En la estimación considera el arrastre estadístico, la falta de reformas estructurales y una profundización del default.
La caída de la actividad económica se profundizará en 2020 a raíz del “inexorable default pleno” que podría abarcar también el vencimiento de las leliq y “muy probablemente” al Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que “a nadie podría sorprender” un descenso del PBI del orden del 6% para el primer año del próximo gobierno.
El pronóstico fue formulado por la consultora Economía & Regiones en su último Semanario Económico, partiendo de la base de un arrastre estadístico de -1,9% de este año, la falta del efecto positivo que tuvo en 2019 la cosecha récord comparada con un 2018 afectado por la sequía, la ausencia de reformas que derivará en “una acumulación de costos sobre costos” y, como corolario, la extensión del default y “el riesgo de hiperinflación”.
La suma de esos fenómenos podría generar una caída del PBI “mayor que lo planteado” por E&R, que en un “ejercicio de tendencia” que, aclaró, no constituye una “estimación”, consideró que podría ubicarse “en torno al 5,5%/6% en 2020”.
Arrastre estadístico
“El arrastre estadístico es el primer eslabón de la cadena que nos lleva a entender que el nivel de actividad de 2020, salvo reformas estructurales de fondo que tienen muy baja probabilidad de ocurrencia, sería probablemente peor que en 2019”, indicó la consultora dirigida por Diego Giacomini.
Como segundo eslabón, destacó que la caída de 2019, que estimó de un 3,3%, “está amortiguada por el efecto cosecha” y que “sin el efecto negativo de la sequía sobre la cosecha del año anterior, la base de comparación habría sido más alta, y en consecuencia la caída del PBI de 2019 sería mayor”, en torno del 4,7%.
Einstein tenía razón
“El tercer eslabón de esta cadena es el más importante de todos”, alertó E&R, citando la frase de Albert Einstein que decía que “si pretendes resultados diferentes, busca hacer cosas distintas”.
Al respecto, sostuvo que “si se continúa haciendo lo mismo, lo más probable es que los resultados sean similares”, razón por la que “lo más sensato es anticipar que la acumulación de costos sobre costos traerá aparejado una profundización de los problemas” que “deberían potenciarse en 2020 cuando se los compara contra los costos afrontados en 2018 (-2,5%) y 2019 (-3,3%), respectivamente”.
Sin sorpresa
Con esa sucesión de “eslabones”, E&R planteó un ejercicio de tendencia que llegó a la conclusión que “a nadie le podría sorprender una variación de PBI negativa que tendiera a ubicarse en torno al 5,5%/6% en 2020”.
De todos modos, la consultora remarcó que “no estamos diciendo que es el ‘numerito’ que terminará ocurriendo” ya que a las condiciones apuntadas debería sumársele que “el default se profundizará en 2020”.
“Las posibilidades de refinanciamiento desaparecen y el riesgo de mayor default no sólo aumenta, sino que se acerca vertiginosamente en el tiempo. De acuerdo con nuestra visión, el default total o pleno parece casi inexorable”, alertó.
La cuestión
E&R considera que para hacer frente a los compromisos de deuda será necesario el año que viene un ajuste fiscal equivalente a “5 ó 6 puntos del PBI” que no está en las intenciones de “ningún político con posibilidades de ganar las elecciones”. Por otra parte, como pronostica que la economía real no crecerá, no habrá recursos genuinos para pagar la deuda.
“En este escenario, no hay que descartar que se vaya a un default interno con las LELIQs y pases netos, ya que el balance del BCRA está cada vez más quebrado y los pasivos no remunerados son impagables”, indicó.
Asimismo, advirtió que “muy probablemente se defaulteará al FMI, ya hay que pagarle US$ 52.613 millones a lo largo de los cuatro años de la próxima presidencia”.
Riesgo de hiperinflación
En ese marco, con una aceleración de la caída de la demanda de dinero y un BCRA con patrimonio negativo, “el riesgo de hiperinflación es relevante en el próximo año”, añadió.
Con todos estos fenómenos la situación en 2020 “sería mucho más delicada” que el ejercicio de tendencia que marca una caída del 6% del PBI.
En consecuencia, para E&R, ese descenso “terminaría siendo mayor que lo planteado por el anterior ejercicio de tendencia, que sólo pretende mostrar y explicar que el sector privado (individuos y empresas) deben prepararse para un año más complicado que el actual”.
(fuente: InfoGEI)