Por Alfredo Guillermo Bevacqua –
Se cumple en la fecha un año mas del intento de magnicidio contra la Vicepresidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner. Ese día, pasada las 21 horas, la Sra. Vicepresidenta regresaba a su departamento en la intersección de calles Uruguay y Juncal, en el barrio de Recoleta, y como acontecía habitualmente centenares de simpatizantes la aguardaban para expresarle su cercanía y acompañamiento, en tiempos que el fiscal Diego Luciani, había dejado trascender que solicitaría 12 años de prisión en la causa denominada “Vialidad” e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Los canales de televisión, de aire y por cable, estaban presentes en ese regreso que se incorporaba posteriormente al resumen diario de información. Pero los canales de noticia trasmitían en directo; algunos lo hacían para mostrar el fervor que provocaba quien en ese entonces era la figura política de mayor atracción.
En vivo y en directo
Para sorpresa de quienes observaban la imagen de la Vicepresidenta, sonriendo y saludando al público, apareció en primer plano de la pantalla una mano, empuñando un arma, segundos después desaparece esa imagen y las cámaras toman un tumulto. Minutos después se confirmaría que la escena de la mano y el arma tenían por fin, terminar con la vida de quien es una figura predominante en la vida política argentina.
Se supo entonces que Fernando Sabag Montiel, detenido por dos militantes que formaban un cordón para el paso de la Vicepresidenta, era quien había apretado el gatillo, pero la bala no salió, y así salvó, milagrosamente, la vida Cristina Fernández de Kirchner.
Los detenidos
Días después fue detenida la novia de Sabag Montiel, Brenda Ullarte y quince días después del frustrado atentado, Gabriel Carrizo, quien sería el jefe de un grupo de vendedores de copos de azúcar. Mimetizarse como vendedores de ese producto fue la estrategia elegida para no despertar sospechas (extrañamente vendían un producto que consumen los niños, en un lugar en el que no había niños).
La no investigación
El caso quedó en manos de la jueza María Eugenia Capuchetti –magistrada allegada al macrismo- que asumió el cargo vacante por el fallecimiento del Dr. Norberto Oyarbide; el fiscal, en quien la jueza delegó la investigación es Carlos Rívolo.
Ambos han sido recusados por los abogadores de la Vicepresidenta, es que la investigación parece no interesarles mucho a Capuchetti y Rívolo, que lo han tratado como un hecho policial mas; no se ha hablado de violencia política, ni tampoco se consideró el marco de creciente violencia que demostraba el grupo que componían los humildes vendedores de copitos y que se referenciaban en la agrupación Revolución Federal de neto corte derechista.
Sin venda
Que investigar y encontrar a los responsables del hecho, poco y nada les importa, a los representantes de la justicia argentina que evidentemente tiene los ojos tapados pero no con un fin superior, quedó plenamente demostrado cuando desistieron de secuestrar los teléfonos del diputado nacional Gerardo Milman, y de las empleadas de su despacho legislativo, Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco.
Días antes del atentado el diputado . fundamentó un pedido de informes sobre la custodia de la vicepresidenta con una frase que fue interpretada como un vaticinio del ataque («No vaya a ser que algún vanguardista iluminado pretenda favorecer el clima de violencia que se está armando, con un falso ataque a la figura de Cristina Kirchner, para victimizarse»), también en una distendida reunión con sus estrechas colaboradoras ya nombradas se permitió expresar con esperanzada confianza:: «Cuando la maten yo voy a estar camino a la costa»., apenas un día antes del intento de magnicidio, a escasa distancia de Jorge Abello, asesor del diputado nacional por la provincia del Chaco, Marcos Cleri.
Inmediatamente de producido el hecho, Abello se comunicó con el legislador para trasmitirle lo escuchado y se presentó a declarar como testigo de modo espontáneo en los tribunales de Comodoro Py ante la jueza Maria Eugenia Capuchetti.
Con displicencia
Recién el 26 de octubre de 2022 fueron llamados a prestar declaración testimonial Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz. Ninguna recordaba haber estado en el bar Casablanca el 30 de agosto cuando se produjo el diálogo. Pero lo recordaron cuando les exhibieron imágenes de cámaras de seguridad. La querella pidió algo elemental: que se les secuestren los celulares. Pero Capuchetti lo rechazó. Estos recién fueron secuestrados el 1° de diciembre por decisión de la Cámara Federal porteña.
En el mes de mayo del corriente año se presentó espontáneamente a declarar en Comodoro Py, Ivana Bohdziewicz, quien dijo que pocos días después del 1° de setiembre, junto a Milman y Gómez Mónaco se habían reunido con un «perito» especializado en telefonía en unas oficinas ubicadas en Avenida de Mayo 953, tercer piso, un inmueble que atribuyó a Patricia Bullrich. El «perito», manipuló y “borró todo” durante tres horas el celular de Milman y el de su secretaria, que estaba preocupada porque se pudiera filtrar su información privada, contando también que después del hecho, el diputado en su oficina les dijo que podía leer el futuro, recordándoles el pedido de informes que había presentado ante la Cámara.
Recién el 17 de agosto la Cámara Federal autorizó el secuestro del celular de Milman, quien lo entregó, pero solicitó que no fuera abierto.
Elevación a juicio
La jueza federal María Eugenia Capuchetti el 12 de junio clausuró parcialmente la instrucción de la investigación y elevó a juicio oral la causa contra Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo. Para el abogado de la vicepresidenta, José Manuel Ubeira, la magistrada «se saca de encima una papa caliente porque no tiene intención de investigar». «Ha habido un encubrimiento por parte del Poder Judicial», agregó el letrado.
Lo mas reciente
El pasado 25 de agosto los abogados de la vicepresidenta reclamaron nuevas medidas de prueba que apuntan contra la panelista de «Crónica TV» Delfina Wagner, tras el revelamiento de que vive en la vivienda de Ximena Tezanos Pintos, vecina de la Vicepresidenta en el barrio porteño de Recoleta, así como a investigar sus vínculos con los integrantes de la banda como Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel.Inadmisible
La Cámara Federal de Casación Penal declaró «inadmisible» el recurso con el que la querella de Cristina Fernández de Kirchner había solicitado el apartamiento del fiscal Carlos Rívolo de la causa en la que se investiga el intento de atentado en su contra.
Las palabras iniciales del discurso de campaña
Lo precedente es la crónica suscinta de un hecho inusitado en el período democrático de cuarenta años que se iniciara el 10 de diciembre de 1983. Pocos días después del atentado el máximo exponente del poder mediático, Clarín, tituló: “La bala que no salió, el fallo que si saldrá” anticipando el pedido del fiscal Luciani.
Parece que daba los mismo: la bala o el fallo. El fin era idéntico: “terminar”, “eliminar”, “acabar” con la líder política mas trascendente y popular de ese momento. Casualmente los verbos antes encomillados, pasaron a ser la propuesta inicial en cada discurso de la oposición en el actual proceso electoral: “Terminar con el kirchnerismo”, “eliminar el kirchnerismo”, “acabar con el peronismo”…
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 1/9/2023