Por Angel Harman –
* Había que anular el recuerdo de la Confederación Argentina (1854-1862)
Después de la batalla de Pavón el archivo de la Confederación fue requerido por el gobierno nacional y entregado a comienzos de 1862 por el general Urquiza.
A mediados de 1893, el ministro de Hacienda le comunicó al Archivo de la Nación su propósito de remitirle un número considerable de cajones que contenían importantes documentos, existentes en aquella ápoca en los depósitos de la Aduana. “Eran 250 cajones de un metro cúbico cada uno. Mientras se realizaban las gestiones, se robaron 50 cajones, vendiéndolos como papel viejo en los mercados y almacenes”. No se hizo ninguna investigación para esclarecer el hecho. Pasaron los años y el gobierno no tomó ningún recaudo para preservar tan valiosos documentos.
Vicente Gil Quesada señaló un artículo del diario “La Tribuna” (5 de agosto de 1906) que denuncia la venta “a vil precio a la fábrica de papel de Zárate, como pasta”, de papeles del Archivo de la Confederación. Quesada reflexionaba: “Parece como si se hubiera querido borrar el rastro del esfuerzo extraordinario realizado, durante aquella dificilísima época del pasado nacional, por los hombres de Paraná”.
* Borrar la memoria de la etapa urquicista e ignorar las causas profundas de la rebelión del federalismo entrerriano.
Después de la derrota de los jordanistas en Ñaembé, continuaron los ánimos exaltados contra éstos. Durante el transcurso de 1871, en Concepción del Uruguay le quemaron la casa al redactor de “El Eco de Entre Ríos”, periódico de tendencia jordanista; y el doctor Juan F. Mur, redactor del periódico “El Rayo”, también con simpatías por el bando jordanista, fue duramente apaleado, en tanto, el doctor Mariano Martínez logró salvar su vida milagrosamente. En octubre de 1871 el juez doctor Ramón Febre ordenó el embargo de los bienes de López Jordán y de sus adeptos José V. Día, Francisco Latorre, Carlos María Querencio y Nicanor Calvo. Al finalizar el año 1872 se ordenó la prisión de encumbrados dirigentes jordanistas; también fueron encarcelados en Concepción del Uruguay los redactores de “El Eco de Entre Ríos”, doctores Anastasio Cardassy, José V. Díaz y Juan A. Mantero
Por último, durante el gobierno de Leónidas Echagüe, el ministro Secundino Zamora ordenó el retiro de las placas en las que se constaba la iniciativa del general Urquiza en la realización de obras, como el Colegio del Uruguay, el templo de la Inmaculada Concepción y en el edificio de la Jefatura Política. En la resolución se expresaba además, que era necesario borrar las inscripciones “tendientes a perpetuar el recuerdo de gobiernos personales y despóticos”.
* En el Chaco: después del golpe de septiembre de 1955, los interventores a la provincia del chaco hicieron desaparecer toda la documentación de la Convención Constituyente que organizó la nueva provincia en 1951.
Ángel Harman
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 11/7/2022