Evitar presionar a los niños y niñas para que contesten rápido y participen en las clases escolares virtuales, no resolver las cosas por ellos, procurar el esparcimiento cuando surgen enojos y desgano e intentar repartir la ayuda entre otros integrantes de la familia, son algunas recomendaciones de psicopedagogas y educadores ante nuevas situaciones que generó la educación a distancia.
En un posteo que realizó la asociación civil Libres de Bullying en la red social Facebook, un flyer indicaba algunas ideas sobre cómo acompañar a los hijos e hijas en sus clases por virtuales. «Quedate cerca para ayudarlos en cuestiones técnicas, dales tiempo para responder, permitiles dudar y bancá sus errores, no respondas por ellos ni les ´soples´, contenelos si se angustian y validá sus emociones», apuntaba la publicación que se viralizó.
Consultada sobre el tema, María Zysman, psicopedagoga y fundadora de Libres de Bullying, enfatizó que una de las cosas que más rompió la pandemia «es la intimidad del vínculo entre el alumno y docente en el aula». «Los padres y madres empezamos a ver a nuestros hijes en situaciones de alumnos y a los docentes enseñando, algo que antes estaba reservado a un espacio íntimo del aula y eso despierta lo más primitivo», apuntó a Télam Zysman.
La doctora en Educación, Melina Furman, destacó la importancia de pensar la forma de ayudar a los chicos a construir su autonomía como aprendices: «Organizarse para estudiar, buscar un espacio que haya en casa, idealmente lo más tranquilo posible, iluminado, silencioso, apagar la tele, la radio, y sea un momento por día para hacer el trabajo de la escuela».
Por su parte, psicoanalistas consultados por Télam reflexionaron sobre la añoranza de los espacios individuales en pandemia y la importancia de dialogar en familia para poder garantizarlos y contener los sentimientos de hartazgo en los niños a través de mensajes esperanzadores que ayuden a visualizar que «esto es transitorio».
Fuente: baenegocios.com