El coronel Mansilla, invocando su carácter de jefe de las “fuerzas libertadoras” —que actúan en la revolución del 23 de septiembre— y gobernador provisorio, dispone reunir un congreso para que eligiera gobernador titular y sancionara un estatuto provisorio constitucional y demás leyes para un gobierno regular, a cuyos efectos imparte las órdenes pertinentes a fin de que en la plaza de las localidades respectivas se eligieran libre y espontáneamente, los diputados.
Dispone además, que los electos deben encontrarse en Paraná el 20 de noviembre.
El Congreso se instala el 6 de diciembre, eligiendo presidente a Casiano Calderón, diputado por Gualeguay y vicepresidente a Pantaleón Panelo, diputado por Uruguay. Integran el cuerpo José Ignacio Vera, substituido luego por José Soler, por Paraná, Marcelino Pelaez, por Gualeguaychú y José Francisco Taborda, por Nogoyá, actuando como secretario el doctor Pedro José Agrelo, célebre, este último, como abogado y agitador político que actúa en la Asamblea del año 13 y que renuncia días después para acompañar al gobernador Mansilla como ministro, siendo nombrado en su reemplazo Juan Garrigó, español con carta de ciudadanía, cuyo desempeño en el puesto es igualmente breve, substituyéndolo el sacerdote paraguayo, presbítero Ignacio Luis Moreira.
El Congreso sanciona el Estatuto Provisorio Constitucional, elige el primer gobernador constitucional, aprueba un plan de división departamental de la Provincia, reglamenta la libertad de imprenta, prohíbe el tráfico de esclavos, crea el escudo provincial y reconoce como única bandera la nacional aprobada por la Asamblea del año 13, dejando sin efecto el uso de la bandera artiguista.
Antecedentes
La suerte de la República de Entre Ríos fue efímera. A la muerte de Ramírez, Ricardo López Jordán, que se venía desempeñando como comandante general de Entre Ríos, ocupó el lugar de aquél. Aconsejado por su ministro Cipriano de Urquiza, intentó una política de paz con los gobiernos de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Pero la tentativa fracasó puesto que estos gobiernos coaligados habían sellado el destino de la República de Entre Ríos: tanto ella como su gobernante, López Jordán, debían desaparecer. El entendimiento de los gobiernos de Santa Fe y Buenos Aires con Lucio Mansilla, que era porteño, no constituía un misterio para nadie. La actitud de éste con respecto a Francisco Ramírez así lo había demostrado. Por ello no puede extrañar su participación en los sucesos que sobrevendrán después de la desaparición del Supremo de Entre Ríos.
El 23 de setiembre de 1821, Mansilla desconoció la ya maltrecha autoridad de López Jordán quien en actitud pacifista, se retiró al centro de la provincia. Hereñú recibió orden de perseguirlo y el propio Mansilla avanzó hacia Nogoyá, desde donde dirigió una proclama cargada de severos calificativos contra el jefe entrerriano: «Paisanos y compañeros de armas – expresó – no hay para el hombre un día más grande que aquel en que se ve libre, tal es el que os ofrece hoy el ejército combinado, a la destrucción de una administración tan mezquina como arbitraria, encabezada por el supuesto supremo don Ricardo López Jordán, que por muerte de su hermano se creyó heredero de mandaros, sin vuestra voluntad».
Mientras Estanislao López se hacia cargo del gobierno de Entre Ríos, Eusebio Hereñú destrozó en Gená a la vanguardia jordanista a las órdenes de Gregorio Piriz, el 20 de octubre de 1821.
Quedaban fieles a López Jordán dos de las mejores espadas del supremo: Anacleto Medina y Gregorio Piriz. Pero la derrota del Gená, más los pronunciamientos de Corrientes y de Misiones en favor de la disolución de la República de Entre Ríos hicieron insostenible la situación de López Jordán, quien junto con Cipriano de Urquiza y algunos otros jefes, cruzó el Uruguay y se asiló en Paysandú.
Sin embargo, el Congreso entrerriano reunido en Paraná, el 8 de diciembre, procedió a elegir gobernador de la provincia al propio López Jordán. La reacción de Estanislao López no se hizo esperar. Indignado ante el alzamiento, aconsejó a Mansilla: «No hay que pararse en los modos y las formas legales».
La presión fue demasiado fuerte y el Congreso entrerriano rectificó la elección del día 8, designando, cinco días después, como gobernador provincial, al coronel Lucio Mansilla. Ricardo López Jordán quedaba, así, definitivamente desplazado.
(fuente: Archivo Entre Rios e Historia de Concepción del Uruguay del Prof. Oscar Urquiza Almandoz, Tomo I)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 6/12/2019