por Héctor Fidel Rodriguez (1) –
Esta nota la escribo no por un sentimiento localista, sino basado en la ley. En efecto el art. 61º del Código Civil y Comercial, brinda el marco jurídico adecuado para la solución de posibles diferencias, al establecer un orden de prioridades entre las que se destaca en primer lugar obviamente la voluntad del causante, si no se cuenta con ella entran a jugar la de su conyuge y demás parientes, según el orden sucesorio, en este caso su nieto Diego Seghetti Frondizi, se encuentra legitimado para adoptar decisiones al respecto, como lo hizo en este caso.
Otro dato que se debe tener en cuenta y que lo señala la ley, es la voluntad presunta del fallecido es la que se infiere de actos o hechos propios del fallecido.
La voluntad del Dr. Frondizi resulta entonces de numerosos acontecimientos que tuvieron lugar en su vida personal. Vivió en esta ciudad entre los años 1912 y 1924 en una casa ubicada en calles Lucilo López y Juan Perón, la que se encuentra en excelente estado de conservación; curso estudios primarios en la Escuela Urquiza y los secundarios en el Colegio del Uruguay, caracterizándose su gabinete por la cantidad de ministros y colaboradores que eligió para su gobierno, entre los que destaco los siguientes:, Dres. Luis Mackay, Ministro de educación, David Bleger, Ministro de Trabajo, Juan José Bruno, Secretario de YPF con rango ministerial, el Correntino Justo Billar , Ministro de defensa y Héctor Buenaventura Sauret, quien asesoro al ex presidente en asuntos de suma importancia, entre otros, todos alumnos de esta noble institución
Felix Luna, cuando pronuncio una conferencia sobre Frondizi, en circunstancias de celebrarse el sesquicentenario, sostuvo que el Ex presidente, recordaba siempre las expresiones de Roca, en el sentido de que sus reuniones de Gabinete le recordaba su paso por nuestro querido Colegio del Uruguay, por la cantidad de colaboradores que habían sido sus condiscípulos.
Además de todo ello, cuando visito nuestra ciudad en 1959 en ocasión del traslado de los restos del general Urquiza del Colegio a la Basílica, expreso públicamente sus hondos sentimientos hacia esta etapa de su vida, además de reencontrarse cariñosamente con muchos de quienes habían sido sus compañeros.
Se infiere lógicamente entonces, que la voluntad del Dr. Frondizi hubiera sido la que su nieto manifestó que él, su esposa e hija descansaran en la Basílica.-
(1) Héctor Fidel Rodríguez abogado, miembro del CCU
(fuente: 03442.com.ar)
