El fiscal federal Federico Delgado sostuvo que el lawfare existe en la Argentina y que “funciona de manera sutil”. Además, destacó que en el gobierno de Alberto Fernández “no hay ningún tipo de interferencia dentro del funcionamiento de la Justicia”.
Realizó un breve recorrido del concepto en diferentes países. “Empezó en la Antigua Grecia. Después de septiembre del 2001 en Estados Unidos se desempolvó”, advirtió y sostuvo que en todos los países puede analizarse.
“En nuestro país funciona de manera sutil. En Argentina se construyen expedientes que son formalmente legales. Hay una denuncia, hay un fiscal, hay un juez y hay cosas de ese expediente que son legales pero también hay pruebas ilegales, jueces con los ojos tapados”, completó. En la misma línea recordó que se toman decisiones previamente y se acomoda un expediente. “La Justicia Argentina fabrica impunidad”, lanzó.
También analizó el gobierno de Alberto Fernández. Destacó que una “virtud” que tiene la actual administración es que “no hay ningún tipo de interferencia dentro de lo que es el funcionamiento de la justicia”.
En esa línea, recordó la percusión que vivió durante el gobierno de Cambiemos cuando investigó la pata local del Lava Jato. “Durante el gobierno de Mauricio Macri me tocó investigarlo y de hecho sufrí una querella”, dijo.
Sostuvo que la causa fue inventada por el extitular de la AFI, Gustavo Arribas “que me tuvo a ostiazos durante tres años por tomar una declaración a un arrepentido en la causa Lava Jato por un pedido que me hizo el juez (Sebastián) Casanello”.
“Hasta ahora lo que no veo es el funcionamiento de hostigamiento con querellas, desgaste público, noticias falsas, que me pasó a mí. El problema de la justicia permanece intacto”, concluyó.