Los líderes de las compañías deberán tener en cuenta que los mercados son y serán distintos. El aislamiento genera la oportunidad de «pensar fuera de la caja».
Adoptar políticas de trabajo home office para la mayoría de los colaboradores es algo en lo que ya se está pensando, que conlleva a un cambio cultural y de procedimiento, para tener activos todos los servicios y áreas de la compañía trabajando normalmente, pero con los empleados desde sus casas. También hay un fuerte operativo desde el área de RRHH de las empresas, para ofrecer recomendaciones y técnicas para mejorar la calidad del trabajo en casa, afianzar la comunicación entre los líderes con el personal, y las reuniones a video abierto para acercar lo más posible a las personas.
Es importante armar un equipo con representantes de todas las áreas para analizar los aprendizajes y las mejoras que se pueden capitalizar de esta experiencia. Sin dudas las empresas han aprendido mucho y están aplicando una nueva forma de hacer las cosas de la mano de la transformación digital, que puede ayudar entre algunos de los beneficios, a cubrir una demanda de trabajo remoto con horarios flexibles en la etapa post pandemia.
Fuente: Ámbito