Fue aquel 14 de diciembre de 2015 de la era cristiana cuando fundamos la “Orden de los Cristinistas de los Ultimos Días”, después los jacobinos cambiaron el almanaque, ocurrió en el bar de la Biblioteca Nacional, cálido anochecer aquel, cuando Macri no llegaba a una quincena en la Rosada.
La convocatoria fue por cuenta de Cristina Bidegain, era su cumpleaños y es tradicional que convoque a celebrarlos a un grupo de amigos y compañeros, en general buenas gentes, ágapes donde han ocurrido debates memorables. A pocos días de la asunción de Macri estábamos allí, hago memoria desde mi derecha, el Tojo, Graciela, el Canca, el Flaco Kunkel, Cristina Fioramonti, dando vuelta en la mesa de la punta, Gloria, Liliana, Tony, la cumpleañera, Susana Sanz que quedaba frente a mí, sus hijitas, Bernarda y Marianita, Cotita y Borro, Petu Gargiullo, y dos o tres mas que ya me voy a acordar, a mi izquierda Jorge Taiana, me parece que Ernesto Jauretche, alguien mas y Flora Castro y había dos o tres mas también hacia la punta de las mesas juntadas.
Días difíciles aquellos.
Seguramente difícil habría sido sobrellevar un gobierno de Scioli, pero esto que estábamos viviendo, absolutamente inesperado e impensado, era una catástrofe histórica a la que no se le encontraba explicación, en el resultado electoral se quemaron todos los manuales.
Picaban aquí y allá las ácidas críticas a Cristina, en este caso, Cristina Fernández, y se discurría, con bastante crudeza y … crueldad, sobre tal o cual desacierto de su gestión de gobierno, hechos mas o menos desgraciados de magnitud diversa que explicaban, explicarían, por su multiplicidad y ocurrencia en cascada, el desgraciado resultado electoral.
En cierto momento informé que estábamos formando una Orden que habíamos denominado “de los Cristinistas de los Ultimos Días”, que estaba abierta la adhesión, que yo era apenas el promotor de la entidad, y que su objeto era la defensa a ultranza de su gobierno, sin beneficio de inventario.
Mirá que son todos amigos, y entre ellos amigo amigo como Susana difícil, pero en el silencio que se abrió fue ella la que lanzó el sablazo, “miralo a este”, dijo, “mientras nosotros estuvimos defendiendo hasta lo indefendible el hijo de puta se pasó doce años haciéndose el crítico, y ahora resulta que se convierte en verticalista”, eso dijo, o mas o menos, quizás no haya dicho “hijo de puta”, pero, a los fines prácticos de este relato eso es lo que profirió en substancia y forma.
Yo estaba preparado, y solté mi fundamento con tono entre sobrador y doctoral.
De lo que se trata, pontifiqué, es de la forma de juzgar a los gobiernos, una cuestión de método, epistemología si se quiere, dije mirando con gesto profético, a la distancia, en pose de pensador griego con el número 5 en la espalda.
Al gobierno en curso se lo puede confrontar con lo que hace, con lo que se podría hacer, con lo que se debería hacer, con lo que no se hace, con lo que no se puede admitir que siga ocurriendo, pero cuando ese gobierno termina, a ese gobierno, en tanto objeto de análisis, solo se lo puede confrontar con los que lo precedieron y los que lo sucedan, y concluía que, para suerte de Cristina, saldría beneficiada de cualquier comparación, y terminé, canchereando, citando a Perón “no es que nosotros hayamos sido tan buenos, es que los que vinieron después fueron tan malos que a la postre resultamos óptimos…”.
Hubo algún que otro “si pero si se hubiera…”, es que era apenas el uno y poco por ciento abajo, otra vez con gesto ahora dolinesco sentencié: “en este terreno todo ejercicio especulativo contrafáctico es una práctica intelectual masturbadora”, en fin, paja.
La Orden existe y opera, cierto es que no todos son éxitos, ahora, tratándose como se trata de una Orden hermética, no estoy en condiciones de informar mas que lo dicho sobre la misma.
Charles Noir
Grand Maitre
17 de Frimaire del año CCXXIX de la Revolución
La Comisión Coordinadora de la Línea del Tiempo.
La línea del tiempo es un recurso didáctico para exponer gráficamente las diferencias cantidades y calidades de determinado fenómeno en el trascurrir de una época precisa.
Se tira una línea horizontal marcando los años y, con barras, se muestra la evolución del objeto de la muestra, hay un año base y una fecha de corte.
Lo notable en la literatura política, económica, sociológica y periodística de la Argentina es que estas series en general comienzan en 1983. Cierto es que el relevamiento de datos estadísticos, producidos como tales, va progresando con el tiempo, pero no es cierto que, si realmente se investiga, no existan datos anteriores a relevar, será mas difícil, pero se puede. Obsérvese que Piquetty (“El Capital del Siglo XXI”), el economista francés estrella del mundo contemporáneo, incluye a la Argentina en sus estudios precisamente porque tiene datos estadísticos desde la década de 1930.
Empezando las series en 1983, como se hace en las cátedras y en los diarios, resulta que nos mantenemos dentro del sistema político, económico, social y cultural que sale de la dictadura, sin incluirla, el sistema que se estabilizó con la pedagogía del terror. Quedan afuera así de la línea del tiempo los relevamientos desde, digamos por seguir a Piquetty, 1930, y queda así fuera de la historia la comparación de las políticas, herramientas y resultados, y no se comprende, no se puede comprender, el porqué de las diferencias, y ese conocimiento además se pierde.
Hay en este método, además de las facilidades del progreso de las técnicas de la sociología, un sesgo intencionado del sistema, recordemos, consecuencia de la pedagogía del terror que impuso la dictadura.
No se sabe así, ni como funcionó la Argentina conservadora, ni como ocurrió el advenimiento del peronismo, ni cuáles fueron sus políticas y resultados, ni como la Revolución Libertadora en 1955 cambió esas políticas, se habla una y otra vez de los pactos de la Moncloa en España, pero se ignora, es notable como se ignora, la política de Perón 1973/1975, el pacto social y sus resultados, también queda afuera de la línea del tiempo la política de la dictadura que fue un ejercicio con instrumentos que tenés aun hoy presentes, el problema es que quedan fuera de los ejercicios comparativos, las políticas y sus resultados, sencillamente se ignoran, todo queda reducido al reclamo por el terror, que fue solo un aspecto de esas políticas, lo demás no se sabe, sencillamente se ignora.
Hoy tenés tipos que posan de sabiondos en los medios que hablan de mas de 70 años de peronismo, cargándole toda la responsabilidad de lo que fueron, en realidad, no mas de 11 años o en todo caso 20 de esos 70. Peor, porque cargan en la etiqueta, sin análisis, los 10 años de Menem que sí entran en el cuadro y así quedan en el centro de la línea del tiempo en uso, y no solo los liberales y ortodoxos, de afuera y de adentro del peronismo, razonan así, también, la izquierda paginadocista, y el gordo Daer de la CGT, intoxicado de tanto leer el suplemento económico de Clarín.
Volviendo al razonamiento del punto anterior, el de la Orden de los Cristinistas de los Ultimos Días, si se trata de comparar hay que tomar la unidad de tiempo que nos permita confrontar experiencias, modelos y herramientas, sus resultados relativos y los absolutos, pero fundamentalmente conocer que ocurrió, que se hizo, como resultó, porque estamos dando vueltas alrededor del mismo tronco hace como 150 años y al solo ver los últimos 40 entendemos poco y nada y creemos que se están descubriendo herramientas que, en realidad, ya se usaron, que no lo sabemos, que son experiencia perdida, porque hay otros modelos económicos y sociales posibles, aquí los hubo y funcionaron bien, cierto es que generaron tensiones, algunas gravísimas como las citadas Revolución Libertadora y la dictadura 1976/1983, pero esos modelos fueron destrozados porque funcionaban, por eso estamos sobreviviendo de los residuos del peronismo.
Un ejemplo de lo que quiero decir sería YPF. Si uno pone una línea de tiempo de, digamos, 10 años, 2010, va encontrar el vaciamiento de la empresa y la expropiación del control de Cristina, que nosotros aplaudimos, a pesar de sus limitaciones
Si uno tira esa línea 10 años mas, 2000, va a ver como Lupin (Néstor) se hacia el boludo y prohijaba negocios horripilantes con Repsol y otros paisanos para que el vaciamiento se concretara.
Si la tira 10 años mas, llegando a 1990, podrá verificar como el gobierno de Santa Cruz acompañó la privatización y provincialización, podrá recordar incluso que Parrilli fue miembro informante de la misma en Diputados, privatización que todavía Cristina y Parrilli elogian.
Si seguimos 15 años mas, 1976, veremos como ni a los milicos ni a Martinez de Hoz se les ocurrió privatizar YPF, la vaciaron, la robaron, la endeudaron, y como Alfonsin no dio pie con bola.
10 o 15 años mas y veremos a Frondizi haciendo contratos con la multinacionales, y a Illia anulándolos.
Mas atrás encontraremos la nacionalización del petróleo en la Constitución de 1949, el aumento de la producción, la monumental ampliación de la refinería de La Plata, y el debate por los negocios con la California en 1954
Veremos como en 1922 Yrigoyen, el mismo del atrio de Balvanera, funda YPF y tirando del todo para atrás como, en 1907, cuando se encontraron los yacimientos de Comodoro Rivadavia los conservadores, Figueroa Alcorta, se cagaron en el Código de Minería que prohibía la explotación estatal, y expropiaron todo lo que era necesario para mantener el recurso en manos del Estado Nacional, porque serían conservadores y liberales, pero no eran boludos.
¿viste como funciona la línea del tiempo?
Así se podrá decir que, con la línea del tiempo en uso, que llaman “de la democracia”, Cristina es Gardel, pero no es verdad porque Gardel queda afuera del gráfico.
El Pueblo argentino se debe un debate sobre esta materia (frase repetida por cuanto chanta aparece por allí), por lo que estamos proponiendo a tal fin la conformación de una Comisión Coordinadora de la Línea del Tiempo.
San Expedito y el Cristo de la Paciencia
Ya nadie conoce a la parroquia de Nuestra Señora de Balvanera por ese nombre, histórico templo en cuyo atrio jugaba de niño Leandro Alem, y donde años mas tarde solía cagarse a tiros para defender el trámite y los resultados electorales de la parroquia acompañado de sus sobrinos Hipólito y Mario Yrigoyen.
Ahora el pueblo la llama iglesia de San Expedito, un santo experto en la agilización de trámites en los entresijos de la burocracia celestial que convoca multitudes, mi compañera y amiga, la Chiri Ríos, de la JP de Ensenada, fue durante años su secretaria privada, y no es un chiste.
Resulta que si uno entra a la iglesia, a la derecha, a unos metros, destaca la imagen de San Expedito, y la cola para presentarle los ruegos del caso, a su lado hay una imagen de Jesucristo, el Cristo de la Paciencia, solo, nadie repara en El que es el verdadero y legítimo dueño del negocio, mirando para arriba como diciendo…
Juro por la cruz de mi espada que no entiendo que es lo que propone Cristina, puedo especular como cualquier charlatán de redes, radio y televisión, pero para eso nadie me necesita.
Siendo así ruego a los amigos y amigas que me preguntan de que se trata que cesen en su acoso, no tengo ni la menor idea.
Yo soy un fedayín de esta gesta maradoniana/ricotera/kirchnerista que se denomina Cristinismo, no solo soy fundador de la Orden de los Cristinistas de los Ultimos Días, sino que estuve el 17 de noviembre en el estadio único, en La Plata, canté fervorosamente La Marcha y Jijiji, hay testigos.
Ahora,
Está bien,
Vos no vas en ninguna lista,
Yo no voto a Larreta ni mamado, pero tampoco a Massa, ni con Máximo, ni con Wado, ni con …, ni con …, ni con …
El bastón de Mariscal… je… que bueno… el bastón del Mariscal…
Vengan santos milagrosos, vengan todos en mi ayuda…