Por: Susy Quinteros. –
Entrevista: Prof. Ricardo Pizzarotti
Ricardo Pizzarotti fue
La entrevista puntualizó un tema de suma actualidad en el fútbol: las causas de las reiteradas lesiones de algunos de los más importantes jugadores profesionales. Para el profesor Pizzarotti esas causas obedecen a los siguientes aspectos:
Falta de preparación de base
-“En nuestro país, salvo pocas excepciones, los niños tienen en general, una deficiente formación física escolar. Esa formación física deficiente se da también en las divisiones inferiores de los clubes en donde se dedican a trabajar con ellos a edades muy tempranas poniendo el acento en la preparación técnico-táctica en lugar de trabajar la formación física. Además, desde la formación física se debería trabajar fundamentalmente la formación de base, pero los tratan como si ya fueran jugadores profesionales dándoles una preparación que no coincide con sus edades ya que esos incipientes jugadores tienen entre 12 y 18 años.
La nutrición
La falta de cultura alimentaria de nuestra población en general es otro motivo importante que incide en esta problemática y afecta también a los deportistas de alto rendimiento. La alimentación es el carburante necesario para poder sobrellevar las exigencias de un esfuerzo sostenido. En este tema hay dos aspectos negativos a tener en cuenta: la falta de una buena alimentación balanceada en la infancia y la falta de una cultura alimenticia. Muchos futbolistas provienen de hogares muy humildes; esta situación se nota más en épocas de crisis donde no se come lo que se debe sino lo que se puede..Esto hace que la estructura corporal y mental no sea suficientemente sólida, a pesar de que paralelamente van desarrollando un talento futbolístico que los hace aptos para el fútbol profesional. Se han detectado muchos casos entre los jugadores, que indican que la falta de una estructura de base adecuada en la nutrición, los hace proclives a lesiones permanentes..Para los preparadores físicos, esos son los llamadosjugadores de cristal. A pesar de todos los cuidados y de la alimentación balanceada que se les da después en el período profesional, esa falta de estructura básica los hace frágiles. Generalmente se alimentan muy bien en las concentraciones, pero en sus casas cometen muchos errores. Al elevarse las cargas de entrenamiento y al aumentar la intensidad, se vacían las cargas de glucógeno y para volver a restituírlas se necesita una alimentación rica en hidratos de carbono. Sin embargo, está todavía muy arragaida entre los argentinos, la costumbre de comer un asado o hamburguesas después de entrenamientos fuertes, sin tener en cuenta los consejos de los profesionales que apuntan a lograr el equilibrio entre el insumo y el gasto energético.
Distribución de las cargas
Actualmente, estamos en un período en donde el acento fundamental del entrenamiento está puesto en el aumento de la potencia. Para mejorar esa cualidad se trabaja en musculación. Si las cargas son muy elevadas y los jugadores no tienen esa estructura de base ya mencionada, no se completa correctamente el ciclo del desarrollo de la fuerza y aparecen las lesiones. Hoy el fútbol es muy agresivo, se necesitan hombres fuertes y muy sólidos para poder soportar tantas fricciones.
Aumento de la frecuencia de los partidos
La invasión de la televisión en el fútbol y el gran negocio que ella implica, trajo como consecuencia el aumento del número de competencias. Los jugadores tienen hoy una exigencia mucho mayor, (Copas Libertador, Mercosur, Intercotinental, Súper Copa,) Antes, en esas competencias, participaban sólo los clubes que obtenían el primer lugar en sus respectivos campeonatos locales, pero a partir de la incorporación de los equipos subcampeones se incrementó el número de fechas a jugarse. Hoy un jugador de muy buen nivel que integra un buen equipo y además el seleccionado del respectivo país, juega 80 partidos por año con una frecuencia de un partido cada 4 días. Ante tanta exigencia con los tiempos, si no hay una buena coordinación entre el director técnico, el preparador físico y el médico, se producen cargas excesivas que pueden llevarlos a las lesiones. Cada uno de los especialistas tiene motivos específicos que atender: por una parte mejorar el rendimiento, la eficiencia técnico-táctica, de una buena implementación el técnico quiere realizar la suya para mejorar la eficiencia técnico-táctica.
Falta de recuperación sicofísica
El aumento de la frecuencia de los partidos, trae como consecuencia una falta de recuperación sicofísica. Si se compara al fútbol con otro de los deportes profesionales como por ejemplo el básquet de los EEUU, los jugadores de la NBA realizan una temporada de siete meses intensamente disputada, pero a partir de ahí tienen cinco meses de vacaciones para recuperarse sicológicamente y físicamente o para recuperarse de alguna lesión. En cambio en el fútbol de Argentina, la temporada actual abarca 12 meses. Hay al respecto ejemplos concretos: los jugadores que participaron en el mundial del 98 y que ahora siguen en el nuevo ciclo, hace más de cuatro años que no tienen pausa de recuperación. A pesar de que poseen un alto grado de profesionalidad, finalmente aparecen las lesiones, como es el caso de Zanetti, Crespo, Verón, Sensini o Almeida. Las exigencias del fútbol de hoy son tantas, que los responsables de su conducción tienen la obligación de administrar esa realidad de la mejor manera posible.
Tiempo de recuperación de las lesiones
Un buen ejemplo para este punto de la recuperación de las lesiones es el caso del jugador Hernán Crespo que ahora pertenece a La Lazio de Italia. Costó 50 millones y el equipo lo necesita porque es un jugador caro y se han puesto muchas expectativas acerca de su rendimiento. Se apuró su regreso al campo de juego y se volvió a lesionar. Estas situaciones se repiten con mucha frecuencia.
Los jugadores de tránsito
Antes los jugadores permanecían durante toda su trayectoria en una misma institución. Es difícil memorizar hoy las nuevas formaciones de los clubes, y cuesta memorizarlas porque hay jugadores que se incorporan y emigran también en forma vertiginosa. Esto impide la elaboración de un programa de trabajo que lleve a conocerlos completamente. Si bien es cierto que hay medios de evaluación que permiten conocer el estado físico del jugador, más allá de la ciencia está el hombre, sus aptitudes, sus miedos, su personalidad Esta transitoriedad incide en los resultados del trabajo y dificulta la tarea de los que conducen los equipos.
El stress y las tensiones
Actualmente los jugadores profesionales ingresan muy jóvenes. A los 18, 19 años, tienen sobre sus espaldas una gran carga: ganar el campeonato, no defraudar a los hinchas, rendir de acuerdo a las expectativas, y todavía no están preparados porque no han madurado lo suficiente. Esa carga emocional los lleva también con frecuencia, a un gasto energético adicional que los predispone a tener lesiones.
Los medios de comunicación
La multiplicidad de los medios de comunicación de la actualidad, ahogan al jugador. Están encima, se los discute, se los juzga y además conocen todo lo que hacen incluso en su vida privada. Esta situación, repercute en el entorno familiar y en las amistades, y se convierte en otro factor de alteración del equilibrio emocional.
El dinero
Actualmente, Jugadores que aún no han cumplido 20 años y pertenecen a las primeras divisiones de los clubes, están a la expectativa de lo que se dice acerca de sus pases y transferencias a otros clubes o a otros países por millones de pesos. Algunos tienen 14, 15 años o menos y ya se les compra el pase a los padres o a los empresarios y emigran sin haber terminado sus estudios y sin conocer el idioma, para instalarse en medios totalmente desconocidos. Estos elementos de alteración de su vida cotidiana, más la presión de los empresarios que tienen fuertes intereses, provocan en el jugador una alteración emocional que sumados al desgaste energético producido por el stress y al desgaste físico de los entrenamientos y las frecuencias de los partidos, avalan esas frecuentes lesiones que se ven en el fútbol actual. Esto ocurre no sólo en nuestro país sino también en el fútbol internacional, por eso hay una gran preocupación en los dirigentes del fútbol de alto rendimiento que están pensando en modificar los programas de entrenamiento y la rotación de los jugadores para que esa sobrecarga disminuya. Un factor preponderante en toda esta problemática es sin lugar a dudas la aparición de la televisión, ya que se puede señalar un antes y un después del fútbol a partir de las transmisiones televisivas. Ellas convirtieron al más popular de los deportes de equipo, en un espectáculo de consumo masivo.