En el marco de un derrumbe histórico de la actividad económica producto de la pandemia de Covid-19, los salarios nominales bajaron por primera vez en mucho tiempo en mayo, de acuerdo a lo informado este jueves por el INDEC. Sin embargo, en lo que va de 2020 treparon por encima de la inflación.
Según los datos del instituto oficial de estadísticas públicas, el índice de salarios total mostró una leve contracción del 0,1%, explicada por una caída del 0,5% en los ingresos de los trabajadores no registrados y una variación nula en los sueldos de los trabajadores registrados.
Con estos números, los ingresos acumularon un incremento del 13,5% en los primeros cinco meses del año y le ganaron a una inflación que, en el mismo período, fue del 11,1%.
Particularmente, resaltó la situación de los trabajadores registrados del sector privado, que entre enero y mayo percibieron una mejora nominal del 15,6%, explicada, fundamentalmente, por un salto del 8,5% en enero y otro del 4,6% en febrero.
Cabe recordar que en los primeros meses del Gobierno de Alberto Fernández, los sueldos se habían fortalecido de manera significativa. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en el primer bimestre el salario real trepó un 5,6%.
Con la llegada de la pandemia de Covid-19, los ingresos de los trabajadores comenzaron a sufrir. En marzo, se verificó un aumento nominal del 3% contra una inflación que se aceleró al 3,3%. Posteriormente, a pesar de que la inflación de abril y mayo fue de apenas 1,5%, los salarios no se movieron. Incluso, en mayo registraron su primera caída nominal en mucho tiempo; hay que remontarse a enero de 2008 para ver una variación mensual negativa en una serie de INDEC y, previamente, a la crisis de 2002.
La pandemia produjo una caída interanual del 20,6% en mayo para la economía local, de acuerdo con los datos aportados la semana pasada por el INDEC, aunque se observó una mejora del 10% respecto a abril.
Para junio, las estimaciones privadas también reflejaron un leve rebote mensual en un contexto de reapertura de actividades en varias ciudades del país. No obstante, las dificultades de las empresas para pagar sueldos y de los trabajadores cuentapropistas para sostener sus ingresos continúan siendo muy elevadas.
Frente a esta situación, el Estado mantuvo sus programas de asistencia. Esta semana se abrió la inscripción a una nueva etapa del ATP, para aquellas empresas que necesitan ayuda para afrontar el pago a sus trabajadores.
En la ronda de junio, el Gobierno destinó más de $32.000 millones para asistir a 218.000 empresas que, según declaraciones oficiales, generan el 62,9% del empleo registrado.
Paralelamente, la AFIP extendió hasta el 30 de septiembre el plazo para que trabajadores monotributistas y autónomos puedan solicitar los créditos a tasa cero, que hasta el momento beneficiaron a 600.000 personas.