El Gobierno nacional autorizó a las empresas distribuidoras de gas licuado de petróleo (GLP) en garrafas a aplicar un incremento del 60 por ciento para el tubo de 10 kilos, que ahora llegará a las familias un precio final de 215,02 pesos en la puerta de las expendedoras. Como cada vez que se disponen nuevos precios, la Dirección de Defensa del Consumidor de la Provincia profundiza los controles en las expendedoras para evitar que se produzcan sobreprecios.
Controles en toda la provincia
“Este miércoles tomamos conocimiento del aumento y voy a disponer la realización de controles en toda la provincia para garantizar que se respete el aumento establecido y evitar que haya sobreprecios”, sostuvo El titular de la dirección, Juan Carlos Albornoz.
El funcionario indicó que “los controles se harán en las bocas de expendio” y aseveró que “es difícil controlar el precio de los fletes porque el monto que cobran depende de la cantidad de kilómetros que realicen”.
Todo esto surge tras el aumento anunciado por el Ministerio de Energía de la Nación, a través de su titular Juan José Aranguren.