Julio María Sosa Venturini nació el 2 de febrero de 1926 en la ciudad de Las Piedras, Uruguay, y pese a haber iniciado su carrera en su tierra natal logró la fama cuando llegó a Buenos Aires.
Nació en el seno de una familia humilde, hijo de Luciano Sosa, peón de campo, y Ana María Venturini, lavandera. Sus comienzos profesionales fueron como vocalista en la orquesta de Carlos Gilardoni en la ciudad de La Paz, departamento de Canelones.
Posteriormente se trasladó a Montevideo donde participó en varios proyectos musicales y es en el año 1949 cuando se trasladó a Buenos Aires.
Durante sus quince años de trayectoria en Argentina, Julio Sosa fue cantor de tres orquestas. La primera Francini-Pontier (1949-1953), con la que realizó quince grabaciones, la segunda, la de Francisco Rotundo (1953-1955), con el que grabó 12 temas; y la tercera, de Armando Pontier (1955-1960), ya desvinculado de Francini.
En esta etapa Julio Sosa grabó en total de 33 registros. Algunos temas destacados son. «Tiempos viejos», «Araca París», «Cambalache», «Al mundo le falta un tornillo», «Padrino pelao», «Tengo miedo», «Margo», «El rosal de los cerros», «Brindis de sangre» y «Azabache».
Pero la gran aceptación del público, comienza a partir de 1960 cuando se hace solista. Su carrera avanzaría notablemente con diferentes proyectos.
Escribió un libro bajo el nombre de «Dos horas antes del alba» en 1960 y participó en la película «Buenas noches, Buenos Aires» de Hugo del Carril en 1964.
Fue bautizado por el periodista Ricardo Gaspari como «El Varón del Tango», llamándose así su primer disco de larga duración. Pero todo cambiaría en la noche del 24 de noviembre de 1964.
Luego de actuar en Radio Splendid y tras una noche de amigos y tragos, a bordo de su DKW Fissore, chocó contra un semáforo en Avenida Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla a tal velocidad que su auto pasó sobre la estructura de cemento que contenía el semáforo y frenó 50 metros después.
Tras el choque fue llevado al Hospital Fernández y alrededor de las siete de la mañana lo trasladaron al sanatorio Anchorena porque necesitaba ser intervenido: cuatro de sus costillas se habían hundido provocando serias lesiones en uno de sus pulmones y tenía conmoción cerebral.
A la tarde de ese mismo día lo operaron dos veces para intentar salvar su vida, cosa que no pudieron. A las 9:30 del 26 de noviembre de 1964, Julio Sosa murió a los 38 años.
Fue velado en el Luna Park por pedido de Hugo del Carril y al otro día una multitud acompañó el cortejo fúnebre a pie hasta el Cementerio de la Chacarita bajo una lluvia torrencial.
Luego, en 1987, sus restos fueron repatriados a Uruguay, actualmente sus restos descansan en el Cementerio de Las Piedras.
Tras su muerte, aún en la actualidad es aclamado como uno de los mejores cantores de tango.
Imagen. Julio María Sosa Venturini (1926-1964), más conocido como Julio Sosa, fue un cantante de tango uruguayo que alcanzó la fama en las décadas de 1950 y 1960 en la ciudad de Buenos Aires, siendo uno de los mayores íconos de la historia del género, apodado como «El varón del tango». Una de sus grandes pasiones fueron los autos de alta gama y la velocidad. En la foto se lo puede ver junto a su coche, un DKW Fissiore, con el que sufrió el trágico accidente.
(Fuente: muro en Facebook Historia S.XXI)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 29/11/2023