reparto del empleo y la capacitación de los trabajadores, tiende a transformarlos en algo parecido a una materia prima para que ingrese o salga de la empresa sin costo para el patrón y en función de su necesidad. Lozano recalcó que “esto no tiene nada que ver con discutir en serio una perspectiva más interesante para el país”.
Mentiras en la cara
Al no contar con mayoría en ambas cámaras, el Gobierno recibió el acompañamiento de una parte muy importante del sistema político que sostuvo al kirchnerismo. “Nada podría haberse hecho sin los servicios prestados por Pichetto, Massa, Urtubey y tantos otros, que una y otra vez terminan esquilmando al conjunto de la sociedad argentina en función de defender en todo caso criterios que tienen que ver con un modo de gobernar sus provincias, asociados a las élites dominantes”, enfatizó el ex diputado nacional. Las propuestas de compensación y reparto de ingresos impositivos llevaron a que, según Lozano, se mientan en la cara, ya que la tendencia indica que se reducirá la masa de fondos que se tributará. Esto hace que haya responsabilidades compartidas, sobre todo en el desfinanciamiento del sistema previsional.
Alerta por el endeudamiento
Analizando la situación de la deuda del Estado argentino, Lozano apuntó que “en solo dos años el gobierno ha tomado 90 mil millones de dólares de los 320 mil millones de dólares de deuda pública que la Argentina va a tener a finales de este año, es decir la tercera parte tiene responsabilidad directa el gobierno actual”. Además, hay una previsión para tomar 46 mil millones de dólares más en el próximo año. “Hemos ingresado en una calesita, que es la calesita del endeudamiento perpetuo, como tantas otras veces la Argentina lo ha vivido. Obviamente esto es algo preocupante no solo por la magnitud del endeudamiento que ya se ha tomado, sino que además lo es en términos de que nos lleva de vuelta a la posibilidad de una nueva crisis externa en el momento en que desde afuera decidan no prestarnos”, advirtió.
Oportunidad desperdiciada
“Yo creo que se perdió una inmejorable oportunidad en la experiencia anterior, el gobierno kirchnerista. Creo que se habían construido condiciones sociales, políticas y económicas para poder hacer cosas, abriéndole un horizonte nuevo a la Argentina y creo que lamentablemente eso no ocurrió”. Esto derivó en que mucha gente terminara pensando que lo que hoy ocurre es consecuencia del desmanejo y la corrupción del gobierno anterior, transformándose en una batalla político-cultural en la que el actual oficialismo se impuso. “En eso que pasó hay cosas que son muy importantes como el papel del Estado, las políticas públicas, las políticas sociales, cosas que hoy son repudiadas porque fueron puestas en un marco realmente complicado”, admitió Lozano. La candidatura de Daniel Scioli, que en realidad no expresaba algo muy distinto a lo que representabanMauricio Macri o Sergio Massa, reveló la metamorfosis del kirchnerismo, que terminó planteando prácticamente la necesidad del ajuste. “Creo que eso hizo que mucha gente viviera como inexorable esto que está ocurriendo”, analizó, aunque “en realidad el afano por corrupción no le llega a los tobillos a la fuga de capitales monumental de los millonarios, se ha logrado instalar como verdad algo que es obviamente repudiable pero no explica lo que pasa en la Argentina”.
Orfandad política
“Es bueno dejar en claro que habiendo crecido como crecieron el PRO y Cambiemos en las últimas elecciones, el 60 por ciento del pueblo argentino no lo votó y creo que va a ser muy difícil que lo vote. Creo sí que hay una orfandad de propuesta política sobre la cual descansa la construcción de legitimidad por parte del gobierno”, aseveró. “Ciertamente crecieron en votos más por lo negativo que por nada de lo que han hecho. Más por rechazo a lo anterior que por construcción propia y eso es algo que tiene patas cortas, eso es muy frágil, no es algo que se sostenga en el tiempo”, observó, agregando que “se pueden hacer las cosas muchísimo mejor y con una orientación que tenga el criterio de la igualdad y la emancipación como claves principales”.
La solución a la pobreza
El drama de Argentina pasa por no aplicar la capacidad económica que tiene para atender las demandas de la población sumergida en la pobreza. “Lo único que hay que distribuir es el 2,4 por ciento del Producto, esto debiera movilizar la cabeza de todo el mundo. Si de cada 100 que produzco solo con el 2,4 por ciento yo puedo resolver la pobreza en la Argentina, es realmente impresentable que se sostenga un esquema en donde además estoy condenando a la mitad de los pibes a estar en esa situación”, cuestionó, para luego afirmar que “pobreza cero es posible hoy en la Argentina, que tiene capacidad económica para hacerlo. Lo que si tiene que hacer es orientar la política de otra manera”.
El panorama de cara al 2019
“Hoy no hay una alternativa sólida. Hoy hay una opción que es el gobierno nacional, está la opción de Cristina Kirchner, está la opción de los gobernadores y está la opción del FIT. En mi opinión, sacando el FIT, todas las demás no están planteando ningún horizonte interesante”, opinó. “Cristina en realidad ha quedado como conductora de un espacio que plantea un progresismo que, en tanto está envasado en la lógica de la corrupción, termina casi como un progresismo decadente, al cual le cuesta mucho convocar a la sociedad. Y creo que el Frente de Izquierda, que cuestiona con militancia, con compromiso todo lo que está ocurriendo, tiene dificultades para articular con el conjunto de la sociedad”, manifestó. “Me parece que se necesita una nueva confluencia política, una nueva confluencia social, que involucre a los trabajadores también, para hacer posible una nueva perspectiva de Argentina. Hay que construir otra cosa, este sistema político así como está es uno de los principales problemas que tiene la Argentina para poder plantear un horizonte distinto”, reclamó.
Fuente: Miguel Perín, diario La Nueva Mañana de Córdoba