Las mujeres autoconvocadas invitaron a participar de actividades culturales en plaza Ramírez, desde las 17:30, y desde las 20:00 a marchar alrededor de la plaza.
El marco
Así llevó adelante una jornada denominada “nosotras paramos” con el objetivo de enfrentar los femicidios y la represión contra las mujeres que participaron de marcha de Rosario.
El “paro de mujeres” es contra “la impunidad de la violencia misógina, machista y patriarcal que se está llevando nuestras vidas” sostienen las organizadoras. Entre otras acciones, se propone para ese día que las mujeres vistan de negro y que durante una hora no realicen tareas sea en su casa o en el trabajo. Durante ese lapso, la consigna es hablar con compañeros y familiares sobre la situación de las mujeres”.
“Estamos dolidas, furiosas, enojadas, hartas de que nos asesinen, nos violen, nos violenten, nos torturen. Nosotras paramos, que las centrales sindicales paren también. Ni una mujer más muerta por ser mujer y haberse atrevido a decir no, ni una menos por enfrentarse a la autoridad masculina, por reclamar soberanía sobre su cuerpo” se lee en la convocatoria a la jornada de lucha.
En el caso de nuestra ciudad, las mujeres autoconvocadas invitaron a participar de actividades culturales en plaza Ramírez, desde las 17:30, y desde las 20:00 se marchó alrededor de la plaza.
Tal como indicaron las organizadoras en conferencia de prensa, ante la lluvia (ya se avecinaba), se suspendieron las actividades culturales pero no la marcha. Es decir, de todas formas se marchó a las 20.
El Evento
A pesar de la lluvia y el clima, la convocatoria fue importante y comenzó desde las primeras horas de la tarde.
Se destacaba el color negro, pero los protagonistas fueron los paraguas. La marcha bordeó el perímetro de la Plaza General Francisco Ramírez entonando diferentes cánticos acordes a la convocatoria.
La columna llegó a ocupar dos cuadras y en su conformación -si bien mostraba mayoría de mujeres- se visualizaban también hombres y niños.
No hubo carteles partidarios ni nombres propios.
La gran mayoría eligió, para vestir, el color de la consigna, negro. Los paraguas formaron parte del paisaje sobre todo a partir de las 20 donde la lluvia se hizo intermitente.
A pesar del clima, la columna ocupó unas dos cuadras completas. La formaban mujeres, hombres y niños. No se visualizaban nombres propios ni partidarios, sino una sola bandera pintada con la inscripción “Vivas las queremos” que encabezaba la movilización.
Muchas con carteles escritos a mano, improvisando consignas pero con un único pedido de justicia.
La marcha partió desde uno de los laterales de la plaza, a la que, con el marchar de los manifestantes, bordeó. “Señor y señora, no sea indiferente, nos están matando las pibas en la cara de la gente”, era uno de los cánticos que acompañaron la caminata.
Valeria Gómez fue la responsable de leer un documento cuando la marcha finalizaba en el centro de la plaza, cuando la caída de agua era ya torrencial.
A nuestro juicio, la convocatoria -a pesar de las dificultades- fue un éxito, dadas las inclemencias climáticas.