CuriosidadesEducaciónFamiliaInterés GeneralNovedadesOtrosOtrosPoliticaSociedad

Qué es y qué no es tener empatía: los 20 puntos que la definen

 

Como la empatía es un acto entre dos o más personas, entran en juego componentes del lenguaje, del cuerpo y de las emociones. Una confusión frecuente es utilizar empatía y simpatía como si fuesen sinónimos, y no lo son.

 

Dentro del vasto mundo de las relaciones interpersonales hay una cualidad que sobresale, y es la de la empatía, la habilidad de ponerse en los zapatos de los demás. Esta actitud interna permite un acercamiento de calidad con las otras personas, apreciando su perspectiva, inclusive cuando no estás de acuerdo en lo que expresan.
Empatizar es tener la capacidad de entender los sentimientos, las emociones y la situación del otro, sin hacerlos nuestros, y sin juicios ni preconceptos.
Como la empatía es un acto entre dos o más personas, entran en juego componentes del lenguaje, del cuerpo y de las emociones.
Una confusión frecuente es utilizar empatía y simpatía como si fuesen sinónimos, y no lo son; de hecho, son muy distintas.
Veamos la distinción entre empatía, simpatía, y luego, la antipatía y la apatía:

  • La empatía tiende a la conexión con los demás, y la simpatía tiende a la desconexión, o puede ser simplemente el deseo superficial de agradar.
  • La empatía se centra en la emoción, en cambio por lo general la manifestación de simpatía escucha para responder y buscar aprobación.
  • La empatía no juzga, mientras que la simpatía si, por cuanto selecciona con quien sí y con quien no comportarse de esa manera.
  • La empatía es una conexión desde el plano emocional; y la simpatía más del intelectual.

Para complementar esta descripción es necesario mencionar dos antítesis; en este caso, la antipatía, que es el sentimiento de repugnancia o rechazo a alguien o algo; y la apatía, que es la carencia de emoción y la indiferencia a lo que rodea a la persona y a los sentimientos de los otros.

  • 20 comportamientos para saber qué es y qué no es empatía

Entonces, ¿qué se puede hacer para ser empáticos? Fundamentalmente aprender a escuchar con la mente completamente en el presente, y con una disposición abierta y receptiva, en vez de la mueca de escucha simpática que se aplica muchas veces.

Aquí entran en juego los comportamientos y modalidades de relacionamiento de las personas para distinguir más eficazmente cómo llegar a entender el mundo del otro para mejorar las relaciones y comunicaciones.

A continuación, encontrarás 20 comportamientos que definen lo que es y lo que no es ser empáticos:

1) Empatía es conectar con los demás; no es querer caerle bien a todo el mundo.

2) No es sólo ser simpáticos, o fingir interés.

3) Es saber escuchar con atención a las otras personas.

4) No es escuchar con preconceptos.

5) Es eliminar los juicios

6) No es hacer juicios o suposiciones sobre lo que los demás están expresando.

7) Es hablar poco y escuchar asertivamente.

8) No es hablar mucho, y menos, simplemente oír como si fuese un ruido al pasar. Hay una gran diferencia entre escuchar y oír.

9) Empatía implica que te importe la otra persona, y que lo sepa o perciba a través de tus palabras, gestos y actitud.

10) No es restar importancia, o creerse más, u ostentar una posición dominante.

11) Es mantenerte presente, con total atención y presencia en el momento.

12) No es estar solamente con el cuerpo y la mente en cualquier otra parte, desconectados del presente.

13) Es saber entender las emociones propias y ajenas.

14) No es sostener una actitud de “no me importas” o “lo único que importa aquí soy yo”.

15) Es tener la disposición para querer construir consensos y buscar soluciones.

16) No es querer tener la razón y querer anular al otro.

17) Es saber preguntar ante las dudas, haciendo consultas en momentos apropiados; también puedes usar preguntas transformadoras y que inviten a la acción.

18) No es suponer ante las dudas, porque allí aparecen los juicios y las distorsiones perceptivas respecto a lo que la otra parte está expresando y sintiendo en su mundo emocional.

19) Es desplegar la capacidad de generar entornos de confianza mutua para que, independientemente del intercambio con los demás, sientan que se busca tender puentes, en vez de cerrar puertas.

20) No es querer huir de la situación, por ejemplo, interrumpiendo, diciendo cosas irrelevantes o minimizando lo que los demás están manifestando con palabras, gestos o emociones.

  • 4 normas de la conversación empática

Una de las formas más frecuentes de practicar la empatía es durante las conversaciones. Aquí van cuatro tips que te van a ayudar a empezar a mejorar tus vínculos personales y profesionales:

  • a) Interésate por lo que expresa la otra persona. Por ejemplo, cuando sea conveniente haz preguntas, afirma levemente con la cabeza, y utiliza una posición corporal que modele a quien tienes enfrente -postura levemente parecida-, incorpora palabras suyas en tus propias interacciones.
  • b) Entiende y comprende lo que expresan sin necesidad de que justifiques o estés de acuerdo. Céntrate en lo esencial; y detecta cómo están tu cuerpo y emociones mientras conversas (¿hay tensión? ¿dónde? ¿puedes aflojarla? ¿hay palabras que te resuenan más que otras?).
  • c) Mantén contacto visual. Mira a la persona para conectar, evita intimidar. El lenguaje corporal ocupa aproximadamente el 90% de la interacción con las personas: hablamos con los gestos, e influyen también la distancia física, la velocidad al hablar y el tono de voz, entre otros aspectos.
  • d) Distribuye los tiempos lo más equilibrados posibles. Esto implica que las partes involucradas tendrán tiempos aproximadamente equitativos para expresarse, y de esta forma, también se estará balanceando la actitud empática.

Fuente: Ámbito

Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 16/7/2023