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Aniversario del triunfo de Alfonsín: el retorno de la democracia

El 30 de octubre de 1983 significó el fin de siete años de la mas sangrienta y cruel dictadura que asolara a nuestra Argentina. La  dictadura civico-militar, autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional» dejó una herencia de miles de desaparecidos a manos de grupos militares y paramilitares, la derrota en la Guerra de las Islas Malvinas y una economía estancada, con inflación y una abultada deuda externa.

La democracia cumple años de su restauración en el país, con las elecciones que consagraron al candidato radical Raúl Alfonsín como presidente de la Nación en una jornada que significó no solo el fin de siete años de dictadura militar, sino también la primera derrota electoral del peronismo a nivel nacional.

El autodenominado «Proceso de Reorganización Nacional» dejó una herencia de miles de desaparecidos a manos de grupos militares y paramilitares, la derrota en la Guerra de las Islas Malvinas y una economía estancada, con inflación y una abultada deuda externa.

Con esta combinación de factores se llegó a las elecciones del ’83, que dieron lugar a un Alfonsín victorioso, de la mano de una campaña apuntalada por un discurso de unión de los argentinos y de enérgica condena a las juntas militares.

«Con la democracia se come, con la democracia se educa, con la democracia se cura«, decía Alfonsín en sus discursos de campaña, que siempre cerraba con el recitado del preámbulo de la Constitución nacional.

La fórmula de Ricardo Alfonsín, de la línea interna Renovación y Cambio de la Unión Cívica Radical (UCR), y el cordobés Víctor Martínez llegó a las elecciones, tras imponerse en las internas a Fernando De la Rúa, por entonces identificado con el liderazgo de Ricardo Balbín, y con el antecedente de haberle ganado al peronismo gobernante en 1973, en las elecciones para senador porteño.

Por su parte, el Partido Justicialista (PJ) presentó como candidatos al binomio formado por Ítalo Argentino Lúder y Deolindo Felipe Bittel, que pasarían a la historia en ser los primeros peronistas en perder, sin condicionamientos ni proscripciones, unas elecciones nacionales ante otra fuerza política.

Considerada por muchos analistas como la primera campaña que combinó los tradicionales actos multitudinarios con el nuevo marketing político (encuestas, medios de comunicación, imagen de los candidatos), la UCR apeló a técnicas como el «saludo de Alfonsín» –el gesto de juntar ambas manos junto a su cabeza– o el uso de las iniciales «RA», en busca de una deliberada asociación entre Raúl Alfonsín y República Argentina.

El punto más alto de la campaña radical llegó el 26 de octubre, a cuatro días de las elecciones, cuando Alfonsín congregó a más de un millón de personas frente a un escenario montado en el Obelisco porteño.

«Hay dos propuestas, dos ideas, pero un solo pueblo», subrayó el candidato radical ante la multitud.

Resultados

Los comicios se realizaron bajo el texto constitucional impuesto durante la dictadura militar autodenominada Revolución Libertadora, que establecía el sufragio indirecto y un mandato presidencial de seis años sin posibilidad de reelección inmediata.

Triunfó el candidato radical Raúl Alfonsín con un 51.75% del voto popular y 317 votos de los 600 miembros del Colegio Electoral. En segundo lugar resultó el candidato peronista Ítalo Luder, que obtuvo el 40.16% del voto popular y 259 electores.

Los otros dos candidatos más votados fueron Oscar Alende, del Partido Intransigente, con el 2.33% de los votos, y Rogelio Frigerio, del Movimiento de Integración y Desarrollo, con el 1.19%, obteniendo ambos 2 electores cada uno.

Los 20 electores restantes fueron a parar a partidos sin fórmula, que ocuparon el 2.23% todos juntos. El restante 2.34% fue a parar a otras candidaturas, que no obtuvieron electores.

De todas las elecciones realizadas desde entonces hasta la fecha, estas tuvieron el nivel de polarización más alto entre dos candidatos, con Alfonsín y Lúder acaparando juntos el 91.91% de los sufragios válidamente emitidos.

Participación

En ese contexto, la gente acudió a votar en forma masiva el 30 de octubre y marcó así otro hito histórico: hubo una participación electoral del 85,61 por ciento, un nivel que desde entonces nunca volvió a ser alcanzado en una elección presidencial en el país.

(extracto de datos extraídos de diversos medios)

Este articulo fue publicado por la revista La Ciudad el 30/10/2019