por Rubén I. Bourlot |
La clausura dispuesta sobre El Porvenir hace un siglo y medio atrás, no hace más que dejar en evidencia la firmeza de las convicciones de Olegario Víctor Andrade, un periodista y poeta que ató su rol social a la defensa de los principios federales, contrarios a toda forma de centralismo porteño.
En 1867, por orden del gobierno nacional, fue clausurado el diario El Porvenir de Gualeguaychú, dirigido por Olegario V. Andrade, junto a otros periódicos. Su prédica crítica al centralismo de Buenos Aires y a la guerra contra el Paraguay le costaron el ostracismo al periodista y poeta, autor de “La vuelta al hogar”. El repaso de los detalles enaltece su figura.
Estos periódicos habían tomado partido abiertamente opositor a la incorporación de la provincia y el país en la denominada Triple Alianza constituida con el Uruguay y Brasil para atacar al Paraguay. El desbande de las caballerías entrerrianas en Basualdo y Toledo, en el límite norte de la provincia, fueron expresiones coincidentes con el estado de descontento de la mayoría sus habitantes.
“El Porvenir” de Andrade
Uno de los periódicos clausurados –“El Provenir”- había sido fundado por Olegario V. Andrade. El futuro autor de “El nido de cóndores” había nacido el 6 de marzo de 1839 en Alegrete, Departamento de Río Grande del Sur, Brasil. Sus padres fueron Mariano de Andrade, santafesino, quien ejercía como juez de Paz, y Marta Burgos, entrerriana. “Periodista de partido”, lo llamó Ricardo Rojas (1882-1957) haciendo alusión a su pluma en favor de la entrerrianía y específicamente del general Justo José de Urquiza (1801-1870) en oposición al centralismo porteño; de ahí “su lealtad partidaria que prueba la sinceridad de sus convicciones y la constancia de sus afectos”.
Con su histórico ensayo “Las dos políticas” explicó las divergencias entre la realidad porteña y la del interior del país, que en 1866 se editó en forma de folleto. Esas tempranas convicciones lo fueron posicionando como uno de los intelectuales clave de la denominado Generación del ’80 junto a Ernesto Quesada, Carlos Guido y Spano y Fray Mocho, entre otros, núcleo fundacional el Partido Autonomista Nacional cuya figura más prominente fue el presidente Julio Argentino Roca.
Radicado en Gualeguaychú colaboró en el “El Pueblo Entrerriano” de Eugenio Gómez y en 1864 comenzó a publicar su trisemanario “El Porvenir”. Efectivamente, salía tres veces por semana y en él se expresaba su punto de vista como periodista de opinión: la oposición al espíritu porteñista de Buenos Aires, la crítica a la situación calamitosa de las provincias argentinas y a la guerra del Paraguay, las denuncias a las sinuosidades diplomáticas del Brasil, a la conducta claudicante de Mitre y el despiadado exterminio de Paysandú, ciudad a la que dedicó su conocido poema Paysandú (“¡Sombra de Paysandú! ¡Sombra gigante / que velas los despojos de la gloria! / ¡Urna de las reliquias del martirio, / espectro vengador!”).
Ordenada la clausura del periódico escribió un último editorial donde expresó: “La pluma se ha quebrado en nuestras manos, pero nunca se ha doblado…”. Y en consecuencia a los pocos días fundó “La Regeneración”, en el que siguió canalizando su inclaudicable opinión. Desde el periódico combatió enérgicamente la política del nuevo presidente Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874), sanjuanino decididamente ligado a la política porteña.
El derrotero de un poema
En 1870 publicó en un diario de Gualeguaychú su poema “Al general Peñaloza”. “En su canto al Chacho -dice Estanislao Zeballos- Andrade condensó el juicio iracundo de las provincias sobre el general Mitre, en los siguientes versos:
“¿Qué importa que se melle en las gargantas
La cuchilla del déspota porteño
Y ponga de escabel, bajo sus plantas
Del patriotismo las enseñas santas
con que iba un héroe a perturbar su sueño?”
“El déspota -continúa Zeballos- era Mitre, y el héroe, portador de las enseñas santas del patriotismo era Peñaloza”.
Ese mismo año el canto fue reproducido en Buenos Aires pero sustituyendo el título original por el de “Al general Lavalle”, nada menos. Una maniobra disfrazada de pueril error del editor, que convertía el poema de denuncia al asesinato del caudillo Peñaloza, en un homenaje al unitario Lavalle. El autor y responsable de la tergiversación literaria y falsificación histórica fue Héctor Varela, hijo de Florencio Varela uno de los tantos exiliados en Montevideo que clamaban por la intervención extranjera para derrocar a Rosas.
Luego de su paso por Buenos Aires, retornó a Entre Ríos, y con las vueltas de la vida, el presidente Sarmiento lo nombró administrador de la Aduana de Concordia. Como no podía con su genio, fundó el periódico “La Libertad”. Inmediatamente se lo acusó de cometer ilícitos y fue a parar a la cárcel hasta que el nuevo presidente, Nicolás Avellaneda (1874-1880), en su visita a la ciudad entrerriana lo reivindicó y permitió el retorno de Andrade a Buenos Aires, donde regresó activamente al ejercicio del periodismo. También intervino en la actividad política y ocupó una banca de diputado en el Congreso de la Nación entre 1878 y 1886.
Bibliografía para consultar
Olegario Víctor Andrade en https://genoma.cfi.org.ar/Enciclopedia/Evento?eventoId=22130
SALVAREZZA, Luis Alberto, (2001), Apuntes para un Diccionario de Autores Entrerrianos, Edición del Autor, Concepción del Uruguay.
Sulé, Jorge Oscar, comp., (1999), Olegario Víctor Andrade, Legislador, Periodista y Poeta, Círculo de Legisladores de la Nación Argentina, Bs. As.
Ramos, Jorge Abelardo, (1976), Del patriciado a la oligarquía, Plus Ultra, 6ª Ed., Buenos Aires.
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(extraído de El Diario de Paraná)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 6/2/2021


