Por segunda vez, el ministro rechazó ir a la comisión de Obras Públicas y envió un informe.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, se negó por segunda vez a acudir a la comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados para explicar el decreto presidencial que lo habilita a clausurar ramales ferroviarios.
Dietrich había sido convocado el martes pasado por el titular de la comisión, el pampeano Sergio Ziliotto (Bloque Justicialista), pero adujo «problemas de agenda». La reunión fue reprogramada para este martes, pero el ministro nuevamente no asistirá.
A cambio, Dietrich envió a la comisión un informe donde defendió los alcances de la medida presidencial y afirmó que el Gobierno «no tiene planificado cerrar ningún ramal ni ningún tren», tal como acusó la oposición.
El decreto 652 generó preocupación entre los diputados de la oposición porque lo habilita a Dietrich para decidir el cierre de ramales que no considere necesario mantener operativos o levantar aquellos inactivos que podrían recuperarse, como el La Plata – Brandsen del Ferrocarril Roca o la vía de Mar del Plata a Miramar.
En el informe que envió a la comisión, Dietrich explicó que «el traspaso de facultades que eran del presidente al ministro de Transporte es una decisión administrativa que busca agilizar soluciones que la sociedad necesita», ya que «estas medidas apuntan a recuperar espacios que hoy están abandonados, que desmejoran el entorno y la vida de los que allí viven».
En ese sentido, puso como ejemplo que «abrir una calle bloqueada por una vía abandonada o extender una plaza demoraba debido al proceso legal que supone la instrumentación de un decreto». Dado que «muchos asentamientos informales que se están urbanizando en todo el país se encuentran en terrenos ferroviarios», este decreto «permitirá al Ministerio de Transporte agilizar los procesos a la hora de formalizar el nuevo uso de esas tierras e integrar a estas comunidades al ejido urbano», indicó Dietrich.
El decreto que habilita el cierre de ramales había generado una fuerte reacción de parte de la oposición y también de los gremios ferroviarios, que se declararon en «estado de alerta». «Vamos a defender no solo los ramales activos de cada una de las líneas ferroviarias, tanto de pasajeros como de cargas, sino que vamos a trabajar incansablemente para que los ferrocarriles sean la columna vertebral del transporte en la Argentina», indicaron los gremios.
(fuente: http://m.lapoliticaonline.com)
