por Rodolfo Oscar Negri –
A lo largo de la evolución de los pueblos, la historia cumple
un rol fundamental, porque nos permite entender de donde
venimos, porque estamos donde estamos y hacia dónde vamos, de allí la importancia del saber y conocer lo que constituía el motivo de lucha de las generaciones de nuestros antepasados, porque y para que lo hacían, y como era el país que soñaban.
No obstante, sabedores de lo que el conocer la historia significa; existe una versión interesada de la misma, en función de los intereses de los sectores que fueron los triunfadores en las disputas que nos antecedieron. Ellos se
encargaron de sepultar personajes, de tergiversar la historia, de minimizar participaciones y de justificar su propia existencia manejando los destinos del país y las instituciones en su propio beneficio.
Hoy estamos en este emotivo homenaje -certero y justo que realizamos en un aniversario mas de la muerte de Martín Miguel de Güemes, la prensa expresa “el héroe de la independencia que lideró las guerras gauchas en el Norte”. Casi que lo presentan como un caudillo local que peleaba, con valentía y coraje, por su terruño.
Nada mas lejos de la realidad. Gracias a las insubordinaciones de Belgrano o a la tenaz lucha de Güemes, hoy es parte de la Argentina el norte del territorio.
Fueron sus heroicas acciones las que mantuvieron la unidad de los territorios de lo que hoy es nuestra República Argentina.
Eso es lo mas grande e importante de su acción, mas allá de las mezquindades e intrigas que ejercía -y me animo a decir que aún ejerce- el poder central de Buenos Aires.
Recorramos la historia para comprender un poco mejor cual es el sentido de estas palabras.
Si queremos conocer un poco mejor a Martín Miguel de Güemes podemos decir que viajó a Buenos Aires a sus 14 años para obtener su entrenamiento militar y su primera batalla la libró en las invasiones inglesas de 1806 y 1807.
Según algunos historiadores en esa ocasión, Güemes se desempeñó como ayudante de Liniers.
Como anécdota señalan que el 12 de Agosto de 1806, Güemes lidera un hecho histórico… por primera (y creo que única vez) una carga de caballería somete a un navío extranjero. Siguiendo las órdenes de Liniers, Güemes se adentra al mando de su batallón a caballo en las aguas del Río de la Plata, comandando un pelotón de Húsares de Pueyrredón y obliga a rendirse al navío británico «Justina», que -desde allí cañoneaba a la ciudad- pero que había
quedado encallado frente al puerto de Buenos Aires.
Tras la muerte de su padre, en 1808, regresa a Salta. Desde la Revolución de Mayo participa constantemente en la lucha contra los realistas.
Podemos mencionar que el 7 de Noviembre de 1810 al frente de salteños, oranences, jujeños y tarijeños participa activamente en el primer triunfo de las armas patriotas en la batalla de Suipacha.
Luego van sumándose múltiples servicios que desarrolla por encargo de Pueyrredón, Diaz Vélez y otros (desde resguardo de caudales a sofocación de rebeliones fomentadas por los realistas).
Cuando José de San Martín parte de Buenos Aires, comandando fuerzas destinadas a incorporarse al Ejército del Norte, lo integra a estas fuerzas designándolo jefe de las avanzadas.
A partir de 1814 es protagonista de todos los combates que se desarrollan en el norte al frente de sus “Infernales” (así se llamaban sus tropas gauchas) que, en diferentes ocasiones y siempre en inferioridad de condiciones; hostiga
incansablemente a los realistas.
No obstante, militares porteños llegaron a tildarlo de traidor por negarse a entregarles armas incautadas y que necesitaba para la defensa del territorio.
El tiempo avanza y la organización también y en tal sentido es elegido gobernador de Salta.
La lectura de la constitución norteamericana y el funcionamiento de las ex–colonias británicas habían forjado la propuesta federalista, y Güemes se inspiró en ellas a partir de la experiencia artiguista para gobernar su provincia.
Artigas le escribe a Güemes instándolo a contener el avance de los españoles después del desastre de Sipe- Sipe, y que cómo ellos (los orientales) deben lidiar con los portugueses. “Nada tenemos que esperar sino de nosotros”, le advierte, desencantado por la falta de apoyo de Buenos Aires. Vale la pena recordar que en ella se había seguido usando como propia la bandera española, manteniéndola izada en el Fuerte de Buenos Aires hasta el
16 de abril de 1815, más de tres años después que Belgrano enarbolara la bandera celeste y blanca en las barrancas de Rosario.
El 6 de Agosto de 1816 adhiere entusiasta y jura la Independencia de las Provincias Unidas de Sud América junto a autoridades y principales vecinos de la ciudad de Jujuy reunidos en Cabildo Abierto.
Pero la lucha continuaba sin descanso, con mucho coraje, pero con pocos medios. La falta de recursos que, prometidos por Buenos Aires, jamás llegan, lo obligan a tomar medidas de excepción para poder alimentar a sus
gauchos.
No podemos dejar de mencionar a Macacha Güemes, la hermana del líder salteño, quien fue una pieza clave en la vida política y militar de su hermano.
Güemes jura la Constitución unitaria de 1819, junto con los miembros del Cabildo de Salta. Demuestra así que sus requerimientos desde 1815 pidiendo la sanción de una Constitución, eran plenamente sinceros y que en aras de la
unidad nacional aceptaba hasta una constitución opuesta a sus ansias de autonomía.
En 1820, Güemes propone a Bustos reunir un Congreso General en Catamarca a efectos de tratar únicamente cuestiones relacionadas con la unidad nacional y la dirección de la guerra contra el enemigo común. El
gobernador cordobés desistirá de la propuesta. Idas y venidas de una Patria a la que le costaba nacer yconsolidarse.
Hasta el fatídico 7 de junio de 1821 cuando una partida española, comandada por José María Valdés, apodado «el Barbarucho», entra por sorpresa en la ciudad de Salta, produciendo una emboscada, en la que participan los 400
hombres de infantería y se cerraron todas las salidas y esquinas de la plaza, no quedando a Güemes más que montar en su caballo y saltar por sobre dos pelotones enemigos; recibió un balazo que le provoca una peligrosa
herida.
El 17 de Junio de 1821, después de diez días de sufrimiento muere en la Cañada de la Horqueta, rodeado de sus gauchos y de los enviados españoles que le proponían la rendición a cambio de ser atendido por un médico calificado, antes de expirar ordena al Coronel Jorge Enrique Vidt que lo reemplace y prosiga la lucha contra los españoles hasta el triunfo definitivo.
Tenia solo 36 años… imaginemos que, si dio todo lo que dio en su corta vida, de lo que hubiera sido capaz en una más larga existencia. Por eso lo recordamos hoy y por eso es feriado el 17 de junio.
Tomemos su ejemplo. Defendamos nuestros derechos, no silenciemos las injusticias, reclamemos lo que es justo. No dudemos en comprometernos y seguramente sentiremos el cobijo de aquella bandera que hoy nos mira desde el cielo, el mismo en que se inspiró don Manuel Belgrano, y espera que nosotros seamos capaces de generar aquella Patria que soñaron aquellos héroes que han dejado su vida por la construcción de una Argentina más justa, igualitaria, inclusiva y equitativa para nosotros, para nuestros hijos y
para todas las generaciones que vendrán a poblar este bendito suelo.
Este texto fue leído por el autor Rodolfo Oscar Negri, siendo concejal de la ciudad, en el acto oficial de homenaje a Guemes en la ciudad de Concepción del Uruguay el 17 de junio de 2023