por Betina Bonnin –
Reflexiones de una ultramaratonista arquitecta y coach deportivo sobre su vivencia en los 63 km, donde ocupó el 5to. lugar en la General Damas.
Los CICLOS son parte esencial en esta historia. Ciclos que nos muestran el devenir de la vida, pero que también son producto de nuestras decisiones, son nuestra responsabilidad.
El lago Epecuén tiene una historia muy particular. Y eso hace única a esta carrera. Porque en ella vivimos esa historia de un pueblo y su Villa, su abundancia de recursos desde el agua y hacia el agua, su gloria y su ocaso en el pasado, aprendiendo de resiliencia en su presente.
“MILES DE PERSONAS HAN SOBREVIVIDO SIN AMOR, NINGUNA SIN AGUA”
Eso dice un cartel en pleno centro de la ciudad de Carhué, la que nos alojó y recorrimos los días previos. El agua, ese elemento vital en sus ciclos manifiestos en el lago determinaron etapas en todo el devenir de la región, en sus pobladores y en sus lugares.
La salinidad del agua del lago fue y es hoy su principal valor, pero también lo que nos impide usarla para lo que más necesitamos, estar vivos. Y quizá esa salinidad es la que la protege del hombre.
Porque fue la mano del hombre la que intervino durante los años 70 y 80, buscando también proteger – si, buscaba proteger…-, su recurso natural y atractivo turístico que bajaba de nivel, mediante obras hídricas. Pero la naturaleza le mostró su fuerza, su preponderancia, mediante las lluvias y la creciente, y el derrumbe de la defensa en 1985.
LA VIDA DE LAS RUINAS.
Los despojos de las construcciones, que emergieron lentamente en ese ciclo vital del agua, son el SITIO privilegiado, un lugar cargado de significado en medio de la gran indiferenciación de la pampa. Pero también lo son los restos del matadero, cementerio y fábrica de sal. Sitios con fuerte identidad y gran carácter, donde lo natural y lo artificial conviven, hoy pacíficamente.
La presencia en la zona del Arquitecto de las pampas, Francisco Salamone, con su matadero municipal abandonado y el Palacio municipal, también muestran las etapas de la vida. El primero abandonado, mostrando usos de otras épocas, pero recuperado en cada mirada, en cada foto que lo hace eterno. Y un centro cívico que es motor de la vida de la comunidad.
El lago ofrece todo el tiempo sus árboles vacíos de vida. Para algunas miradas, puede generar tristeza, pero también podemos valorar que aún están de pie, como guardianes del pasado. Y también nos muestra vida en sus maravillosas aves costeras – flamencos magníficos y otras especies en su pasaje migratorio – y su bosque de caldenes.
Hoy las ruinas de la Villa, el matadero, el cementerio están vivas. Y más lo están cuando las emocionan los corredores, llevando su energía por sus calles, por sus venas. Un lugar está muerto cuando se lo olvida, cuando lo miro y lo veo, lo transito, lo vivencio, lo incorporo con y a mis sentidos, está más vivo que nunca. Entonces, está en nosotros este poder de revivir aquello que, a primera vista, representa quebranto y muerte.
Las construcciones en escombros están calmas, los corredores y turistas que se entremezclan las recorren con respeto, como lo pide el sitio. Sabemos que hay un Genius Loci, un espíritu protector, que hoy quizá sea representado por Pablo – único habitante permanente – , pero que en realidad lo son todos los carhuenses…y durante la competencia lo fuimos todos nosotros.
LOS CICLOS EN EL DEPORTE
Los deportistas sabemos de reversionarnos, de darnos otras oportunidades. Atravesamos pandemia, lesiones, épocas donde nuestra vida – la otra, la cotidiana, la que compartimos con el mundo-, nos requería enfocar energía en otros aspectos, pero seguimos decidiendo siempre hacia la salud.
Muchas analogías podemos encontrar…El compás de espera de la largada, el compás de espera del nivel del lago creciente y la amenaza hacia la defensa. Energía liberada en ambos casos, la naturaleza que quiere seguir su curso. O pensar que la naturaleza es sabia en los recursos que nos brinda pero también en nuestro cuerpo. Tiene mecanismos de defensa, de protección, de regeneración que conocemos pero muchas veces no escuchamos, y lo forzamos rompiendo el equilibrio, lesionándonos.
Ayer, el agua mató un sueño, enseñó que su fuerza intrínseca debe respetarse. Hoy el pueblo puede capitalizar la experiencia. Y nosotros, corriendo por sus calles, también.
Carhué decidió resignificar su pasado, indefectiblemente unido con un estrecho sentido de pertenencia. Resignificar, recuperar, revalorizar, revertir, dar vueltas. Y eso hicimos en la carrera, entender la vida como una sucesión de etapas, dar vueltas a las cosas para crecer, cerrar círculos para empezar otros nuevos.
Ciclos de un pueblo: pujanza, muerte, recuperación, alegría. Ciclos de cada competencia: energía liberada, sueños que se concretan, nuevas metas. Ciclos en ese camino que transitamos en la búsqueda de equilibrio que nos permite ser saludables.
“Porque la gente normal, en Epecuén, ve paredes derrumbadas, cosas caídas… Yo no veo eso (…) veo todo, veo mis hoteles, mis hospedajes, las casas de mis amigos, lo veo todo en pie, pintado y todo” (Gustavo R., 45 años).
LA CARRERA.
Como parte de la estrategia turística de generar en la zona atractivos de diversas índoles, en 2017 la Municipalidad de Carhué – partido de Adolfo Alsina, provincia de Buenos Aires – desarrolló la primera edición de la carrera VUELTA AL LAGO EPECUÉN. En su mayor distancia, aprox. 60 km, propone dar la vuelta completa al espejo de agua. Los recorridos – 60, 21 y 10 km – atraviesan sus hitos: las ruinas de la villa, del matadero, de la fábrica de sal y de su cementerio, permitiendo a los corredores #corrermasalladeltiempo y #correratravesdelahistoria
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LA HISTORIA
La Villa Epecuén se creó en 1921, como centro del atractivo turístico que genera el recurso natural del lago y su salinidad similar a la del Mar Muerto. Tuvo masiva afluencia hasta que en 1985, una progresiva inundación rompió la defensa que la protegía, inundándolo todo. El pico máximo de la creciente fue en 1987, y la zona se mantuvo bajo agua durante dos décadas. A medida que el nivel fue bajando, los restos de las construcciones emergieron, para quedar como muestra de un pasado pujante.
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BETINA BONNIN
MENTORA DEPORTIVA (atleta de alto rendimiento – ultra maratón / triatlón/ rural y rally bike – y Diplomada Universitaria en Coaching Deportivo).
Capacitadora. Divulgadora de la vida saludable. Embajadora Deportiva UCU.
Arquitecta y Magíster en Administración y Dir. de Empresas y Negocios.
IG: betinabonnin / Youtube: Betina Bonnin – Mentora deportiva.