A partir de un accidente infantil que lo dejó completamente ciego, Louis Braille transformó la adversidad en una oportunidad para cambiar vidas. Con solo 15 años, desarrolló un sistema de lectoescritura táctil que, a pesar de la resistencia inicial, se convirtió en el método universal para personas no videntes. Su legado trasciende fronteras, garantizando el acceso al conocimiento y la autonomía de millones en todo el mundo.