«Odio a la indiferencia del mundo,
a la miseria acosadora de todos los días.»
Roberto Arlt.
Manzi y Arlt caminan la sufrida Santiago del Estero entre diciembre de 1937 y comienzos de 1938 como cronistas de Ahora y Crítica.
Escribe Manzi sobre la impresión de Arlt frente a la tragedia de la provincia olvidada en el país semicolonial: “Me impresionó su desolada expresión. Su amargura frente a la indiferencia de las zonas felices. Su decepción frente a los políticos lugareños que desde el gobierno o desde la oposición están distantes del verdadero hombre de la campaña santiagueña. Su indignación para con los literatos del país que se desentienden de esta realidad y que la desconocen.”
Y añade después: “Roberto Arlt. Hombre vital. Periodista de Realidades. Novelista de sentido amargo y humano, valoriza el drama que lo rodea y aprecia la angustia de todos. Del paisano. De la chinita. Del viejo. Del chango. Del perro. De la vaca. Del caballo. De la gallina.”
Manzi describe para Arlt el hambre y la desolación del hombre de la Argentina profunda y cuenta que: «Al contarle todo los ojos de Roberto Arlt acostumbrados a la contemplación de los dolores más terribles se humedecen como los de un niño».
Y me hace un juramento: «Es necesario que nuestro relato sea terrible, implacable. Amargo. Casi siniestro. Es necesario que los lectores vomiten de asco y de vergüenza frente a la realidad de Santiago del Estero, provincia olvidada por la oligarquía.»
(De la pagina en Facebook Iciar Recalde)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 27/9/2019