En la Feria Internacional del Libro de Montevideo en la Sala Dorada, se presenta el libro “Artigas cara a cara” (Editorial Tres Marías) Se trata de una obra de Marciano Durán Rivero y Marciano Durán Laxague. En el libro se incluye una imagen de la reconstrucción del rostro de José Gervasio Artigas recreado en base al trabajo inicial de un experto del FBI en identikits a partir de la litografía de Alfred Demersay, única representación de Artigas al natural. La misma se realizó en Paraguay, en 1847, cuando Artigas tenía 83 años. El prócer uruguayo, a diferencia del resto de los de las Américas, nunca posó para un pintor y el único retrato al natural que existe de él es el que hizo aquel biólogo francés cuando Artigas ya tenía más de ochenta años. El prócer uruguayo, a diferencia del resto de los de las Américas, nunca posó para un pintor y el único retrato al natural que existe de él es aquel que hizo el biólogo francés cuando Artigas ya tenía más de ochenta años. A partir de ese retrato varios artistas realizaron cuadros y esculturas que nos muestran diferentes rostros. Los autores del libro consideran que la recreación virtual del rostro de Artigas es una versión realista con validez científica.
En esta imagen, el prócer, de menor edad que el dibujo de Alfred Demersay, tiene ojos celestes, pelo oscuro y está vestido con su uniforme de los blandengues. Esta representación comenzó a partir de aquel retrato -único de Artigas al natural-, luego puesto de frente en 2012 por el estadounidense Stephen Mancusi, retratista forense que trabajó en grandes casos como en el atentado del 11-S. A través de testimonios de la época, fotografías de descendientes y la litografía de Demersay, Mancusi logró una recreación con detalle del rostro que luego fue convertida a la tridimensionalidad por Fernando Foglino, responsable del Archivo Nacional del Patrimonio 3D uruguayo. Posteriormente, la fundación chilena Progreso hizo dos piezas materiales del busto.
Artigas retratado, en el Paraguay alrededor de 1847, casi sobre el final de su vida, por Alfred Demersay.
Se utilizaron herramientas de inteligencia artificial y software de edición de fotografías para llegar a la recreación del rostro de Artigas.
Bisnieta de Artigas: Doña Julia Gadea de Gadea, hija de Liborio Gadea y Clementina Sans de Gadea. Su abuela paterna, Fortunata, hija de Artigas casada con Gadea.
Varios artistas han recreado el rostro de José Gervasio Artigas: desde la célebre obra “Artigas a la puerta de la Ciudadela”, de Juan Manuel Blanes, hasta el retrato realizado por el francés Demersay con la intención de retratar el momento en que Artigas atravesaba su vejez. Sin embargo, cada obra fue realizada con intenciones distintas, entre las que destaca la de reforzar su imagen de héroe de la patria, atravesada por la necesidad de asentar la figura del héroe.
Por ello, existen decenas de interpretaciones de Artigas que, bajo el principio de representar a la misma persona, han realizado imágenes con más diferencias que similitudes entre ellas: de un Artigas rubio a uno calvo; de un Artigas intimidatorio y de mirada dura, a uno débil y devoto.
“Hay decenas y decenas en pinturas y esculturas; más de 50. Hay muchísimos Artigas”, contó Marciano Durán Rivero, quien repasó cada una para el libro «Artigas cara a cara» que presenta la definitiva: un rostro con validez científica y recreado por inteligencia artificial.
“Hay rostros con ojos al borde del llanto, con la mirada dura, sonrientes y enojados. Pelados y peludos. Sensibles caballeros, vigorosos machos. De pelo crespo, de pelo lacio, de pelo negro, de pelo rubio, de pelo blanco, de pelo ausente. Aristocráticos y plebeyos. De labios carnosos y de verrugas junto a la nariz. Desconfiados y desafiantes, melancólicos y enojados, en guardia y entregados”, relató Durán Rivero.
A diferencia de otros héroes del proceso de independencia de las Américas, Artigas nunca fue retratado durante su años de mayor actividad militar ni posó para ser inmortalizado en daguerrotipos. El escritor asegura en el libro que esto se debió a que nunca tuvo tres cosas: “Tiempo, dinero y deseos de pasar a la posterioridad”.
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