Fue organizado por Inglaterra y ejecutado por sus vasallos argentinos, uruguayos y brasileños
- Fueron asesinados casi todos los varones entre 15 y 60 años. Los demás murieron por cólera, hambre y otras calamidades.
- Antes del inicio de la guerra la población del pequeño país era de 1.300.000 personas. Al final del conflicto, sólo sobrevivían unas 200.000. De éstas, únicamente 28.000 eran hombres; la mayoría de las cuales eran niños, ancianos y extranjeros.
Una muestra de cómo las potencias utilizan la desinformación la encontramos en la ignorada “Guerra del Paraguay” o la llamada guerra de la “Triple Alianza”. Desconocida en España, se trató de un terrible enfrentamiento bélico ocurrido entre 1864 y 1870. Contra Paraguay se unieron la República Argentina, el Emperador del Brasil y la República Oriental del Uruguay. Durante años se hizo referencia a este verdadero genocidio del pueblo paraguayo, como una “operación militar civilizadora y democrática contra Solano López que presidía el país en aquel entonces.
Veamos cómo era el país antes del conflicto:
- Ningún extranjero podía ser propietario ni participar del comercio exterior.
- Su balanza comercial era absolutamente favorable y no tenía deuda externa.
- Sus exportaciones de materias primas y algunas incipientes manufacturas eran muy valorados.
- Contaba con producción en metalurgia, astilleros, ferrocarriles y armamentos.
- Su educación era, por lejos, la mejor del continente americano.
- Prácticamente no existían imposiciones para la población, la que a su vez, recibía tierras, haciendas y herramientas para trabajar…
Tal situación resultaba insoportable para los intereses británicos y el “laissez faire”. Inmediatamente se puso en marcha la maquinaria para dar fin a la cuestión a través del ministro Thornton, representante británico en Buenos Aires con, -como tantas otras veces- complicidades locales. Se debía instalar un régimen colonialista cuya única función sería la de proveedor de materias primas y de comprador de manufacturas europeas.
A las burguesías parasitarias nativas que vivían de esas exportaciones primarias les venía como anillo al dedo.
Antes del inicio de la guerra la población del pequeño país era de 1.300.000 personas. Al final del conflicto, sólo sobrevivían unas 200.000 personas. De éstas, únicamente 28.000 eran hombres; la mayoría de las cuales eran niños, ancianos y extranjeros. La guerra del Paraguay fue más destructiva que otros conflictos de aquella época como la Guerra de Crimea, la Guerra de Secesión de Estados Unidos o La guerra Franco-Prusiana.
Tal fue la brutalidad de la agresión, que fueron asesinados casi todos los varones entre 15 y 60 años. Los demás murieron por cólera, hambre y otras calamidades. En definitiva se exterminó al 75% de la población de ese país…casi como en el genocidio armenio, del cual recién se empieza a hablar… Llegará el momento de reconocer el genocidio paraguayo.
(Fuente: http://eldiariodelamarina.com/paraguay-el-genocidio-olvidado/)
NR.: El punto inicial de las operaciones militares que culminarían con la trágica matanza, es el bombardeo a Paysandú que realizara el armada brasilera con bombas proporcionadas por el arsenal porteño y la acción se llevó a cabo con la participación de los soldados colorados de Venancio Flores, en contra del legítimo gobierno oriental. La agresión tuvo una repercusión tremenda en Concepción del Uruguay, afectada por la «neutralidad» de Urquiza, decisión que no era compartida por gran cantidad de la población que sufría al ver el desastre de su hermana ciudad oriental. Es mas -en su defensa- contó con la participación de muchos uruguayenses en la lucha, incluso uno de los hijos de Urquiza. Lucas Piriz fue el primer oficial defensor de la plaza caído en la batalla, era oriundo de nuestra ciudad y de quien hoy una calle recuerda su existencia. La imagen fotográfica muestra al héroe de Paysandú, Leandro Gomez, poco antes de la caída y de su cobarde fusilamiento. Su cuerpo fue escondido durante mucho tiempo por el cura Domingo Ereño de la Iglesia de nuestra ciudad, hoy Basílica de la Inmaculada Concepción y llevado -años despues- a Montevideo, donde fue sepultado con todos los honores. Ereño lo había sacado en secreto desde Paysandú y trasladado a Concepción del Uruguay, con varias complicidades de partidarios de la causa sanducera. Mas tarde sus restos fueron trasladados a Paysandú y en uno de los hechos mas bochornosos del vecino país sus cenizas fueron robadas del sepulcro y mausoleo. Pero esa es otra historia. RON
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 18/8/2017
