Ramírez crea la República de Entre Ríos, organizada mediante reglamentos de carácter constitucional. La integran Entre Ríos, Corrientes y Misiones.
Derrotado Artigas, internado en el Paraguay, Ramírez quedó solo dominando el nordeste argentino. Con el dominio de la situación política de la región, se dio a la tarea de organizar institucionalmente a los pueblos de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, que estaban comprendidos en el amplio radio de su influencia política y militar. Cumpliendo este propósito dio a conocer desde Corrientes, donde se hallaba, un Bando proclamando la República de Entre Ríos. La denominación de República no contenía un designio de segregación del territorio ni de la nacionalidad, —ya que en todos los documentos y en el Tratado del Pilar, sustentó la unidad argentina—, sino que se redujo a fijar una jurisdicción político-administrativa dentro de la unidad de las provincias, usando el vocablo con la difusa e imprecisa interpretación que se le otorgaba entonces. Cabe acotar en el lenguaje de la época no eran idénticos a los actuales términos como república, independencia, soberanía, como surge de la abundante documentación artiguista.
El Bando abolía los derechos de introducción manteniendo los de exportación, otorgaba amplia amnistía en cuestiones políticas, prohibía la matanza de vacas y yeguas con severas penalidades para los infractores, la extracción de animales, mandaba levantar un censo, estimulaba el procreo del ganado, fomentaba las tareas agrícolas en forma «que todo vecino deba tener el arado y sembrar suficientemente para su familia y la exportación». También perseguía a los vagos y mal entretenidos, autorizaba la entrada de extranjeros bajo riguroso control, suprimía la circulación de la moneda llamada cuartillo y autorizaba la de la onza de oro de diez y siete pesos. Por otra parte se mandaba a requisar todas las armas en poder de particulares e indultaba a todos los desertores. En este documento Ramírez se titulaba «Jefe Supremo de esta República y General en Jefe del Ejército». A este Bando se le complementó con los Reglamentos, que fueron los que dieron a la entidad verdadera contextura institucional. Esos Reglamentos se dictaron para el orden militar, el orden político, el orden económico y para sellos.
La República se dividió en tres comandancias, la de Entre Ríos, gobernada por el general Ricardo López Jordán; la de Corrientes a cargo del coronel Evaristo Carriego y la de Misiones a la del comandante Félix Aguirre. El Jefe Supremo era asistido por un ministro, que lo fue Cipriano J. de Urquiza, a quien se le atribuye la paternidad de los Reglamentos. También contaba con sus símbolos, escudo y bandera. Los escudos fueron dos, según se ha comprobado con documentos de la época, impresos a manera de sellos. Uno, el más difundido, estaba formado por un óvalo con una inscripción alrededor que decía «República de Entre Ríos», ostentando en el centro una pluma de avestruz, acaso como símbolo de justicia, de la verdad y del derecho. El otro tenía la misma forma y la misma inscripción, cubierto en sus cuarteles con una balanza, que en la heráldica representa una de las expresiones de la Justicia, con el platillo de la derecha inclinado en el sentido de una lanza colocada diagonalmente y proyectada con la punta hacia abajo desde el extremo izquierdo del fiel. Adopta como bandera la creada por Artigas para la Liga Federal en 1815.
Ramírez también crea el «Escuadrón Dragones de la Muerte”
Francisco Ramírez al organizar la Provincia de Entre Ríos, y delinear su propia tropa armada, convoca a todos los entrerrianos de catorce a cuarenta años para integrar su ejército, para defender los ideales de Federación, Unión y Libertad. También dispone la creación de un cuerpo de escolta al que denomina “Dragones de la Muerte”.
Al crear el 29 de septiembre de 1820 la República de Entre Ríos que conformaban Misiones, Corrientes y la propia Entre Ríos, Francisco Ramírez con el título de Supremo Entrerriano para dirigir los destinos de la reciente República; crea su Regimiento escolta, compuesto de los mejores soldados del ejército, llamándolos “Dragones de la Muerte”. Por ser un cuerpo de tropas selectas, las dotó de uniformes, armamentos y cabalgaduras apropiadas para su custodia personal. El atuendo fue elegido similar al de los regimientos de Caballería Española que se destacaban en esa época.
Con la disolución de la República de Entre Ríos, llegó la desaparición de este valeroso escuadrón, pero se conservó en la historia sus proezas y hazañas.
En el año 1960, el gobernador de Entre Ríos, Lucio Uranga, aprueba conformar nuevamente el escuadrón de antaño para que rinda honores a distintas autoridades y personalidades que visiten nuestra provincia, integrándolo a la Policía de Entre Ríos. Se realizaron distintos estudios sobre cómo había sido la conformación de ese escuadrón y por primera vez fueron vistos ante la sociedad en el acto de colocación de la Piedra Fundamental del Túnel Subfluvial “Uranga – Silvestre Begnis” que une las ciudades de Paraná con Santa Fe, el 3 de Febrero de 1961.
Actualmente este cuerpo se halla a cargo de la Sección Policía Montada con asiento en la Ciudad de Paraná y actúa como la Guardia de Honor del gobernador en actos oficiales, fiestas patrias, visitas presidenciales y diplomáticas y cuando la ocasión amerite tan alto honor.
Imagen: Soldado de Ramírez, dibujo de Amado Bonpland.
(fuente: https://genoma.cfi.org.ar)
Esta nota fue publicada por la revista La Ciudad el 29/9/2019