Ante el derrape de la actividad industrial, grandes empresas de diferentes sectores están apelando a suspensiones de personal por paradas obligadas de planta. Es el caso del gigante Acindar, cuya planta está ubicada en Villa Constitución, provincia de Santa Fe, que volvió a paralizar su producción a raíz de la caída de la demanda de sus productos. También las automotrices frenaron la producción esta semana, no sólo por la recesión en el mercado interno sino también por demoras en importaciones.
Según informó Acindar, el viernes último se suspendieron las actividades en el área de reducción directa, que es la que procesa el hierro, el jueves próximo se sumará la acería y la semana que viene, los trenes laminadores y la fabricación de alambres.
Con todo, la paralización de la planta de producción principal de Acindar sería por tres semanas y tiene como antecedente inmediato una medida similar que la compañía tomó entre marzo y abril, cuando la producción estuvo parada un mes.
En Acindar trabajan 3 mil personas en forma directa, a los que se suman otras mil en distintos talleres proveedores. «Estaríamos recibiendo suspensiones, vacaciones atrasadas y francos compensatorios», explicó el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, Pablo González. Por su parte, el diputado provincial Carlos Del Frade (del Frente Social y Popular santafesino) presentó un pedido al Poder Ejecutivo provincial para que informe sobre la situación de las plantas de Acindar en Villa Constitución y Rosario. «Es vital conocer qué información tiene el Gobierno provincial», sostuvo el legislador.
Derrape
De acuerdo al último informe de actividad que elaboró la UIA, los números de mayo fueron tan o más malos que los anteriores. Entre los valores destacados del mes pasado aparece la caída en los despachos de cemento (-27,1 por ciento), producción de autos (-27,9), patentamiento de maquinaria agrícola (-22,9), importaciones desde Brasil (-42,8 por ciento) y consumo de energía eléctrica de grandes usuarios (-11,3).
También las automotrices están apelando a medidas de freno en la producción para evitar una sobreacumulación de los stocks. La decisión de paralizar las plantas se combinó con los feriados, porque durante toda la semana no habrá producción.
En la primera fábrica que se tomó esa decisión fue en Santa Isabel, Córdoba, donde se producen vehículos para Renault y Nissan. La suspensión está relacionada con la adecuación de la producción al actual nivel de demanda. Además, Renault analiza reducir de 8 a 6 horas los dos turnos de producción a partir de julio, lo cual se replicaría en Nissan, que fabrica en un solo turno.
Toyota –-principal fabricante del país– tampoco fabricará vehículos toda la semana. La terminal japonesa acaba de concluir un plan de retiro voluntario, como consecuencia de la caída de las exportaciones a Chile, Colombia, Ecuador y Perú, mercados que también están en baja. Según informó la firma, parte del freno en la producción se debió a la demora en la llegada de buques con piezas importadas.
En el caso de Fiat, también suspende la producción toda la semana por problemas con la llegada de piezas desde Brasil, como la caja de dirección. En Córdoba habría una gran cantidad de unidades del Cronos sin terminar por este problema. En Brasil, se repetiría una situación similar en miles de unidades de un modelo que comparte esta pieza.
General Motors, en Santa Fe, también suspende la actividad toda la semana. Esta terminal viene de despidos de personal y está acomodando la producción a la demanda actual. A este escenario de parálisis se suma la división Van de Mercedes-Benz, en Virrey del Pino, partido de La Matanza. En este caso, la compañía está llevando adelante una reforma en la planta de pintura. En cambio, Volkswagen, Ford y la planta de Stellantis en El Palomar, donde se producen modelos de Peugeot y Citroën, informaron que trabajarán con normalidad.
De acuerdo a los datos de Adefa, la producción nacional de vehículos fue de 38.440 unidades en mayo, 10,6 por ciento menos respecto de abril y 27,9 por ciento menos respecto del mismo mes del año pasado. Tanto en exportaciones como en ventas al mercado interno hubo una mejoría respecto de abril, del 11,5 por ciento, y del 24,1 por ciento, respectivamente, aunque caídas interanuales del 24,1 por ciento y del 27,9 por ciento.